CAPÍTULO 31

710 57 9
                                    

Me recuesto en el asiento y digo lo más impasible que puedo: —. Ahora no puedo hacer eso Eric, estoy trabajando.

—Lo sé, bonita. Pero necesito hablar contigo, no puedo dejar las cosas así. Por favor.

Suspiro y me masajeo la sienes que empiezan a pulsar a un ritmo constante.

—Yo tampoco Eric, pero tengo unas cosas que revolotean en mi mente y necesito despejarlas. Habrá tiempo después para hablar.

—Cosas respecto a qué.

—Sobre lo que pasó en el Sensations con Natasha.

Con solo oír su nombre bufa.

No sé si es por como es Eric o por simple fantasía me imagino que está haciendo pucheros cuando dice:

—¿Hasta cuándo te veré?

—No lo sé.

—Está bien. Estaremos en contacto. Piensa bien las cosas entre nosotros, Bee, piénsalo muy bien.

—Sí —le digo y cuelgo.

Bien, esa ha sido una conversación normal... Supongo. Con la plática aún rondando en mi mente, ordeno unos cuantos archivos, apago el ordenador y después de despedirme de mi madre, me voy a casa.

Subo a mi coche y mi celular de inmediato suena con un mensaje, mi corazón se paraliza pensando que es Eric, pero mirando la pantalla del móvil me llevo una pequeña, pero pequeñisima desilusión al ver que el mensaje es de mi hermano avisando que se quedará a dormir en mi apartamento.

Claro que lo hará, solo me utiliza de hotel cuando la soledad de la Escala lo atormenta. Ted queria compartirla conmigo pero yo siempre he sido independiente y me gusta mi propio espacio, no sé por qué le rogó a papá (el cual muy, muy reacio aceptó) que le diera el penthouse, sí, las vistas son increíbles, pero es demasiado grande para una persona. Papá tenía viviendo a su hombre de confianza Jason Taylor, antes de mamá tuvo una vida y ha de haber tenido que llevar a mujeres ahí, eso que ni quepa una duda, aunque por más que se burlaran de él creyéndolo gay. Algunas personas sabemos guardar muy bien los secretos... Tal vez no era de los que "besan y cuentan" o de los que "follan y divulgan". Quién sabe.

Aparco el coche en el estacionamiento de mi edificio, subo el ascensor, marco el código de mi piso y tarareo hasta que llego a él. Busco las llaves en mi bolso, cielos... ¿Por qué no simplemente dejo de utilizarlo? Al fin y al cabo que no necesito nada de su contenido. Saco las benditas y casi me doy de bruces al mirar a Eric recargado en la puerta de mi casa como si fuese modelo de ropa interior, mi respiración se atasca con su aspecto... ¡Dios! En traje y en cualquier ropa es ardiente. Él me sonríe de lado mientras me acerco hasta quedar frente a frente.

-¿Qué haces aquí?

—Es obvio, vine a verte.

Miro hacia el elevador que marca estar en el primer piso, ha de estar subiendo alguien... Tal vez Ted.

—No puedo hablar contigo Eric, no hoy. Mi hermano puede estar subiendo en estos precisos momentos.

Él alza ambas cejas, como si estuviera herido. Oh no, bebé...

—¿Te avergüenzo?

—¿Qué? ¡No! Sólo, por favor... Theodore es celoso como el infierno, no puede verte aquí, hará escándalo como no tienes idea.

Él sonríe, tal vez deseando que eso pase, ¡está jodidamente loco!

—Le caigo bien a tu hermano.

Su sonrisa arrogante no se la quitarían ni con un guantazo.

—Eric, no.

—Phoebe, sí.

RevealedWhere stories live. Discover now