Amor Inesperado ~ BoruSara ~

Reconciliación 💖

Boruto frunció el ceño al oírla decir aquello, en verdad ella desvariaba o simplemente no quería comprometerse con él y estaba inventando lo su supuesta novia.

Como sea, aquello no le resultaba nada gracioso, él jamás le haría eso a una mujer menos aún si se trataba de aquella que lo había enamorado. La miró molesto, porque era evidente que ella prefería pensar de su persona cualquier cosa antes que confiar en él.

—¿Es esa tu justificación para éstos días de ausencia Sarada? ¿Difamarme de esa manera?

—¿Difamarte? – ella estaba asombrada, había creído que él se empecinaría en negar sus acusaciones dándole motivo a ella para que le muestre las pruebas, pero en cambio su defensa era acusarla a ella misma.

Sarada no daba crédito a lo que oía de Boruto ¿en serio creía él que ella le haría algo así?¿Más aún cuando había logrado cautivarla de ese modo?

— ¿Qué otra cosa quieres que piense? Me estás acusando con una mentira.
—¿Una mentira? ¿Crees que me lo inventé?
—Por supuesto.

—¿Por qué entonces me enviaron esa foto y ese mensaje tan cruel?
—¿Por eso me estuviste ignorando todos estos días?
—¿Y qué iba a hacer?
—Hablar conmigo, preguntarme si es o no cierto. Confiar en mí.

Sarada miró para otro lado, por supuesto que había pensado en hacer eso pero su dolor era tan intenso que no soportaba la sola idea de saber que tendría que compartirlo. Además él nunca le dijo que la amaba. Nunca. ¿Cómo podría ella confiar en él si ni quiera estaba segura de su amor?

— Estaba dolida y enojada Boruto. No me cayó nada bien verte en brazos de otra ¿sabes?

— Sarada, primero que nada nosotros no somos novios — había empezado a decir él para dejar las cosas en claro y así poder formalizar aquello que ambos sentían, porque él si quería ir más allá con ella — Nunca formalizamos nada, por lo tanto nada debiste sentir al ver esa supuesta foto.

— Entiendo — sus palabras fueron como un puñal que atravesaban su corazón — Me equivoqué. Nunca debí suponer que te interesarías en mí. En verdad soy una tarada como tu novia me dijo en ese mensaje. Listo, todo aclarado Boruto. Ahora quiero bajar.

Él no podía creer lo terca que ella podía ser, no había empezado siquiera a decir lo que en verdad deseaba decirle, y ella ya había vuelto a malinterpretar las cosas.

Cuando ella quiso irse, él no se lo permitió, no la dejaría salir hasta haber aclarado las cosas maldita sea.

—¡No, nada está aclarado! No tengo ninguna novia. No hay nadie en mi vida ¿entiendes? Nadie.

— No es así ¿por qué entonces recibí esa foto y ese mensaje de tu novia si en verdad no tienes ninguna?

—No sé a qué te refieres, pero yo no soy esa clase de persona Sarada. No lo soy y me duele ver que pienses lo peor de mí.

—Pero ni siquiera me ves como tu novia. Lo acabas de confirmar.
—Es que no lo eres, al menos no aún. Por eso quiero aclarar  las cosas. Pero tu te adelantas malinterpretándolo todo.

Ella lo miró a los ojos, esos hermosos ojos color del cielo en un día de verano perdiendo el sentido una vez más. En verdad deseaba que él fuese suyo y de nadie más. Pero sus celos eran en extremo intensos.
Dejándose llevar por los impulsos y el deseo se abalanzó a él dispuesta a besarlo hasta perder el sentido al completo.

Pero él la detuvo, no por no desearla al contrario. La necesitaba al completo a su lado, quería que ella confiara en él en vez de dejarse llevar por las envidas de los demás.

— No Sarada, no quiero….
— ¿E-En serio? — preguntó ella en extremo lastimada.

—No quiero nada antes de aclarar las cosas —ella enrojeció hasta la raíz de su cabello sintiéndose más que avergonzada — No tengo novia, nunca tuve una. Solo efímeras relaciones y todas pasajeras.

Ella se alejó de él y miró para otro lado intentando conservar el escaso orgullo que aún le quedaba. No lo escuchaba ni quería hacerlo ya, porque nunca antes se había sentido tan humillada como en esos momentos al ser despreciada por él.

—¿Puedo irme ya? — dijo cortándolo bruscamente
—¿Qué?
—Quiero bajarme Boruto

—Pero aún no acabamos de hablar.
—No hay nada más que decir, tus actitudes lo dijeron todo.

—¿Mis qué? Sarada por dios ¿acaso no quieres ser mi novia oficial? ¿No me deseas ni un poquito?
—¿Cómo dices?

— Quiero que formalicemos, deseo presentarte al mundo como mi novia, mi dueña.

—No mientas ya, ni siquiera deseas que te bese ¿cómo entonces podría ser tu novia?

—Sarada ¿hablas en serio?
—Absolutamente, recién te quise besar pero me despreciaste.

—Por dios mujer, antes de pasar al romance necesito aclarar las cosas para que en el futuro no vuelvan a haber malos entendidos. No tengo novia, quien sea que te haya dicho o mostrado algo de mi te mintió y tú como la ingenua que eres te creíste todas sus mentiras. Pero yo deseo estar a tu lado. Es lo que quiero decirte y no me das lugar a nada.

Para ella era mucho más significativo e importante que él ceda a sus deseos y no tanto que hable. Por eso ella seguía cerrada a él.

—¿Quieres que sea tu novia? ¿Es cierto?
—Si maldita sea, lo es.
—Entonces nunca debiste despreciarme, ni dejarte besar por ninguna otra. Solo quiero que tengas ojos para mí, pero eso no es posible ¿cierto?

Boruto la observaba en silencio, no podía creer que ella fuese tan celosa y obstinada. No le importaban los detalles, sino la acción al parecer. Sus caprichos al completo.

— Si fuésemos novios por supuesto que sería posible, cuando sea tuyo seré tan tierno y leal que no habrá nadie que logre despertarte los celos porque sabrás cómo soy.

—¿Y qué esperas para empezar a demostrarme todo eso con hechos entonces?

—Es lo que estoy intentando hacer, pero eres muy problemática.
—Es que sigo dolida por lo de tu auténtica novia
—No hay tal novia

Ella sacó su celular y le mostró la foto y el mensaje a lo que él quedó en una pieza. Esa sin duda era Brisa, maldita perra. Apretó los labios con furia.

—Caíste en su trampa Sarada. Ella es Brisa y ésta foto es de hace un año y medio. Fue una de mis conquistas. Nada serio.

—¿Brisa? ¿Ese es su  nombre?
—No es ni será jamás mi novia. Por eso quería aclararte las cosas para que no vuelvas a caer en su trampa ni en las de ninguna otra más.

Ella sintió que le quitaban un gran peso de encima, su corazón se relajó y su semblante se le iluminó. Sonrió feliz despertando la molestia en él. No soportaba que ella fuese tan terca e ingenua.

—Gracias por aclarármelo mi amor – le dijo Sarada dejándose llevar por el amor que sentía hacia él.

— Al fin, sentía que estaba a punto de enloquecer Sarada.
—¿Me amas Boruto? Necesito saberlo.

—Sarada, estoy loco por tí mi amor.
Esta vez fue él quien la estrechó entre sus brazos besándola con voracidad, estaba tan necesitado de ella que sentía que iba a perder el control y poseerla allí mismo.