VII.

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Lo encontró a unos pocos metros de distancia, conversando con Archie, y en medio de ellos, se hallaba una mujer de belleza excepcional. En dado momento, rieron al unísono y Candy se preguntó de qué estarían conversando.

—Candy, ¿bailamos?—Albert la sacó de sus pensamientos.

—¡Oh, claro!—Se abrazaron y bailaron otra pieza juntos, esta vez, más cerca uno del otro.

Por supuesto que aquello no pasó desapercibido para Terry, quien fingía que no los veía pero por dentro moría de celos y literalmente sentía algo punzante lastimando su corazón.

Le pidió a Archie un momento a solas. Salieron nuevamente al balcón, ya que era el espacio más tranquilo.

—Es que no puedo creerlo, Archie. ¿Por qué Albert? De entre todas las personas...

—Bueno, Terry, ¿si lo pensamos sensatamente, ¿no sería él su mejor opción?

Terry le lanzó una mirada amenazante.

—Después de mí.

Archie rodó los ojos.

—Pero tú ya estás con Susana.

—Sé que ella aún me ama, Archie, estoy seguro, sólo tengo que encontrar la manera...

Archie lo tomó de los hombros. Contuvo las ganas de darle una cachetada.

—Amigo, déjala ir. Si quieres que sea feliz, renuncia a ella.

Terry suspiró, bajando los hombros, abatido.

—Me estoy muriendo, Archie.

—¿Qué?

—Me estoy muriendo sin ella. Pero está bien. Tal vez tienes razón. Tal vez Albert es mejor para ella. Me voy en unos días. Me dio gusto volver a verte.—Terry se marchó de la residencia, dejando a su amigo confundido.

Archie pensó que lo estaría diciendo figurativamente pero era verdad... Las semillas de rosa comenzaban a germinar en el interior de Terry.





—¿Quién era aquella chica con la que hablabas hace un momento?—Annie cuestionó a Archie una vez éste tomó asiento a su lado.

En la mesa, también se encontraban Candy y Albert.

—Ah, ¿te refieres a Anastasia? Es una amiga de la infancia. Es fanática del teatro, le presenté a Terry y parecieron congeniar muy bien. ¿Sabes? Creo que haría mejor pareja con ella que con Susana. Es una chica muy buena.

Candy fingió no escuchar. Pero aquellas palabras extrañamente le incomodaban.

—¿Estaba Terry aquí?—Annie miró a Candy para analizar su reacción.—Qué lástima, me hubiese gustado saludarle.

—Lástima, Annie, porque se irá en unos días.

Candy permaneció en silencio.

"...Terry... Se irá en unos días."

Albert, quien ya llevaba un rato mirando las reacciones de Candy, decidió cambiar el tema.

—Bueno, propongo un brindis.—Alzó su copa.—¡Por los recién casados; Annie y Archie!

—¡Salud!

Candy juntó su copa con las de los demás, mecánicamente. Y bebió todo el contenido de la copa de un trago. Le supo realmente amargo.





🌸









—Hip, hip.

—No debiste beber así de rápido, Candy.—Albert reía, tomando a la chica de la cintura mientras volvían a su residencia en carruaje.

Candy Candy - Final Alternativo [Años más tarde...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora