Capítulo 7. Control de daños

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AIDEN

Entonces, esto es lo que significa amar a alguien...

Si cualquier otra persona me hubiera creado tantos dolores de cabeza como Sienna esta última semana, la habría echado de la manada, pero sin importar lo que pareciera hacer, esta pequeña brasa de devoción seguía brillando en lo más profundo de mi ser.

Miré al otro lado de la mesa a mi gabinete. Josh, Jocelyn, Rhys, Nelson y, por supuesto, Sienna. Dios, tenía un aspecto especialmente delicioso, y sabía que era a propósito.

Todos los demás parecían inquietos y evitaban el contacto visual conmigo. Podían sentir la rabia que se cocía a fuego lento bajo la superficie.

Había convocado esta sesión de emergencia después de que salieran las noticias de la tarde. Sabía que todos habían leído ya la historia, pero me aseguré de tener una copia física, que ahora estaba enrollada en mi puño cerrado.

La golpeé contra la mesa y la deslicé por la pulida superficie de roble para que todos pudieran leer el titular impreso en letras gruesas en la primera página:

LA COMPAÑERA DE ALFA ESQUIVA A LOS GUARDAESPALDAS PARA EMBORRACHARSE EN UN BRUNCH

- ¡Sigues dando de qué hablar! —rugí, mirando fijamente a Sienna—. Ahora tenemos que lidiar con las secuelas del festival y este embrollo.

- No es tan grave, Aiden —dijo Rhys con dudas—. El titular es sensacionalista, pero si lees el artículo...

- ¿Cuánta gente crees que ha leído realmente el artículo? —grité—. Y sí es tan malo, Rhys. Déjame leerte unas líneas.

Me acerqué a la mesa y cogí el papel, partiéndolo casi en dos cuando lo abrí.

- Y cito: "Semejante desprecio por el protocolo de la manada llevaría a cualquier lobo racional a creer que Sienna Norwood no tiene interés en atender sus responsabilidades como compañera de nuestro Alfa y que, en cambio, prefiere dedicar su tiempo a disfrutar de las ventajas de su posición". Fin de la cita. Todo este artículo hace que Sienna suene como una insípida loba obsesionada con la fiesta y el gasto del dinero de la Manada. Estas acusaciones no sólo hacen que Sienna se vea mal, sino que dan mala imagen a todo este consejo. Cada uno de ustedes debería estar tan furioso por esto como yo. Nos dejamos la piel por esta Manada, y no voy a dejar que un periodista de pacotilla manche nuestra reputación. No importa que Sienna sea mi compañera. Se trata de cómo este grupo es percibido por el público.

- ¿Qué crees que debemos hacer? —preguntó Josh.

- No lo sé. Por eso he convocado esta reunión —respondí, cruzando los brazos. Odiaba la rabia que me producía este artículo, había sido el último empujón para llevarme al límite.

Entre mis padres, la obstinación de Sienna y la reacción del festival, estaba dispuesto a atravesar la pared con el puño.

- La Manada necesita saber que apoyas a tu compañera. Deberías hacer una declaración defendiendo las acciones de Sienna —respondió Jocelyn—. Si atacas al periódico, sólo le das más credibilidad a la historia.

Naturalmente era lo que Jocelyn quería. Sería bueno para Sienna y para mí, pero empeoraría las cosas con la prensa.

Había evitado a propósito hacer cualquier declaración que les diera una pista de lo que sentía sobre las acciones de Sienna en el festival.

Eso lo dejaría muy claro.

- Si hace eso, Aiden parecerá un pusilánime —contraatacó Nelson.

Lobos milenarios (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora