Capítulo 8. Debate acalorado

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SIENNA

Observé con rabia contenida cómo la mano de Aiden alcanzaba el papel que Charlotte había dejado sobre la mesa. La idea de que sintiera curiosidad por leerlo me hacía hervir la sangre.

¿Realmente estaba eligiendo a su madre antes que a mí? Se había dado cuenta de que estábamos emparejados de por vida, ¿verdad?

Con un poco de suerte, a Charlotte sólo le quedaban unos pocos años antes de estirar la pata.

Di un paso hacia él y separé los labios, pero antes de que se me escapara una sola palabra, levantó un dedo y se acercó a la papelera, dejando caer en ella la hoja doblada.

- Esto no significa que me haya puesto de tu lado —dijo con frialdad.

Me quedé atónita, pero sobre todo aliviada. Quizá no le habían lavado el cerebro como yo pensaba. Aun así, el hecho de que tuviera dudas sobre con cuál de los dos se pondría del lado de él me ponía furiosa. Necesitaba saber cuál era su posición real.

- ¿Qué significa? —pregunté.

- Sienna, entiendo de dónde vienes, pero ese artículo no te hizo ningún favor.

- Y tus padres tampoco —respondí.

- Deja que me encargue de ellos —dijo, entrando en mi espacio.

Sí, está bien, Aiden. No es que hayan estado pisoteándote...

Era tan típico de él pensar que podía intimidarme de esta manera. Así era como manejaba a cualquier otra persona que lo cuestionara, pero no funcionaba conmigo. Lo conocía por lo que realmente era.

Había visto su compasión, su dulzura, por lo que todo este drama entre nosotros me estaba matando.

Tal vez si le hiciera ver lo que yo veía, entendería por qué había sido tan hostil con su madre.

- Aiden, estás bajo su control. Da un paso atrás y mira todas las cosas que te están empujando a hacer.

- ¿No acabo de tirar la declaración redactada por mi madre? —protestó—. ¿Crees que me gustó que mi madre me acusara de incompetente delante de todo mi consejo?

¿En serio? No podía creer que después de toda esa interacción estuviera dolido por cómo se veía delante de sus amigos.

Tal vez me equivoqué al decir que había esperanza de que pudiera ver las cosas desde mi perspectiva.

- Entonces, ¿eso es lo que crees que estuvo fuera de lugar? ¿No estuvo mal lo de prometer que me sometería a ti en la próxima luna llena?

- Todavía estoy esperando que propongas una solución a ese problema —respondió—. Acceder a reprogramarlo me ahorraría muchos dolores de cabeza.

- Sacar a tus padres de encima nos ahorraría a ambos muchos dolores de cabeza —dije secamente—. No entiendo por qué dejas que se salgan con la suya.

- Al fin y al cabo, siguen siendo mis padres, Sienna. Pensé que tú más que nadie lo entendería.

¿Realmente me estaba llamando hipócrita?

Una cosa sería si sus padres fueran gente encantadora y yo estuviera siendo una compañera loca y celosa, pero su relación con Charlotte y Daniel era tóxica. Estaba realmente desconcertada de que no pudiera ver eso.

Aiden estaba muy equivocado si creía que su madre se merecía que se le permitiera todo simplemente por ser de la familia.

- Disculpa, entiendo lo que significa tener una relación sana con tus padres. Una basada en el respeto y la empatía, no en las herencias y la política. Así no es como se tratan las familias sanas, Aiden.

Lobos milenarios (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora