CAPITULO 6

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Los recuerdos que están grabados en el corazón, jamás desaparecen. Aunque a veces se oculten o parezca que los olvidamos...King, hay algo que siempre he querido decir...siempre te he amado, y siempre te amaré.

Diane a King, Nanatzu no Taizai. S4:Ch7.

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BLANCO COMO LA NIEVE

CAPITULO 6

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Su viejo Schorn brillaba intensamente gracias a la nueva capa de barniz que el luthier le había aplicado. Había cambiado su primera cuerda con una nueva hecha de tripa, logrando que intensificara su sonido. Las demás cuerdas, de metal, aún estaban en buen estado y fue más fácil afinarlas. Luego, para vestirse, eligió un traje, sin chaleco, de color negro y camisa blanca, conjuntando una corbata gris oscura. Luego, se peinó con gomina el pelo. También examinó su arco, por enésima vez. Revisó sus zapatos, brillantes y de charol. Vio su reflejo en un espejo, sólo para darse cuenta que su mechón de pelo recién peinado no se quedaría fijo de ninguna manera, como siempre.

- ¡Violines! ¡al frente! ¡Chelos y violas, por detrás! ¡Clavicordio, al final! -

Félix interrumpió sus pensamientos, para ponerse en guardia, como era lo habitual. Su querido Schorn en la mano izquierda, su arco en la derecha, y la partitura en su mente, expectación en su corazón.

Al día siguiente, él cumpliría veinte años, y según lo estipulado en el testamento de su padre, Félix se haría cargo de las empresas al año siguiente, cuando cumpliera veintiuno.

Detrás suyo, sus compañeros dejaron la cháchara y también se prepararon para entrar al escenario. Era un auditorio pequeño, alquilado por la organización benéfica que estaba realizando esa presentación.

Y con este último concierto, él se despediría del Conservatorio, porque ya no podía asistir más y dejaría inconclusos sus estudios. No es que no supiera tocar, pero hubiese querido terminarlos, si tan sólo no tuviese que estudiar Economía en la Universidad...

- ¡Graham! - le habló su director. - Descansaremos unos segundos antes de L'Invierno para que reacomodes la postura-.

Él asintió la propuesta, tenía el mal hábito de menearse violentamente al tocar el violín. Y muchas veces, alguna nota le salió desafinada por dichos movimientos, sólo esperaba que hoy eso no sucediera.

Y a pesar de todo, de repasar y repasar su postura y su presencia, él en medio de todo, se sentía nervioso y ansioso. Presentía que algo iba a pasar, aunque no tuviese claro qué: ¿una tormenta? ¿un apagón? ¿una cuerda rota?. Con desesperación, volvió a inspeccionar su Schorn y simplemente, lo vio perfecto.

- ¡Graham! - llamó otra vez su director. Félix alzó la cabeza y la mirada severa del director lo trajo de nuevo a la tierra. - Todo saldrá bien -.

Félix asintió nuevamente, dio un paso, otro. Y las cortinas del telón se descorrieron sólo un poco como para que pasasen de uno en uno.

Y así fue cómo lo vio Marinette Dupain-Cheng, una noche en Londres, en una auditorio pequeño y antiguo.

---Blanco como la Nieve---Felinette/MLB---Epílogo de "Desde Londres con amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora