Tres semanas habían pasado de aquella conversación y la búsqueda de Antonio había llegado a un punto ciego. Felipe y Azul fueron al hospital, pero no lograron dar con ninguna información. No había allí nadie que conociera a Antonio o a la doctora Marcela Castillo.
Intentaron trazar un plan y visitaron a varios médicos que hacían clínica en el lugar y que pudieron haberle atendido. No había pasado mucho tiempo desde aquella vez, pero todos dijeron que no podían dar datos de los pacientes.
Azul dejó una tarjeta con su número en todos lados, por si alguien recordara algo, y efusiva como siempre, les dijo a todos que era algo de vida o muerte.
En el medio, ella y Felipe continuaron avanzando en su relación, salían o se veían a menudo, conversaban sobre todo y pasaban mucho tiempo juntos. Sin embargo, y por más de que hablaban mucho del futuro, ninguno de los dos daba el siguiente paso.
Aquella mañana, Azul acababa de llegar al hogar cuando su celular sonó, era un número desconocido, por lo que atendió.
—¿Hola?
—¿Azul? —saludó una voz que conocía de verdad.
—¿Gon? —inquirió ella al reconocer su voz de inmediato—. ¿Eres tú?
—Hola, bella... Sí, temía que no tuvieras el mismo número...
Azul se quedó helada, volver a oír su voz le hizo temblar las entrañas.
—Hola, ¿cómo estás? ¡Tanto tiempo! —dijo con entusiasmo.
—Bien, estoy por la ciudad... he venido a hacer algunos trámites... ¿Crees que podríamos vernos? —inquirió.
—Claro que sí... ¿Cuándo?
—No lo sé, si te queda bien esta noche o mañana... Estoy en casa de mi prima, donde siempre... solo me quedo hasta el viernes...
—Bien, estaré allí esta noche luego de las ocho...
—Genial, estoy ansioso por volver a verte —añadió.
Luego de cortar la llamada, Azul colocó su celular en su pecho y suspiró. ¿Por qué ahora? ¿Qué le diría a Felipe?
Mientras pensaba en algunas variables, el celular sonó de nuevo, era otra vez un número desconocido, por lo que pensó que era Gonzalo de nuevo.
—¿Hola?
—¿Es usted la señorita Azul Samaniego? —inquirió una voz femenina del otro lado.
—La misma...
—Bien, usted no me conoce —dijo la mujer—, pero yo escuché la historia que le contó hace unos días al doctor Mendoza.
—¿Quién habla?
—Soy enfermera, pero no puedo decirle mi nombre, si el doctor se entera de esto estaré despedida —añadió—, pero su historia me conmovió mucho y yo sí recuerdo al señor Castillo...
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Quiero bailarme la vida contigo
Romance*** NOVELA PUBLICADA EN AMAZON, AGOSTO DE 2021 *** Azul tiene una forma muy especial de ver la vida, a ella le encanta encontrar el lado bueno de las cosas incluso cuando estas parecen no tenerlo. Su vida es sencilla, es profesora de danza y en sus...