Eres Mi Regalo 💖

151 26 1
                                    

Boruto utilizó sus encantos para calmarla, en verdad ella estaba pálida parecía al borde del desmayo. La invitó una copa, de hecho fue él mismo que le solicitó lo llevase al living donde le pidió que se sentara y abrió una botella de vino.

Le sirvió y se sirvió una copa. Comenzó a hablarle de literatura y sus preferencias a la hora de leer. Sarada empezó a relajarse con el correr de los minutos, ese rubio en verdad era hermoso ya que sentía unas locas ganas de tocarlo.

Conversando fue descubriendo que tenían mucho en común. Transcurrida una hora, ambos reían de las ocurrencias del otro como si fuesen grandes amigos.

-Dime Sarada ¿por qué alguien como tú contrató los servicios de Madame Mariposa? No tiene sentido.

-Digamos que no quería pasar mi cumpleaños sola, sin alguien conmigo.

-Pero perteneces al círculo de los privilegiados, seguramente tendrás muchas propuestas.

-No, no creas todo lo que ves...
-Boruto, soy Boruto Uzumaki.
-Es un hermoso nombre

Él podía ver su intensa soledad, rodeada de lujos y comodidades carecía de afecto y amistades. No era de extrañar que haya creído que recurriendo a los servicios de Madame Mariposa cambiaría en algo su vida.

-Gracias
-Te quedarás conmigo como lo solicité a Madame Mariposa ¿verdad Boruto?

-¿Lo solicitaste? - aquello no acababa de sorprenderlo ¿qué más detalles le había ocultado esa maldita mujer? - ¿Cuánto tiempo solicitaste esto?

-El que sea necesario, especifiqué que no quería que te fueras.
-Tiempo completo, vaya.
-Si

-Dime Sarada ¿no crees que lo que pediste es algo que deberías ganártelo de una manera diferente?
-¿Cómo?
-Relacionándote más con los demás, a lo mejor...

-No, no y no - lo cortó ella - Me he relacionado lo suficiente como para darme cuenta que jamás conseguiré a alguien de mi círculo, aquí la amistad y la sinceridad no existen. Mis padres son una excepción en millones. Así que eran los servicios de Madame Mariposa o quedarme sola para siempre.

Boruto no recordaba haber conocido a nadie tan pesimista como ella, qué le sucedió para que ahora piense así. Por extraño que parezca él no quería que ella se sintiese así.

-Quizás no vuelvas a experimentar esos desolados sentimientos Sarada.
-¿Quizás? Para eso estás aquí ¿no?

Boruto suspiró hondo, aquello en verdad sería muy difícil. En especial si quería tenerlo cama adentro. En un par de horas a más tardar debería estar en casa.

En esos momentos su celular sonó. Era su padre. Sarada frunció el ceño pero nada dijo. El rubio atendió yéndose a parte.
-Papá....

-Boruto, lo sé todo. Madame Mariposa me acaba de contar la situación y tienes mi permiso - aquello lo hizo enrojecer de la vergüenza - Quédate con ella el tiempo que sea necesario.

-¿Qué? ¿Hablas en serio?
-Totalmente hijo, tranquilo.

-P-Pero no se si es lo que yo quiero hacer papá.
-Hazlo, no tienes opción
-Pero papá...

Había colgado, su padre le cortó el teléfono sin escucharlo siquiera. Acababa de consentir que sea vendido como una zorra ¿Qué demonios le sucedía a su padre?

Volvió al living con el celular en su mano aún, por su expresión ella supo que él no se sentía bien y lo peor era que tenía razón. No se sentía nada bien.

-¿Malas noticias? - le preguntó ella algo preocupada.
-Creo que sí.
-Siéntate ¿quieres algo caliente?
-Si, gracias.

Sarada salió unos momentos dejándolo solo. Boruto guardó su celular en el bolsillo para sujetarse la cabeza. No entendía por qué su padre no se molestó con Madame Mariposa, más bien la apoyó. Tendría que haberse ofendido mínimamente.

Y ahora él debía permanecer junto a esa chica ¿qué se suponía que tenía que hacer? ¿Llevarla a su cama durante el tiempo que ella así lo quiera, sin poder volver a su vida hasta que la jóven aristócrata se haya cansado de usarlo?

No sonaba nada lindo eso ¿qué se suponía que era él? ¿Una zorra más de las que formaban parte de Míster Perfecto? Eso nunca maldita sea.

No le molestaba entablar amistad con Sarada Uchiha, incluso intentar ir más allá pero de la forma adecuada como era debido y no así.

Ella volvía con un carrito donde había café y unos bocaditos. Ambos desgastaron aquello, pero ahora fue ella quien empezó a hablar ya que a él no se le daba hacerlo. La contemplaba sintiéndose acorralado en verdad.

-¿Te gustan los deportes Boruto?
-Si
-¿Cuál es tu favorito?
-Correr, practicar esgrima, natación, entre otros.

-En cuanto a la literatura ¿qué género prefieres?
-El terror
-Wow, amo el terror, pero también me gusta lo fantástico.

-He leído algunas historias de ese género que me encantaron
-¿Cuál es tu color favorito?
-El negro y el rojo

Ella sonreía, ya que con cada segundo que pasaba se sentía más atraída a ese rubio hermoso. Era perfecto para su persona.

Lamentablemente Boruto dejó de buscar lo bueno en ella, esto se debió a su repentina situación. Ahora con esos interrogantes, él se sentía un objeto al que estaban evaluando y valorando.

-Y dime Sarada ¿pasé la prueba?
-¿Eh?
-¿No me devolverás por venir fallado?

Aquello la hizo enrojecer de la vergüenza, hecho que despertó una sonrisa en él, sabía que no debía ser así pero es que en verdad estaba dolido.

-¿Cómo crees Boruto?
-Si estás feliz con lo que ves deberíamos cenar ¿no lo crees?
-Si, ven por aquí.
-Te sigo entonces.

Amor Inesperado ~ BoruSara ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora