El problema pt.1

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«Nos vemos luego»Dios, ¿quién diría que esa promesa me pondría tan nerviosa? Camino por los pasillos de la escuela con una sonrisa en el rostro, y sintiendo como si lo que pisará fueran las nubes y no el suelo de concreto.Salgo de la dirección después de avisar mi llegada y me dirijo al salón de clases.— ¿Y esa sonrisa? -me pregunta coqueto Cole a mi lado, logrando que casi pegue un brinco y grito del susto. Una sonrisa burlona se le dibuja en el rostro al verme que me tomo el pecho para tranquilizar mi respiración.— Tu sí que encuentras la manera en cambiar mi humor -ironizó comenzando a caminar. Escucho a mis espaldas su risa y aunque sé que debo de molestarme por lo que dice al final terminó sonriendo.— ¿Y? -pregunta a mi lado, mientras subimos las escaleras para ir a nuestros salones. Le hecho un vistazo corto y regreso mi atención al frente, negando con la cabeza.— ¿No me vas a contar?— ¿Porqué lo haría? -pregunto sonriendo.— ¿Porque te ayude a aclarar tus sentimientos? -añade con un tono extraño. Como cuando dices algo lógico. Ruedo los ojos y me detengo por unos instantes para verle la cara. Solo lo miro, tratando de buscar las palabras correctas para describirle lo que pase con Ronald, pero al parecer mis sentimientos son reflejados en mi rostro que noto como el rostro de Cole, el cual estaba con una sonrisa burlona y ojos semi cerrados cambia a una donde su boca se abre al par al igual que sus ojos. Levanta una mano a su boca y se muerde los labios.— ¡No..! -se calla— ¡No me digas que lo hicieron! -dice cerca de mí en un susurro tan bajo que solo yo pude escuchar. Mire a otro lado, sintiendo de nuevo mis mejillas calientes.— No -susurro con fuerza. Miro a mi alrededor para saber que nadie nos escuche y luego me dirijo a él— Solo... dormimos juntos, ¡Solo dormir!. ¿ok? No hubo -hago unos movimientos con mis manos señalando mi cuerpo y luego el suyo— Ya sabes, ese tipo de acercamiento -añado bajando mis brazos con brusquedad, logrando que choquen con mis caderas.Cole se muerde los labios ante mi reacción, como si estuviera conteniendo las ganas de lanzar una carcajada.— Ni se te ocurra reír -le advierto señalandolo con mi dedo índice. La ligera sonrisa que se le había formado en su rostro se borra al escucharme.— Si claro -dice un poco serio. Pero el gusto dura poco y termina haciendo un sonido extraño con su boca y comienza a reírse a carcajadas.— Cole -le llamo en un intento de sonar sería, pero no puedo. Su risa es muy contagiosa que logra que yo también ría un poco.— ¿Qué? -se queja tratando de tranquilizarse.— Deja de reírte -digo riendo.— Tu también deja de reírte. Que me da risa verte así -añade. Le doy un golpe en el hombro para tranquilizarlo y aunque lo logro al final ambos reírmos.— Ya -digo ya tranquila al igual que él.— Entonces, decidiste darle otra oportunidad -añade cruzándose de brazos. Tomo un corto suspiro y sin darme cuenta sonrió.— Si -digo y noto como Cole hace un tipo de baile extraño y luego se detiene al verme.— espera... eso significa -dice serio. Tomando su mentón mirando a otro lado. Sus ojos se abre tanto que siento que podrían salirse en cualquier instante. Finalmente se gira y me mira con una mano en su boca y eu rostro rojo.No entiendo a lo que se refiere hasta que un pequeño recuerdo llega a mi mente.La chica del restaurante.Abro mis ojos al igual que él y sonrió más amplio.— Te toca a ti - canturreo mientras levantó mi dedo índice y lo muevo en su rostro— Te lo advertí -añado con burla. Cole se pone más rojo y se aleja de mí para comenzar a negar con la cabeza.— No, no, no, no. Quedamos que si yo lo hacia tu le darías a tu ex que querías volver con el -añade comenzando a caminar escalera arriba.— Si -alargo la palabra— Pero las reglas cambian si la dueña lo quiere -digo siguiéndole.— ¿Qué? ¿de aquí a cuando eso está permitido? -bufa.— Es una tontería -añade.— Cole - le llamo al verlo seguir subiendo escalera arriba.— Ya te dije que no lo haré, Julieta -dice casi a gritos.— ¿Puedes dejar de hacerte el dramático y ver por dónde estás caminando? -añado. Logro que se detenga. Cole mira sus pies y luego a su entorno, dándose guante que está por subir hasta la azotea. Se gira para verme haciendo una mueca.Levantó un poco las cejas y ladeó mi cabeza.Él da un suspiro profundo y mira al techo extendiendo sus brazos y dejándolos caer con brusquedad.— ¿En serio lo tengo que hacer? -pregunta indignado.— Un trato es un trato -añado encogiendome de hombros.— Argh -se queja al mirarme — y por estas razones, aveces dudo de mi inteligencia -se burla y comienza a caminar escalera abajo. Contengo las ganas de querer reírme y solo veo como el de va quejándose de si mismo.El transcurre normal. Bromas tontas de los niños, una que otras caídas provocadas por ellos, se me olvidaron mis audífonos en casa, en fin; un día normal como cualquier otro.— Bueno, eso fue todo por hoy. Julieta -dice Margone terminando de firmar su salida en una hoja rectangular.— Nos vemos, mañana -añade despidiéndose de mí de beso.— Si, nos vemos mañana -me despido igual y hago lo mismo que ella hacía segundos atrás.Salgo de la dirección, guardando en el camino una libreta en mi mochila y para sacar mi pase del autobús.Me detengo un momento al no encontrar mi tarjeta de transporte y cuando la encuentro escucho unos tacones detrás de mí.— ¿Julieta? -escucho una voz dulce detrás de mí. Me volteo para saber quién me ha llamado y me sorprendo al ver a aquella chica que ayer vi con Ronald.— ¿? -digo dudosa.— ¿Tú eres Julieta? -me pregunta acercándose hacia mí. Lleva un traje azul marino con un cinturón blanco y unos tacones negros. Sujeta con una mano su teléfono y en su hombros cuelga una bolsa grande.— Ehmm, si -contesto y noto como ella hace un gesto con su rostro. Como cuando te alegras de escuchar algo.— ¡Gracias a Dios! -dice poniendo una mano en su pecho— Creí que ya te habías ido -dice y se acomoda su celular en el oído.— Si, Aarón. Está aquí -dice por teléfono. Arrugó un poco el entrecejo y me acomodo mejor la mochila en el hombro.— Ahmm. Soy Aurora, la cuñada de Ronald -dice extendiendo su mano para que la estreche.— Ah, mucho gusto -digo contestando su saludo y tomando su mano. Ella sonríe más al ver que le eh estrechado su mano y luego regresa su atención a su celular.— Uhmm. Aaron quiere hablar contigo. -comienza a decir señalando el celular de su mano— Es algo de Ronald -dice y puedo sentir como un hormigueo se apodera de mi interior. Es una sensación extraña, no son las "mariposas en el estómago", ni gastritis u otra cosa. Es algo diferente, es una tipo combinación de miedo, tristeza, enojo, es difícil de explicar.Aurora me extiendo su celular y yo lo tomo.— ¿Hola? -hablo.— Julieta -comienza a hablar un Aarón preocupado. Logro escuchar como alguien al fondo le empieza a gritar y a decir palabrotas. Pero en seguida reconozco esa voz.

Di ¡No! al cliché [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora