VI.

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Candy no dejaba de dar vueltas en la cama, pensaba y pensaba en las palabras de Terry. Vaya, se le olvidaba que podía llegar a ser todo un poeta. Pero eso no iba a lograr que cambiase de idea. Ya estaba decidido; su boda sería con William Albert Ardley.


"Y mi corazón esperaba el tuyo...
Pero eso fue ya hace mucho tiempo."


🌸


Al llegar al hotel, después de haberla visto, Terry se sentía más vivaz. Entonces recordó que no había tosido ni una flor en todo ese tiempo que estuvo con Candy. ¿Sería posible? ... ¿Era ella la razón de su enfermedad y también la cura?

Por más reacia y molesta que Candy se mostrara, sus ojos no mentían. Terry era capaz de ver a través de ellos como nadie más: Candy aún le quería.

El lazo que les unía no iba a poder separarlos, por más enredado que estuviera. No importaba el tiempo, la distancia, las terceras personas.

Ni siquiera los pétalos que crecían dentro de sus pulmones le iban a impedir vivir una maravillosa vida con la dulce niña de sus sueños, Candy.

Terry tenía que apresurarse y buscar una solución a todo esto. Aún no se había comprometido con Susana, así que eso era un punto a su favor. Tal vez si le explicaba su situación, su enfermedad, ella entendería. Él seguiría haciéndose cargo de ella monetariamente, pero desde lejos. Susana aún tenía a su madre así que estaría en buenas manos, incluso podría disponer de una propiedad de los Grandchester para ellas. 

Enseguida descartó la idea. Susana era muy obstinada y posesiva como para aceptar algo así. Y tampoco Candy estaría feliz.

Tal vez, lo mejor sería aceptar su cruel destino...


🌸



Unos días más tarde a su encuentro con Terry, Candy recibió una invitación por parte de Annie y Archie para asistir a una celebración que darían en su mansión.

Al llegar el día, Candy se vistió con tanto decoro que se veía excepcionalmente bella, como una muñeca. Albert, por supuesto, también iría, se veía muy elegante, como todo un caballero. Entraron al salón juntos, Candy llevada del brazo de Albert.

Enseguida, las miradas se posaron hacia ellos. Personas que en el pasado habían despreciado a Candy, ahora la miraban con respeto.

—Felicidades por su compromiso.—Se oía decir a su paso. Albert saludaba a todos con amabilidad.

—Felicidades, Candy, por fin lograste lo que querías; ser parte de la familia.—Una voz chillona y molesta que hacía tiempo no escuchaba.

—Eliza.

La chica se acercó a ella y se aseguró de hablarle tan cerca que nadie más pudiera oírla.

—Pero ten siempre presente que no eres más que una huérfana. Y para que no se te olvide, yo estaré siempre para recordártelo, querida.—Le guiñó el ojo de una manera despreciable.

Candy se sostuvo con más fuerza del brazo de Albert.

—Sí, gracias por tus dulces palabras, Eliza.—Albert habló alto para que todos escucharan.— No te preocupes, yo estaré aquí para recordarle que se convertirá en la cabeza de la familia Ardley. 

Candy Candy - Final Alternativo [Años más tarde...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora