"No". Todo lo que le dijo a boca de jarro en cuanto le propuso muy serena que el niño se debía ir a Madrid con ella. Y salió del comedor. Evitando discutir, evitando desbordarse. Evadiendo para mantenerse en control de si misma.
Es que cómo va a irse Bruno de su lado?! Lo acababan de recuperar después del trance de haber tenido que visitar hospitales y la morgue cuando no sabían donde estaba. Como iba a separarse de la luz de sus ojos aunque también fuera la razón de sus canas verdes?Bruno lejos. María José lejos. Ernesto en la cárcel. Salo y su ADN. Virginia tratándola como un zapato.... Sus hermanos, el cabaret, en fin.... Era un panorama que bien ameritaba un Tafil esa noche que le indujera somnolencia y la ayudara a conciliar el sueño.
La mañana siguiente, y la siguiente y la siguiente... un juego incansable de miradas inquisidoras de los tres, nudos en las gargantas y silencio en el desayuno, quebrado solo por el ruido de la comida que se molia en sus bocas, de los líquidos que bebían, de los pájaros cuyo trino se colaba por los ventanales..
María José era ya una avezada en el conocimiento de las reacciones y actitudes de Paulina De la mora. Paulina, por su parte sabia que lo era, sabia que le estaba dando el espacio y el tiempo que no había pedido, que la esperaría hasta que sola fuera hasta ella....como habían hecho siempre.Se le había dado por pensar que o estaba perdiendo el toque o definitivamente María José no se daba por enterada - o no quería enterarse- de las indirectas que le había estado soltando aquí y allá. Le estuvo diciendo, primero sin intención y luego ya con conocimiento de causa, lo sola que estaba con Bruno. Vamos que su estadía se volvía cada vez mas amena para todes, y si se extendiera indefinidamente?...piensa y su cabeza hace un peligroso guiño al beso en la cocina. Entonces sale corriendo de su propio pensamiento obligándose a subir a la oficina, tras discutir con Mario el asunto de Beyonce.
Ya a solas, se enfrentó finalmente a sus opciones, a la realidad y a Paulina, ella misma, si: su mejor amiga y su peor rival. Dejando de lado los cachetazos de ego por los que solía refutar lo que le decían cuando se sentía contrariada o atacada o vulnerable. Pensó en su hijo, pensó en su padre, en María José y lo que sentía que le debía; en los últimos años, pero principalmente en los últimos meses. Pensó en la escena del domingo en que ellos habían ido al Planetario, el día que le comenzó a llamar mamá en vez de papá... Se recordó aquella vez cuando sin haber concretado su historia con un joven José María, éste se fue a España y la invadió el temor de que no regresara. De pronto creyó caer en el mismo pánico. Lo disipo rápidamente, ya era mayor y sabia que de alguna manera revertiría el escarmiento que pensaba darle a su hijo si lo enviaba del otro lado del Atlántico.Le ha odiado ya tanto tiempo que eso era ya lo de menos.. Era lo de menos? Ciertamente, no le odiaba ya, o había entendido que lo que había odiado mas era haberse visto sola, haber renegado de todo lo que ellos tenían por sentirse traicionada, había odiado no saber como volver a contactarle por algo distinto que cosas de su hijo...
Aunque estaba segura de que deberían aclarar el porque, pero no ahorita, mucho de todo ese pasaje en soledad se había borrado como de un plumazo. Sin ir mas lejos, allí estaba cuando llegó, esperándola con vino, remedándola y haciéndola reír como hace veinte años. Era tiempo, ambas sabían que era momento de hablar del destino de su niño.
Después de establecer las pautas, le tomó de la mano sorprendiéndola. Seguramente había percibido cómo, con el transcurrir de la charla, se había inquietado pues no era fácil la decisión que acababa de tomar. La miró de repente y se sintió en confianza, sintió que no podría haber transitado esto... todo: su papá, su mamá, la desaparición de Bruno y esta decisión de la mano de nadie mas.
-Pau... -interrumpió su marcha al dormitorio desde donde se había quedado en el living- voy a cuidarlo.
Y ella sonrió, cansada como se encontraba... como con ironía.
-Lo sé....-claro que lo sabía- Gracias.
Y una nueva sonrisa mutua, que sabia a un "buenas noches", a un "descansa" que sabia a abrazo y a calidez, por mas que los separaran varios metros.Se acercaba un viaje, pero algo le decía a esta María José que se quedó en el sofá a terminar su copa de vino que no se sentiría tan distante como el ultimo que emprendió... sin su familia.
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En tus Manos
FanfictionMaria José ya se encuentra en CDMX. Pensó, al igual que Paulina, que estos años de separación podían prepararla para el reencuentro... Pero hay una tensión en el aire, miradas y silencios que, sin embargo, gritan infinidad de sentimientos encontrad...