CAPÍTULO 7| emrallt

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XANDER

Estaba esperando.

Los segundos pasaban y cada vez sentía el aire más asfixiante en cuanto veía como los ojos verdosos  de ellas se detenían en cada uno de nosotros, primero con incredulidad, luego con indiferencia.

No nos creía, ni siquiera tenía que leer mentes como para saber lo que pensaba.

Mucho antes de que ella pronunciará palabra, me adelanté, después de todo cualquier cosa que soltará por sus carnosos labios, no hará más que enojarme y demostrarme una vez más lo que era: Una humana.

No pretendo que me creas, pero necesito que confíes en mí, no me conoces, no te conozco— pronuncié lo último con mayor fuerza— pero justo ahora hay alguien allá afuera que te está buscando, y hará lo posible para verte muerta.

Una sonrisa irónica surcó sus labios, y la conocía lo suficiente como para saber que haría a continuación, así era Aria, pretendía demostrar que le importaba un carajo la opinión de los demás, quería ser su propio héroe, pero al final de todo sabía de antemano que en esta ocasión no podría sola, y por mucho que quisiera no dejaría que lo hiciera.

Virago buscó mi mirada pidiendo ayuda mientras que kalon no dejaba de sonreír como el idiota que era, este tema me exasperaba en todos lo sentidos, odiaba no poder hacer nada por evitarlo, pero supongo que ya había llegado la hora, y no podía postergarlo mucho más...

— A ver si entendí — nos miró a cada uno con una sonrisa de burla, y volvió sus ojos a los míos con cierta llama de intensidad — pretendes que te crea, cuando hace unos días que te conozco, y no tengo ni idea de quiénes son todos ustedes, y aún así tienes las agallas de decirme que todos ustedes no son del todo humanos, y estoy en peligro de muerte.

— Si, pues ahora que lo resumes así no suena para nada cool— la voz chillona de Suhka sonó detrás de mi espalda y casi tuve que reunir todo mi autocontrol para no mandar todo a la mierda.

Aria me veía como si una segunda cabeza se estuviera desarrollando en el costado de mi cuello y podía adivinar lo que vendría a continuación.

— ¡Todos ustedes están locos!— Aria nos gritó, y sus ojos flameaban llamas de furia al sentir el choque de su cuerpo al rodearme e ir directo a la puerta.

¿Ahora que coño hacemos? La voz de Suhka resonó en mi cabeza pero la ignoré, al igual que la mirada acusatoria de todos y seguí a la chica de ojos verdes, y carácter de mierda por el largo pasillo de los dormitorios, hasta que poco después el bullicio de la gente hizo que mi voz se le hiciera imposible de escuchar, apresuré mis pasos con miedo a perderla, y llegué a ella justo cuando pretendía pedir un taxi.

Oh, no muñeca, esta vez no te escapas.

— Aria.

— Déjame en paz y búscate un psiquiátrico— vocifero, predispuesta a detener a cualquiera que pudiera darle un aventon— de seguro ahí encuentras a alguien que te trate a ti y a tus raros amigos.

— Te refieres a algo que ni siquiera conoces y a quienes te salvaron la vida hace menos de diez minutos— la escrute de arriba abajo, y casi maldije por dentro por lo atractiva que era, si fuera un poco fea de seguro está tarea sería un poco más facil— así que ten más respeto y modera esa lengua viperina que tienes.

El Poder De PiscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora