CAPÍTULO 13

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Me encantan las puestas de sol, siempre me traen una gran paz y una extraña alegría. Recuerdo cuando papá me preguntó qué era lo que quería para mis veintiún años, solo pedí tener la hermosa vista del Sunset de la Gran Casa y me dio algo mejor; un gran  apartamento con la maravillosa vista al centro de la ciudad, donde está la Aguja Espacial. El sol se oculta entre los edificios y provoca que unos hermosos rayos de colores se filtren por las ventanas cuando las cortinas están entre cerradas.

El ver esas imágenes me me ponen de muy buen humor. Yo creo que por eso papá decidió regalarme este lugar, para tener controlado mi fuerte carácter.

Y acordándome de Grey...

Cuando volví al día siguiente para seguir trabajando estaba un poco reacio ante la idea de que yo saliera con chicos. Algo le hace ponerse ansioso, aunque le divierte lo descarada que a veces es mi madre, papá siempre se nota incómodo cuando hablamos sobre temas sexuales, y el problema es que solo es conmigo, con Ted no tiene ningún problema. Eso me hace pensar mucho ¿qué habrá pasado para que papá tenga que ser tan sobre protector en esos casos? Obvio que cualquier padre es más protector con las hijas que con los hijos, pero la manera en la que papá se pone es como si alguien fuera a hacerme daño. Algún día tendré que investigarlo con mamá.

* * *

El sábado por fin ha llegado y yo tengo una —¿cita? ¿reunión?— con Eric. Ted ha vuelto hacer de las suyas con una mujer y necesita de mi ayuda, no fui de mucha la última vez, pero aun así ya se le ha hecho costumbre hacerme partícipe de sus rompimientos dramáticos. Cuando le dije que tenía planes, supuso que saldría con Claudeth y amigos, pero no, su sorpresa fue notable cuando lo saqué de su error y le dije que saldría con un "amigo". No lo culpo, pues era obvia su reacción, ya que yo nunca le digo con quién salgo y a dónde, solo a papá. Así que el inquisidor de mi hermano estuvo un poco molesto bombardeándome con preguntas acerca del susodicho con el que saldré esta noche. No le dije que ese amigo era Eric porque, o bien, armaba una escena, o hacía cita doble; él con Hannah, la hermana menor de Eric.

Cuando estoy lista subo a mi coche y me pongo en marcha. Mientras conduzco, recibo una llamada de un número desconocido, y me molesta que de inmediato se me viene a la mente Grey diciendo: "no contestes llamadas de números extraños, Bee".

Ruedo los ojos y contesto. Esa es mi rebelión.

—¿Si?

La rica voz con acento alemán de Eric me recibe.

Bonita... Estoy en la barra esperándote. ¿Has conseguido lo que querías que ya no quieres saber de mí? Porque yo casi no te he exprimido, así que quiero tu bello trasero junto a mí.

—Estoy en camino, chico alemán. Y la idea de exprimir no me resulta atractiva ni mucho menos placentera, y además... ¿quién diablos te dio mi número?

Él ríe como un niño con un malicioso secreto.

—Me agrada tu boca sucia. Pero ¿sabes qué me gustaría más? Limpiarla, y luego ensuciarla. Respecto a tu número, tengo conexiones. Claro está que no el amigo del amigo del amigo, ¿o cómo era? Así que no te diré. Apresúrate.

Y cuelga. Le frunzo el ceño al manos libres por ser tan grosero, pero inevitablemente me da un poco de risa. Creo que Eric se llevaría muy bien con mi padre...

Llego al elegante lugar que es el Sensations y doy un profundo suspiro. Bien, estoy en una aventura. Voy a divertirme, voy a tener mucho sexo intenso y ardiente en un lugar desconocido para los que tienen el complejo de relaciones vainilla. No habrá culpas o remordimientos, no voy a pensar mucho en que si alguien llegara a verme aquí y le contase a mi padre va a disgustarse y decepcionarse. Si lo hicieran... Por lo menos me habré divertido y no me habré quedado con el pensamiento: "¿Y si lo hubiera hecho..?". Así que mejor me dispongo a disfrutar lo que Eric tiene preparado para mí.

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