Amor Inesperado ~ BoruSara ~

Como Agua Y Aceite💖

La pasión los embriagó encegueciéndolos al punto de tener sus mentes en blanco total, solo estaban ellos dos y nada ni nadie más.

Boruto fue acariciándola con magistral experiencia logrando encenderla más de lo que ya estaba. Recorría ese maravilloso cuerpo femenino con sus hambrientas manos en busca del néctar de la vida que le calmara ese voraz apetito.

Amasó esos senos tan delicados que él mismo se sintió enloquecer de deseo ¿Qué tenía Sarada para lograr enloquecerlo de ese modo? ¿Cómo podría vivir después de haber conocido el amor y el deseo, lejos de ella?

Quizás el suicidio fuese la mejor opción, ya que prefería morir antes que vivir una eternidad alejado de ella. Tan alocados pensamientos lograban trastornarlo en verdad, solo se sentía vivo y completo con ella y con nadie más. Solo a su lado podía respirar paz y cordura. Maldita sea con su suerte.

Encontrar al amor de su vida solo para saber que jamás podría hacerla suya. Aquella frustración la demostraba en la forma en que la besaba, tan hambrientamente posesivo que conseguía enloquecerla a ella de anhelo también. Pero Sarada tenía, a diferencia de Boruto, una visión diferente de la situación.

Ella había decidido adueñarse de ese maravilloso chico que brillaba como el sol mismo. En ese sentido ella tenía el control de la situación solo que él aún no lo sabía. Con intenso pesar y mucha fuerza de voluntad, Boruto la apartó de su cuerpo debido a que empezaba a perder el control y de seguir así la tomaría allí mismo.

-¿Qué...qué pasa? ¿Acaso hice algo mal?
- Por el contrario Sarada, actúas más que bien...el problema soy yo....

- ¿Qué? ¿No te gusto ni un poquito?
- ¿Gustarme? Sarada me vuelves loco.
-¿Y eso es bueno o malo?
- ¿En serio lo preguntas?
- Si

Boruto la miró entre divertido y fascinado por la inocencia de ella, respiraba entrecortado y el vaivén de sus dulces seños lo excitaban. No podría permanecer inmóvil por mucho tiempo, maldita sea. Pero ella lo sorprendió al sujetarlo de su muñeca y prácticamente arrastrarlo al interior de la mansión.

- Oye ¿a dónde me llevas? - le preguntó Boruto.
- A mi habitación, seguramente allí te sentirás más cómodo y en confianza para proseguir donde nos quedamos.

¿Estaba hablando en serio ella? ¿De verdad quería que la tomara y se lleve su virginidad? Quizás esté un poco confundida al respecto, pero para cuando él quiso reaccionar ya habían llegado a la habitación y ella cerraba la puerta para no ser interrumpidos.

-Listo Boruto, ahora si podremos continuar.
-¿Hablas en serio?
-Por supuesto, después de todo le pague una fortuna a Madame Mariposa por ti - ante esas palabras él sintió una punzada de intenso dolor en su pecho.

Dinero, todo por el maldito dinero y él tan idiota creyendo que ella podía amarlo. Endureció su mirada cambiando así su actitud, el deseo fue desapareciendo de su ser y su cuerpo fue regresando a la normalidad.

- Quiero que me ames y te quedes a mi lado para siempre Boruto.
-¿Por qué lo haría si con tu dinero puedes comprar o alquilar a otro incluso mejor que yo?

-¿Qué? P-Pero ¿De qué hablas?
-De la verdad, de eso hablo Sarada.

-¿Qué pasó? Recién eras el chico de fuego y ahora te volviste el chico de hielo así de golpe. Como si decirte que me ames te ofendió.

Ella parecía dolida, como si no supiera que la reacción de Boruto se debía al intenso dolor que Sarada misma le hubo provocado al mencionar a Madame Mariposa y el dinero que había pagado.

El rubio siempre fue romántico y si algo lo caracterizaba era su gusto por los detalles, creía en el amor y deseaba poder experimentarlo con cada fibra de su ser.