Rey del Equilibrio

Assiah

Con la ayuda del humano de cabello blanco, Rin logró ingresar a la cúpula de la Academia, sabía que su hermano podría sentirlo dentro de las barreras; ningún demonio podría escapar de Samael. Pero no buscaba sorprender a su hermano mayor, por supuesto que no, él sería una presencia constante que lo atormentaría durante su estadía en Assiah y cómo deseaba quedarse.
Sin embargo no estaba exento de planes, y el Director de la Academia de la Verdadera Cruz era parte de ellos, junto con el Vaticano y la orden de los exorcistas. Era irónico pensar que estaría manipulando al gran maestro titiritero para hacer lo que quería, para obtener beneficios a través de él.

Durante su camino a la dirección de la Academia escondió tanto su cola como sus cuernos y pasó como un humano excéntrico más, durante todo el breve viaje Shiratori le habló de su experiencia como estudiante de la clase avanzada, y orgullosamente le habló acerca de cómo durante su examen logró invocar un demonio de rango medio, un Naberius y que está trabajando muy duro para criarlo. 

-Siempre tuve habilidad con las armas de fuego como bien sabes, ello hizo que fuera más rápido ganarme un meister en Dragoon, lo obtuve al comienzo de éste año, ya voy en la mitad de mis estudios para conseguir un Meister en Tamer y Aria- exclamaba emocionado el humano mientras lo guiaba por los grandes jardines de la Academia.

-Debes ser muy inteligente si estás estudiando para convertirte en un Aria- alabó Rin, provocando un sonrojo en el chico.

- Bueno, ya tenía un Meister ofensivo, y mi habilidad con las invocaciones fue más una sorpresa que otra cosa y quise cultivarla- explicó -Pero también quería poder ayudar como exorcista de respaldo cuando se requiera, estaba entre Doctor o Aria-

-¿Por qué elegiste Aria?- preguntó curioso el demonio y el rostro de Shiratori cambió a uno más serio.

-En realidad no quería ninguno, mis compañeros que tienen un Meister en Aria son una mierda, y el profesor de aula que es Doctor es aún peor...- murmuró lo último tenso como una cuerda, los ojos rojos lo miraban intensamente y con extrema curiosidad; un humano al que no conocía, que prácticamente lo odiaba cuando aún vivía era su mayor defensor, Rin creía que podría trabajar con ello, necesitaba una base de seguidores en Assiah, podría comenzar con el intrigante humano que tenía delante -Estudiar los versículos de la biblia me dio algo de consuelo cuando me enteré de...-

-No temas herir mis sensibilidades, joven- habló Rin, dando un suave apretón en el hombro del humano -Sí, me suicidé, pero tú nunca fuiste parte de ellos por lo que no hay culpa colgando sobre ti- un tembloroso suspiro salió de los labios del menor antes de asentir.

- En fin, por el momento seguimos los mismos en la clase, la maestra Shura parece encontrarme como una especie de aprendiz y he tratado de alejarme lo más que puedo de ellos- casi escupió la última palabra -Sin embargo, hemos estado recibiendo muchas visitas de exorcistas de alto rango desde que te fuiste- explicó, intentando no mencionar el hecho de que había muerto, Rin se encontró enternecido por el niño.

-No me sorprende, los suicidios y muerte por posesión siempre significa que el alma va a gehena- explicó con la paciencia que sólo la experiencia traía -Parecen temer lo que sucedería si entrara en contacto con mi padre-

-¿Deberíamos?- preguntó el niño  y Rin revolvió sus cabellos.

-Vine aquí a educar- fue todo lo que respondió. El pequeño humano de cabello blanco lo miro con ojos increíblemente curiosos pero Rin no volvió a hablar acerca de ello.

Sin embargo, él habló sobre Gehena; y aunque Shiratori parecía incómodo por saber de ello, no dejó que aquello le impidiera aprender más, habló de sus hermanos y sus padres, de cómo era la organización en el infierno, y cómo todo era tan diferente a como les habían enseñado en la Academia, su pequeño acompañante lo absorbió todo como un estudiante dedicado, haciendo pequeñas preguntas bien pensadas hasta que por fin hizo la pregunta que esperaba; ¿Por qué había vuelto?

-¿Sabías que los exorcistas matan indiscriminadamente a los demonios? Incluso si no están rodeados de humanos o causando algún tipo de daño, son demonios, entonces merecen morir... o es lo que dicen- se encogió de hombros el peliblanco mayor, el adolecente hizo una mueca, pero también asintió, sabiéndose casi de memoria las palabras utilizadas por los exorcistas mayores cada vez que asesinaba a cualquier pequeño hobgobblin que se encontraban incluso otros tipos de demonios que podrían considerarse familiares -Deseo dar un curso a las clases avanzadas, podrías llamarlo una especie de campaña de concienciación- Shiratori lo miró incrédulo y el demonio se rió por lo bajo - Una clase de Historia y Cultura demoníaca-

-¿Y de verdad crees que el director te dejará darla?-

-Por supuesto que sí, él hablará por mí a los Grigori- Rin se encogió de hombros despreocupado y el pequeño humano seguía mirándolo con incredulidad -Me sorprende que el Director ya no haya pedido un permiso al Vaticano para una clase así, tal vez mi regreso sea el empujón que necesitaba para ello-

-¿Pero por qué lo haría?- el adolecente seguía confundido.

- Bueno, el director es un demonio, y mi hermano mayor- comenzó Rin ignorando el balbuceo sorprendido del humano -Además, le gusta jugar juegos y tener a todas las piezas en su lugar, donde pueda vigilarlos, probablemente él y el Vaticano me den el visto bueno para ésa clase sólo por el valor agregado de tenerme bajo su ojo crítico y no dejarme vagar por Assiah haciendo estragos-

-Eso es muy... -

-Es lo que harían ¿no miraste como aquellos que saben de tu posesión siendo más fríos y duros contigo?- preguntó rápidamente, cambiando de tema y Shiratori se estremeció, por que odiaba a la respuesta de esa pregunta - Son fanáticos controladores, no dejarán pasar una oportunidad así- murmuró, dando un pequeño apretón a los hombros del chico -Bueno, creo que ya hemos llegado, gracias por acompañarme hasta aquí, joven, espero que podamos encontrarnos de nuevo en el futuro, ha sido bueno hablar contigo- y con una última sonrisa, Rin atravesó unas dobles puertas hasta la oficina del director Mephisto.

Cuando la puerta se abrió para él, dentro ya lo esperaba el director y una tensa Shura, quien lo miraba con el ceño fruncido y lista para atacar; en esos momentos se alegraba de haber dejado atrás a su pequeño humano, estaba seguro de que probablemente habrían atacado primero y hacer preguntas después. Sus ojos rojos vagaron por la amplia y sobria oficina, apenas lanzó una mirada a la mujer antes de clavar sus ojos rojos en los del otro demonio en la habitación, y entonces la suave sonrisa de su rostro dio paso a una mucho más fría y mortífera, sus ojos se entrecerraron levemente mientras levantaba levemente el mentón con orgullo.

-Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos hemos visto, hermano- saludó.