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La puerta de la habitación se abre estrepitosamente mientras ambos caminan guiándose por su instinto hacia el interior. Es como si quisiesen recuperar el tiempo perdido y no separar sus bocas del contrario mientras la menor juguetea con la cabellera de su hombre.
Jin cierra la puerta tras haberla pateado y solo en ese momento se permiten respirar.
– Estamos en mi habitación. – Lisa menciona mientras su pecho sube y baja. – Aun recuerdo el camino. – responde simple el alfa.
Situación que provoca un escalofrió por todo el pequeño cuerpo pues la mirada de Jin es diferente, como si su instinto mas salvaje estuviera a flote y con un solo atisbo devorara su cuerpo que poco a poco se sentía caliente al responder por la situación. – Puedes detenerme ahora, jamás te obligaría a algo que no quisieras princesa. – el apodo que por años odió nuevamente se siente en simpatía.
– Cállate, no arruines este momento con tu caballerosidad porque lo que menos quiero ahora, es que lo seas. – Jin sonríe ante el descaro de la joven.
Al tenerla así, sumisa y dispuesta se da cuenta que Lisa ya no es una niña y esa estúpida idea con la cual se trató de convencer durante años está lejos de una realidad.
Jin no lo pensó más, así que ante la atenta e inocente mirada de la joven retiró la camisa dejando ver su estructural cuerpo, hombros anchos y espalda superior realmente eran mucho más imponente en ese momento donde ninguna tela la disimulada.
– Por la diosa luna Seok Jin, ¿todo eso escondes? – Lisa no podía dejar de mirar, es la primera vez que ve a un hombre desnudo frente a ella así que ante ese repentino pensamiento se da cuenta que Jin solo tiene una sonrisa socarrona en su rostro.
–¿Ahora me dirás que te has acobardado? . – camina lentamente hasta ella mientras Lisa retrocede sintiendo como una clase de presa.
– Eres hermosa Lisa, siempre lo has sido. – el alfa le dice una vez llega al inicio de la cama y deja un beso sobre la frente que significa muchas cosas.
– Yo quiero ser solo de ti Jin. –
De manera lenta y sin prisa, el alfa quiere tomarse con calma ese precioso momento que guardará por siempre en su corazón. Está con la mujer que ama, y eso no puede ser remplazado con nada, incluso las consecuencias y los pensamientos negativos sobran cuando están dispuestos a entregar su corazón.
Empieza besando cada uno de los ojos, logrando un recorrido de besos de manera lenta y tierna por todo el pequeño rostro de la omega. Acto que hace a Lisa sonreír tímida y complacida por tan intimo trance, sabe que Jin está reconociéndola y su corazón no podría sentirse tan dichoso mientras que de su boca se escapan suspiros.
Es como estar en un sueño.
Llega al cuello donde su lengua es la nueva participante, se deleita con la suavidad y frescura de la piel lechosa. Lisa inclina la cabeza para darle mayor exposición mientras Jin lo agradece pues justamente en ese espacio es más intensa la fragancia que lo hace babear
Sujeta su cintura mientras la rubia opta por colocar sus manos en los inmensos hombros, y aunque a veces frunce el ceño por los chupetones que está segura marcarán su piel no puede evitar sentirse complacida por ese dolor satisfactorio.
Las cálidas manos empiezan a hacer su trabajo desabrochando los botones del pijama de Lalisa mientras sus labios vuelven al húmedo y esponjoso lugar. Un beso lento que demuestra la pasión, consideración y promesas que no pueden decirse en ese momento.
Jin está amando a su omega con toda la calidez que ella merece al reclamar su cuerpo.
Lentamente la deja caer sobre la acolchonada superficie permitiéndose retirar la parte inferior de la prenda y así exponer el cuerpo que durante muchos años fantaseo tocar. – Eres aún más hermosa. –
La imagen de la omega debajo de el es gloriosa, mejillas sonrojadas, labios húmedos y la temperatura en sus cuerpos aumentarse por cada toque que parece quemarles.
Sin más por perder Jin pide permiso con su mirada hacia la mujer quien facilita el trabajo y arquea la espalda, las agiles manos desabrochan el sujetador. Sus senos se liberan mientras la oleada de vergüenza le recorre al sentirse tan expuesta cubriéndose por inercia pero Jin se asegura que no sea de esa forma, así que deja un beso sobre aquellos brazos que le impiden contemplar una obra de arte.
– No sientas vergüenza Lisa, para mí eres la creación más hermosa. – sus palabras calientan el corazón de la mujer. Con el valor recaudado en ese momento poco a poco descubre sus pezones rosados.
Jin acerca su rostro a esos perfectos pechos que no duda ni un segundo en masajear y apretar. Ambos requieren atención así que mientras uno está en su boca succionado y mordisqueando, con su mano izquierda juega con el pezón que lentamente se vuelve más sensible.
Lisa arquea la espalda por el placer nunca reconocido mientras sus piernas se aprietan para evitar gemir al ser tan susceptible a la lengua ajena.
Está a su merced, lo sabe mientras aquellos minutos solo se centra en sentir las emociones y los aromas se intensifican ante la evidente excitación que ambos experimentan. Un tiempo ha pasado cuando Jin sonríe satisfecho por el trabajo que ha logrado tras sensibilizar ambos senos
Con un camino de besos llega al vientre plano. Lisa parece haber arrojado una serie de lubricante natural que le confirma lo tan deseosa que está, al igual que él.
Una de sus manos recorre la largas y firmes piernas posicionándolas en un triangulo y sea más fácil quitar la prenda intima.
– Princesa... - llama.
– ¿Puedo continuar?. – buscar siempre la afirmación de la chica. – Puede alfa. – su cerebro parece haber desconectado su boca y solo el deseo como el anhelo es quien los hace reaccionar.
– No voy a poder dejarte ir después de esto. – el hombre recorre la prenda intima por toda la piel.
– No lo haga, manténgame a su lado. – las promesas se vuelven intensas y Jin puede ver la hermosa entrada rosada.
– Lisa, ¿aceptarías a este idiota alfa en tu vida?. – ella le sonríe.
Estar dentro de ese cuarto, con la temperatura en sus cuerpos los hace finalmente suspirar en tranquilidad, han esperado por mucho tiempo. Y finalmente ella está preparada para recibirle.
– Callate y besame. – su carácter sigue siendo así de demandante aun en la cama
Jin prepara la húmeda cavidad con sus dedos mientras se deleita con los gestos de su menor, es tan hermosa como la misma luna. Decide recordar ese día por el resto de su vida, la primera noche junto, la primera vez que se siente feliz después de alejarse, después de vivir con mierdas.
Decide ser feliz y marcar lo que está hecho para él, pues el alfa ha nacido por ella.
Se posiciona entre las piernas y entra lentamente para no lastimar la estrecha entrada, puede sentir su palpito, ve su dolor, pero entiende que después de un rato cuando entre por completo y aunque esas paredes le sigan apretando él se dedicará a darle placer
Y hacerla feliz.
– Eres mía. –
Lisa después de muchos años ha escuchado las palabras que la han llevado a tocar cielo, gracias a las embestidas constantes que hacen su cuerpo revotar sobre su eje.
Esa noche se entregó no solo en alma al hombre de su vida, porque esa ya le pertenecía, sino que ahora también su cuerpo ha sido marcado por él al exigir su lugar y dejar una preciosa marca de enlace sobre su hombro.
No hay vuelta atrás y ahora hay mucho por lo cual vivir.
Las noches de tormenta dejaron de ser una pesadilla para retornar a un hermoso recuerdo de pareja.
