Capítulo 40

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La pelirroja se encontraba en la sala de espera junto a Lisa y Rosé que estaba a su lado. Jugueteaba con ella y besaba sus labios cada tanto, haciéndola reír de manera casi imperceptible. Parecían dos jóvenes adolescentes en pareja y con las hormonas revolucionadas.

Mientras tanto, Lisa se encontraba sentado al lado de la camilla en donde descansaba Jennie, inconsciente. Se veía demasiado bien. Al lado de Lisa, K.J se encontraba dormido y L.M restregaba su hocico contra él cariñosamente.

ㅡTambién los extrañas, ¿no es así, amigo?

Lisa se atrevió a preguntarle a su lobo mientras hacía una mueca algo triste. Suspiró y miró a la castaña fijamente sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho, no podía mirarla de otra forma, había caído por Jennie y había caído duro.

Estiró su mano mientras una casi imperceptible sonrisa se asomaba por sus labios, era pequeña pero sincera. Suavemente acarició la mejilla de la más pequeña en la camilla y soltó un suspiro.

La amaba, mierda que la amaba, lo hacía y demasiado. Jennie era lo único que encontraba importante en aquel momento, nada más. Habían pasado ya dos días y para ella era una eternidad, necesitaba verla despierta, necesitaba que sus ojitos color ámbar la miraran fijamente y revolotearan por todos lados buscando en qué enfocar su mirada, necesitaba oírla quejándose de algo o de que no le daba la atención que merecía, necesitaba oírlanhaciendo alguno de sus dramas, necesitaba oír su irritable voz cuando le hacía alguna escena ya fuera de celos o de quejas, necesitaba ver su cuerpo desnudo otra vez, necesitaba tenerla entre sus sábanas mientras ambas se unían y se fundían en el placer, necesitaba a su pequeña más de lo que alguna vez hubiera imaginado necesitar a alguien, más de lo que hubiera esperado.

ㅡNo soy muy buena con las palabras, sabes, considero bueno siempre decir lo justo y necesario, nada más y nada menos, pero contigo, amo excederme. Aún recuerdo el primer día que te vi, lucías asustada como nunca había visto a alguien, estabas temerosa y estaba claro que querías huir de ahí. Recuerdo quedarme mirando a tus ojos fijamente y a Jongin darme un codazo para sacarme de mi trance. En cuanto llevaron a tus amigos al calabozo, ordené que a ti te llevaran a mi habitación, no me importó lo que fuera a decir mi padre o si eso estuviera mal en lo absoluto, yo solo quería que estuvieras ahí, te veías muy delicada como para estar en un lugar tan sombrío como un calabozo. Admito que fui egoísta, pensé en mí misma, pero necesitaba tenerte ahí, porque desde el primer momento me hechizaste. Aún recuerdo cuando te transformaste, aprovechaba las veces en que caías dormida para mirarte, era mi parte favorita del día, el momento en el que apreciaba la obra de arte que eres.

Se mordió el labio inferior recordando aquello mientras sus manos temblaban un poco, el estarle contando aquello le causaba eso y no estaba seguro de por qué, pero se sentía bien y el calor de su pecho había crecido.

ㅡY recuerdo el momento en el que caí en cuenta de que me había enamorado de ti, fue lentamente al principio y luego pasó de golpe, como si fuera sano para alguien este sentimiento.

Tragó saliva y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, éstas no tardaron en desbordar por los mismos y hacer un camino húmedo por su mejilla.

ㅡMe enamoré de ti de la forma en la que notas que toda tu vida necesitaste algo pero no eras consciente de ello hasta que conoces a esa persona que aparece para dar vuelta todo y cambiar tus planes. Entonces, no sabía lo mucho que te necesitaba hasta que te conocí.

Ama, son palabras muy lindas las que le está dedicando a su omega, ojalá ella estuviera despierta para apreciarlas.

ㅡTranquilo, L.M, así está bien.

Continuó mirando a su pequeña omega durmiendo en la camilla, se veía demasiada hermosa, como un ángel, estaba tranquila y su pecho subía y bajaba con cada respiración que daba. Tenía un respirador pero eso no lograba arruinar nada en ella, continuaba siendo igual de hermosa que siempre.

Hazme tuya | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora