Capitulo 40

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Ash pov

Jajajaja... no es verdad... solo es coincidencia... si eso debe ser.

- ¿Paso algo? Si es asi para que vayas a descansar, despues de todo eres solo un niño - dijo la numero 45 al verme.

- No... estoy bien - dije pero sentia que en cualquier momento mis piernas cederian.

- ¿Seguro? Estas palido niño - dijo el numero 20.

- Si estoy bien, solo un poco cansado - dije tratando de volver a estar serio.

- Insisto te ves mal - dijo la numero 45.

- Solo tengo una pregunta - dije al ver que ella se acercaba a mí.

- ¿Que? - pregunto uno de ellos.

- El niño que se parece a mí... ¿le hicieron algo? - pregunte en voz baja pero audible.

Senti que el tiempo pasaba lentamente mientras escuchaba la respuesta a mi pregunta.

- ... la verdad no creo que dure mucho si el efecto ya esta en las últimas - dijo el 91 restandole importancia.

Solo cuetión de tiempo.

- La verdad es que me siento un poco mal - dije cuando senti las manos de la chica en mis hombros.

- Me doy cuenta, esa herida en tu brazo se ve terrible - dijo ella y vi que habia un poco de sangre en el pañuelo.

Ella se puso de pie y me tomo del brazo que no estaba herido.

- ¿A donde vas? - le preguntaron a la chica.

- Voy a currarle esa herida y por ultimo a dejar que descanse un poco - dijo ella arrastrandome consigo.

Ya cuando salimos de ese lugar decidí hablarle.

- Solo es curiosidad pero... ¿me podrias llevar al laboratorio? - pregunte, tenia que hacer mi parte.

- ¿Al laboratorio? ¿Para que quieres ir allí? - pregunto arqueando una ceja.

- P-para ver a los pokemon de ellos... nunca he visto uno - dije tratando de recordarme de algun detalle de cuando hable con el azabache al que suplantaba.

- Esta bien - dijo ella y caminamos por el pasillo hasta llegar a una gran puerta en donde ella saco una especie de tarjeta y la puso sobre un sensor a la vez que esta se abria.

Allí adentro las paredes eran de un color blanco perlado y habian muchas maquinas extrañas con articulos que nunca habia visto en mi vida.

Ni siquiera en el laboratorio del abuelo de Gary que eran de invetigación pokemon.

Ella entro y yo la seguí mirando todo a mi alrededor con curiosidad hasta que mi mirada se centro en unas pokebolas que habian en una esquina en una canasta de metal.

¡Eran muchas!

Tambien entre tras ella y segui mirando hasta que ví sobre una mesa tres pokebolas apartadas de aquel grupo que ví.

¿Podrian ser esas las que buscamos?

Claro mi mirada no se centro solo en ellas sino en tres pokemon que estaban en tres capsulas encerrados e inconcientes.

Me acerque a ellos de inmediato.

- ¿Estan bien? - pregunte mirandolos preocupados.

- Si, solo siguen desmayados y agotados por las batallas que tuvieron antes de venir aqui - dijo ella acercandose a mí.

- Ya veo - dije tratando de no lucir compasivo.

- Ire a ver un botiquin que esta en la habitación de alado - dijo señalando una puerta de metal que estaba a un lado.

Amor de MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora