Biblioteca. castigo parte 1

4 1 0
                                    

Siento mi respiración algo agitada. Durante el día evite lo más que pude a Ronald. Si el estaba en un pasillo yo me iba por otro, si el estaba con Margoon yo me esperaba a que se alejará para acercarme a ella. Si me lo encontraba por los pasillos y trataba de acercarse me distraía con algo o alguien para evitarlo.Lo sé. Se que lo que estoy haciendo está mal, pero estaría más mal si mis padres se llegan a enterar de esto. Tomo mi mochila del casillero justo usando el entra y me ve. Cierro la puerta de este y tomo mi celular con la esperanza de que alguien me envíe algún mensaje.Se comienza a acercar más a mí cuando mi celular suena. Es mi hermano mayor.— ¿Si? -contesto con rapidez mientras salgo de la habitación, dejando solo a Romeo una vez más.— Estoy fuera, ¿a qué hora sales? -pregunta del otro lado del teléfono.— ¿Estás aquí? -pregunto con sorpresa. Logro escuchar una risilla burlona de su parte y podría jurar que de seguro está apoyado en la puerta de su auto.— Si, mamá me mandó por ti -hace un pequeño gruñido— Con eso de que ahora sales tarde por "estudiar" en la biblioteca -agrega. Cierro los ojos con fuerza y me detengo con brusquedad. Había olvidado el hecho de que les mentí con la intención de que me dejaran ayudarlos con mis boletas y el único que me descubrió en la movida; cosa que fue gracias a Vale, fue Rey.— Ya entendí, voy saliendo -digo mientras bajo por las escaleras que dan al pasillo que me llevará al foro y luego a la salida.— Ok, aquí te espero, July -dice para despues colgar.Camino rápido hacia la salida y justo entonces me encuentro a mi hermano en la esquina que está enfrente de la escuela apoyado de brazos cruzados en un Mazda negro, algo usado. Me busca con la mirada y justo cuando me encuentra me sonríe y extiende su brazo.Corroe con cuidado hacia él para saludarlo de beso y abrazarlo con fuerza.— WOW, no sabía que me extrañabas tanto -se burla mientras me abraza. Me despegó un poco de él y le doy un golpe leve en el hombro— Auch, ya decía yo que era demasiado cariño para ser verdad -añade entre risas.Me subo a su auto y justo cuando cierro la puerta veo por la ventana como Ronald me mira a lo lejos.Ok, esto es algo... incomodo. A comparación de mis dos hermanos yo no me parezco mucho en ellos, es como si la genética no fuera mi mejor amiga y parezco más alguien desconocido.Muchas veces me han confundido como novia de ellos dos y créanme que eso es lo más incómodo que te puede pasar.Mi hermano arranca después de entrar y poner seguro a las puertas.— ¿Todo bien? -pregunta cuando estamos por llegar a casa. Todo el camino me la pasé mirando hacia la ventana y solo contestaba preguntas rápidas que me hacía de vez en cuando.— ¿Qué? -pregunto sacada de mi pequeño trance.— Desde que saliste no has dicho nada, solo el estoy bien de hace media hora. ¿Ocurrió algo? ¿Alguien te molesto? porqué si es así yo puedo hacer un giro en u para ir a ...-no dejo que siga cuando río.— No, Rey. Estoy bien. Solo tuve un día... complicado -y ni que lo diga. Aún no puedo borrar esa escena del beso de mi mente. El solo me sonrió con los labios en una línea para después regresar su atención en el camino.Vuelvo a mirar por la ventana como las calles que me rodean se comienzan a volver más solitarias y frías. Los faros de luz que hay en estas pasan por mi lado con rapidez, iluminando mi rostro de vez en cuando. Aún no puedo creer que haya hecho algo como eso hoy. ¿porqué lo hice? o más bien ¿porqué no me contuve? siempre había logrado controlar mis emociones, siempre creí que así sería, que eran como una llama que solo se encendía cuando yo lo quisiera, pero al parecer no tengo el control de muchas cosas.Después de un rato llegamos a casa y lo único que hago es tirarme en la cama. Hoy mi mamá hizo pescado a la plancha, mi favorito, pero por alguna extraña razón no tengo hambre. Solo subí a mi habitación con el único deseo de dormir para olvidar lo ocurrido.Doy un gran suspiro al mirar una vez más el techo, en el cual aún seguían las pegatinas de estrellas que tenía desde los 4 años, las cuales siempre veía tan cerca pero hoy era diferente, se sentía como si se estuvieran alejando de mí. Como sí aquel techo que una vez creí que tenía cerca ahora estaba más arriba que de costumbre.Extendí mi mano para tratar de alcanzar algo que me ayuda a aclarar mi dudas, pero justo entonces un flashback de Ronald encaminandome a aquella azotea me llega a mi mente logrando que todo el control que una vez creí tener se desparrame. Bajo el brazo que tenía extendido y lo tiro en la cama.Mi celular hace un pitido que me da a entender que tengo un mensaje. Lo tomo de la mesa que tengo a un lado y abro sin siquiera ver de quién se trata.Lo único que encuentro es sólo unas palabras que me dan miedo.


