Fred & George Weasley One Shots

Dazzle

George Weasley x Female Reader

Contexto: En la fiesta de celebración de Harry por haber triunfado en la primera prueba del torneo de los tres magos, _____ y George finalmente ceden a sus sentimientos y admiten la tensión que existe entre ellos.

A la casa Gryffindor le gustaba festejar en cualquier ocasión que lo requiriera. ¿Ganaron un partido de Quidditch? Se pasaba la noche en vela y los alumnos apenas se recuperaban el lunes por la mañana. ¿Ganar la Copa de la Casa? La fiesta continuaría hasta que todos se subieran al tren para volver a casa en verano. Así que no fue una sorpresa cuando se anunció que esa noche se celebraría una fiesta en honor a Harry Potter, que había superado la primera etapa del torneo de los tres magos. No sólo pasó, sino que quedó en segundo lugar, lo que supuso una brillante excusa para los bulliciosos adolescentes.

La fiesta ya estaba en pleno apogeo antes de que Harry entrara en la Sala Común, ya que los infames gemelos pelirrojos habían empezado a la primera oportunidad, repartiendo el whisky de fuego mientras la música subía de volumen. Bueno, no había clases durante los próximos dos días, así que podían aprovecharlo al máximo.

Lo que los gemelos no sabían era que ____ estaba sentada en uno de los sillones, con las piernas colgadas en el borde mientras agitaba distraídamente su vaso, oyendo débilmente el repiqueteo de los cubitos de hielo contra el cristal, viéndolos rebotar por la habitación, llenándola con su luz. Uno de los gemelos, concretamente. Aunque parecían idénticos, había una forma de comportarse de George Weasley que removía algo dentro de ella, una deliciosa mezcla de mariposas y algo menos inocente, que ardía de la forma más adictiva.

Al ser de una casa diferente, no llegaban a hablarse mucho, algún comentario fugaz en las clases que compartían, pero él siempre se sentaba al lado de su gemelo y ella con sus amigos. Las pocas conversaciones que habían compartido tendían todas a ser de naturaleza extremadamente coqueta, algo que Fred había captado y parecía disfrutar a fondo. Ella era más cercana a Fred, habían sido emparejados en una clase de Encantamientos, y habían llegado a conocerse para entablar una conversación al azar cada vez que se cruzaban. Pero su hermano, seguía siendo el misterio intrigante.

Y ahora, ella se sentaba a observarlos, calculando cuándo hacer su movimiento. Por el momento, estaban haciendo de anfitriones, dando vueltas por la habitación y conversando a medida que avanzaban, dejando un rastro de risas tras de sí.

"Hey _____. ¿Disfrutando de la fiesta?" se sobresaltó al oír una voz detrás de ella. Girando en su asiento, forzó una sonrisa cortés en sus labios al ver a un claramente ebrio Cormac McLaggen inclinándose hacia ella, estabilizándose con una mano en el respaldo de su silla, posado en el brazo detrás de su espalda.

"Estoy seguro de que seré mucho más cuando tenga más de esto en mí" Comentó sin rodeos, agitando su vaso.

"Permítame" Y con eso él había desaparecido entre la multitud, y ella respiró aliviada de que se hubiera ido. Asegurándose de que no la vieran, se escabulló de la silla y se adentró en la creciente multitud que se agolpaba en la Sala Común.

Sin un propósito concreto, se abrió paso entre la multitud, moviéndose al ritmo de la música. Se rió junto con todos los demás cuando Harry entró por fin y Fred y George lo alzaron en hombros triunfalmente. La música subió de volumen, y así la fiesta estaba en pleno apogeo.

Se vaciaron más bebidas y pronto la tarde se había convertido en noche. Algunos se habían cansado, pero a medida que se corría la voz por el castillo muchos otros se habían unido, incluyendo algunos de los amigos de ____ de su propia casa, con los que en ese momento estaba de pie, riendo y cantando al ritmo de la música que los rodeaba. Al ver que Fred estaba solo, se excusó y se dirigió hacia él, abriéndose paso entre la pared de cuerpos.

"¡Freddie!" Exclamó, saltando a los brazos abiertos que él le ofrecía. Le rodeó el cuello con los brazos, riendo mientras él empezaba a balancear a los dos, radicalmente diferente al ritmo que les rodeaba. "Una fiesta épica. Gracias por la invitación"

"Me alegro de que hayas venido, pero la invitación no era mía, ____" No le pasó desapercibida la forma en que sus ojos brillaron ligeramente, llenos de sorpresa y picardía. "Al menos podrías fingir que soy tu favorito" Suspiró, pero no pudo evitar la sonrisa en su rostro.

"Eres brillante, Freddie. Sólo que eres un poco demasiado insípido para mí" Ella sonrió, sintiendo que la mano de Fred abandonaba su cintura y otro par la rodeaba, tirando suavemente hacia un cuerpo casi idéntico, pero totalmente diferente. Levantó la vista hacia los ojos marrones chocolate, que la miraban intensamente.

Comenzaron a bailar, al igual que con Fred, mucho más lentamente que todos los demás a su alrededor, pero a diferencia de Fred, sus cuerpos se apretaban imposiblemente.

"Ya era hora de que vinieras a saludar, Georgie" Ella lo miró a través de sus pestañas, disfrutando de la forma en que sus iris se oscurecieron visiblemente. "Pensé que iba a tener que conformarme con tu hermano, lo cual habría estado bien, pero no sería tan divertido" Su respiración se entrecortó, una grieta en su fachada, cuando él se inclinó y colocó su boca junto a su oreja, susurrando en voz tan baja que ella pensó que se habría esforzado por escuchar incluso sin la fiesta.

"Puede que quieras mantener tu bonita boca cerrada sobre mi hermano, si sabes lo que es mejor para ti" Su ritmo cardíaco se aceleró al oír sus palabras, y su cálido aliento en su cuello le produjo escalofríos. Él se apartó, satisfecho por su reacción, hasta que ella volvió a tener esa mirada y él supo que no sería tan fácil. Nunca lo era con ella, pero eso era la mitad de la diversión.

"¿O qué?" desafió ella, alargando las manos hasta posarlas en su camisa, jugueteando ligeramente con uno de los botones superiores. La paciencia de George se colmó y la tomó de la mano, conduciéndola fuera de la sala común mientras ella tropezaba ansiosamente para seguirle el paso. Salieron de la sala común, pero George no se detuvo hasta que estuvieron en un pasillo vacío, entrando en un aula vacía.

El aire que los rodeaba era eléctrico cuando la puerta se cerró detrás de ellos, George sobresalía por encima de ella mientras caminaba hacia la pared, su espalda presionando ligeramente contra ella mientras le hacía señas para que se acercara.

"He terminado con las burlas vacías. Quiero conocerte, en todos los sentidos, en más de este sentido. Me fascina, y me encantaría saber todo lo que pueda sobre ti" Sus ojos tenían una nueva intensidad que ella no había visto de cerca antes, podía ver lo mucho que significaba lo que estaba diciendo. Extendió la mano y le sonrió, encontrando su apariencia repentinamente nerviosa aún más entrañable, e incluso más misteriosa.

"Soy tu libro abierto" Su otra mano se dirigió a la nuca de él y lo acercó, uniendo sus labios. Lo que pretendía ser un beso breve y tranquilizador, que transmitiera la reciprocidad de sus sentimientos, se convirtió en una apasionada sesión de besos en el aula abandonada, y toda la tensión de la noche y del año se liberó en ese breve momento compartido. Su boca se separó de la de ella, dejando un rastro por su cuello, dejándola casi sin aliento. Él no se parecía a nada que ella hubiera sentido antes.

"¿Hogsmeade?" Preguntó entre besos. "¿Este viernes?" Ella asintió, incapaz de encontrar las palabras pero queriendo que él supiera que ella también deseaba esto de todo corazón. Sus manos estaban en sus costados, agarrándola, tirando de ella contra él, mientras continuaba el ataque a su cuello.

"No tenemos que parar esto hasta entonces, ¿verdad?" Preguntó, sin estar segura de poder encontrar la voluntad de parar y esperar otra semana hasta que pudiera estar cerca de él de nuevo.

"Dios no" George suspiró, separándose durante un breve segundo para dedicarle su deslumbrante sonrisa, que le provocó palpitaciones, antes de continuar hasta bien entrada la noche de invierno.

Historia de @dragonologist in the making (tumblr)