One Shots with Aidan Gallagher🍋

Mi secretaria

Narra Aidan

Trabajo en una empresa, tengo mi propia oficina y una secretaria, es muy atenta y organizada, su nombre es ___.

— Señor Gallagher, tengo los papeles que me pidió, y en 30 minutos tiene la junta con los socios de la empresa TCN— dijo dejando unos papeles en mi escritorio.
— Muchas gracias, ___, puedes retirarte porfavor, ah, y me haría el favor de pedirme comida— dije sonriendo.
— Claro señor Gallagher, ¿Lo mismo de siempre?
— Exacto, lo mismo de siempre— dije poniendo mi mirada en los papeles.
— Lo dejo, señor Gallagher— dijo resonando sus  tacones contra el piso.

No pude evitar mirar como salía de mi oficina, desde hace tiempo la empecé a ver de otro modo. Suspiré pesado y empecé a preparar mi presentación en mi computadora.
Ví mi reloj y faltaban 5 minutos, me fuí a la sala de presentaciones y saludé a todos. La junta  pasó rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos cerrado un trato, eso nos beneficia a ambas empresas a seguir adelante y crear más.

[...]

Al día siguiente.

___ entró a mi oficina resonando sus tacones negros, tenía una falda a las rodillas del mismo color y una camisa blanca, con el cabello recogido en una coleta.

— Señor Gallagher, hoy tiene el día libre de juntas, solo me pidieron que le diera estos papeles.
— Gracias ___, oye, agrega a mi agenda un cita contigo— dije mirándola.
— ¿Perdón?— dijo con los ojos abiertos.
— Tengo el día libre y me encantaría pasarlo con usted fuera de la empresa, se que siempre trae ropa que no es el uniforme entonces, cambiese y vayamos a comer — dije parándome de mi silla. Yo no tengo ropa, iré con mi traje, prepárese— dije guiñándole el ojo— puede retirarse señorita ___.

Ella salió  de mi oficina boquiabierta, creo que la había puesto nerviosa, victoria.

[...]

Íbamos de camino a un restaurante lujoso, en mi carro color negro ella usaba un vestido del mismo color con su cabello suelta, se ve hermosa con su cabello suelto.

— Llegamos— me bajé del carro y abrí su puerta dejando que bajara de mi carro. Reservación a nombre de Aidan Gallagher— dije al señor de la entrada.
— Por aquí señor— dijo guiandonos a una mesa de dos. Les dejo las cartillas de menú para que ordenen.

— ¿Qué pedirá, señor Gallagher?— dijo viéndome.
— No me digas así dime Aidan— dije viéndola. Pediré una pizza, podemos comer ambos de esa misma y ordenar algo más.
— ¿Ensalada?— dijo alzando una ceja.
— Pizza con ensalada será— alcé mi mano para que un mesero se acercara.

[...]

Pasamos la tarde juntos, la dejé en su casa, me despedí y me dirigí a la mía...

Al día siguiente

— Buenos días señor Gallagher, le preparé un café, negro— dijo dejándolo en el escritorio. Sus papeles de hoy y su agenda está libre nuevamente.
— Muchas gracias— me levanté de mi silla. ¿Cómo la pasó ayer?— dije acercándome a ella.
— De maravilla, señor— dijo haciéndose para atrás.
— Eso me alegra mucho señorita— dije acorralandola en mi escritorio. Aunque, me gustaría hacer otra cosa...
— ¿No cree que está... Muy cerca?— dijo nerviosa tomando la orilla de escritorio.
— No— acerqué mi cara a la suya, sientiendo su respiración agitada, mi mirada bajo a su pecho, sí, estaba más que nerviosa, su pecho no paraba de subir y bajar mientras me veía a los ojos, tomé su cintura con mis manos.
— Puedo sentir su respiración cerca, señor.
— Lo sé cariño, ¿Qué te había dicho de mi nombre ___? No me llames así— dije pegando mis labios a los suyos.

La besé apasionadamente, mis manos estaban en su cintura y sus manos empezaba a rodear mi nuca, sus labios se movían torpemente sobre los míos, era su primera vez besando. La alcé sentandola sobre mi escritorio, tomé sus muslos y los apreté mientras seguíamos con el beso. Lo rompimos y la volví a besar, pero más ferozmente, metí mi lengua a su cavidad bucal y ella a la mía, empezó una guerra con nuestras lenguas. Nos sepamos por falta de aire.

— Agende una salida para la noche, nos veremos en mi apartamento— dije bajandola de mi escritorio y sonriendo al ver su cara roja de nerviosismo.
— Cl- Claro Aidan— dijo saliendo rápido de mi oficina.

Bufé y seguí con mi trabajo.