ALUMNO(A) JULIETA VALTINO. FAVOR DE PRESENTARSE EN LA OFICINA DE SUBDIRECCION EL DIA DE MAÑANA A LAS 9 AM.

ATTE. DPTO. ESCOLAR Y ARCHIVO

A la mañana siguiente me levanté con un poco más de energía que el día anterior. Mis papás me acompañarían hoy a la escuela, pues el mismo mensaje que a mí me enviaron también les llegó a ellos a su correo. Para mi suerte solo tendría que asistir a una clase, la cual me tocaba a las 8 de la mañana. Cuando terminó y siguió la otra una chica algo mayor que yo vino a mi aula a pedirle permiso al profesor de robótica para llevarme a la subdirección. Muy a su pesar me dio permiso y yo solo deje mis cosas en el banquillo y salí del aula siguiendo a la chica.Cuando llegó a la oficina mis padres junto con una mujer delgada y morena están en la oficina discutiendo con la profesora Jaqueline, quién tiene a un lado a otra maestra, creo que se llama Bella, pero siendo sincera no se quien es.— ¡Esto es algo inaceptable! -se queja aquella profesora mientras que la sub directora solo está callada. Dejo cerrar la puerta a mis espaldas logrando un estruendo en el lugar y captando la atención de la mujer morena delgada y mis padres. Cuando ella se gira me doy cuenta que tiene unos ojos idénticos a los de Romeo y su tono de piel se asemeja al de él, la única diferencia que encuentro es su tono de cabello, el cual es rubio, pero tal vez este teñido.— Perdon -digo casi en un susurro. La sub solo me sonríe y extiende una de sus manos para señalar un asiento a lado de mis padres.— Pasa, linda. -dice y yo solo le hago caso de que me siente en ese lugar. Me acomodo a un lado de mi mamá, quién al verme solo me toma por una de mis manos y me sonríe, aunque puedo notar algo de preocupación y tristeza en sus ojos. Se muy bien que cuando hace ese gesto es porque algo no está bien.Después de un rato la puerta se vuelve abrir, dejando entrar a Ronald. Cuando nuestras miradas se encuentran solo hay duda y curiosidad sobre lo que está ocurriendo aquí. La profesora Jaqueline vuelve a hacer el mismo gesto que me hizo a mí con él y solo le pide con una sonrisa que se siente junto con quién creo es su madre.Ok, esto es extraño y algo incómodo.Me acomodo un poco en la silla de plástico en la que estoy sentada y miró con nervios a las dos profesoras que tengo delante de mí.La maestra Bella solo me mira y cuando quiere volver a abrir la boca la subdirectora de adelanta en hablar.— Chicos, ¿saben porqué los citamos aquí junto con sus padres? -pregunta apoyando sus manos juntas en su escritorio de metal. Ronald y yo intercambiamos una leve mirada y luego la volvemos a mirar con duda y algo de miedo.— Hay, no puede ser -se queja la profesora que está a un lado de ella. La subdirectora solo la mira de reojo y con eso basta para que cierre la boca.Vuelve a mirarnos,pero ahora sin una sonrisa en su rostro. Miro de reojo a mis padres. Mi papá tiene los dientes juntos, como si estuviera aguantando las ganas de gritarme o regañarme al verme, lo puedo notar por lo resaltada que está su mandíbula. Mi mamá solo mira sería a la profesora y como dije antes eso significa una sola cosa. Que nada está bien.

Di ¡No! al cliché [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora