X.

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Archie se marchó unos días después, pero le prometió a Terry que volvería con Candy. Primero se negó. No quería que ella lo viera en tal estado ni que se sintiera obligada, pero después pensó: "Si he de morir, me gustaría que fuese contemplando su rostro."


De regreso a América, las flores ya comenzaban a brotar forzosamente, abriéndose paso entre los restos de nieve que aún cubrían algunas ramas de los árboles.


—¡Annie! ¡Mi vida, he vuelto!

—¡Archie!—Annie corrió a recibir a su esposo en brazos.

Después de unos cuantos besos y palabras de bienvenida, Archie se mostró agitado.

—¡Candy! ¡Necesito ver a Candy!

—¿Qué ocurre?—Preguntó Annie preocupada.

—Es Terry...

—¿Terry?

—Se encuentra muy enfermo, Annie. Algo me dice que necesita ver a Candy. Tengo que hablar con ella.

—Oh, Archie. Dudo que Candy quiera saber de Terry ahora. Está muy enojada con él. No quiere decirme porqué. Pero... desde que llegamos de la playa ha estado rara.

—No importa, ella tiene que saberlo.


Y dispuesto a hacerlo, tomó su saco de vuelta y se marchó en dirección a la mansión Ardley.


—¿La señorita Candy? Me parece que ha ido a recoger flores. O bueno, en caso de que las encuentre...

—¿Dónde puede estar?

—Más allá del bosque hay un valle de flores, últimamente lo visita muy seguido.

—Ya veo, muchas gracias, señor.



Archie fue lo más rápido que pudo en tal dirección y no fue difícil encontrarla. Era la única persona recostada en el césped, entre hojas secas y quebradas.


—¿Candy?

Se levantó sorprendida.

—¡Archie! ¿Cómo me encontraste? Este es mi lugar secreto.

—El jardinero de los Ardley me lo dijo. Lo siento, no quería entrometerme en tus asuntos, pero, Candy, hay algo de suma importancia que necesito decirte.—Hizo una breve pausa.—Se trata de Terry.

Al escuchar aquel nombre, Candy se dio la vuelta, dispuesta a marcharse.

—No me interesa, no conozco a ningún Terry.

Fue entonces que Archie intuyó que algo muy malo había pasado entre los dos.

—¿Puedo saber el motivo?

—¡No! Sólo no vuelvas a mencionarlo delante de mí. Y si de casualidad le vuelves a ver, dile que ya olvidé sus vacías palabras. Y que no vuelva a aparecer en mi vida.

Candy se marchó, dejándolo boquiabierto.

"Qué te ha pasado, Candy...", pensó con tristeza.

Lo que Archie no sabía era que existían otras formas de sufrir el mal de amores; una de ellas, te convertía en una persona de corazón helado e impenetrable.





🥀






Con la primavera, nacieron hermosas flores de todo tipo y de todos los colores, adonde quiera que fueses. Incluyendo pequeños brotes de rosas en el interior de Terry, que florecerían a medida que pasaran los días sin estar cerca de su pecosa. Terry era capaz de sentir el desgarrador dolor en su corazón y en sus pulmones. Recordó las palabras del médico:

Candy Candy - Final Alternativo [Años más tarde...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora