One Shots with Aidan Gallagher🍋

☕Café a mediodía

Narra ___.

Salgo de mi casa para respirar un poco de aire fresco, el ambiente en mi casa no ha sido el mejor últimamente, mis padres peleándose y regañando a mis hermanos. Empiezo a pensar que no pertenezco en este lugar.

Atravieso una casa inmensa, es una mansión con puertas decoradas con paraguas, Los Hargreeves viven ahí, me gustaría que los problemas se fueran así como ellos le hacen al pelear con villanos con sus superpoderes. Decido tomar un café, es de mis favoritos la verdad, café negro, me trató de adaptar al sabor amargo y fuerte que tiene.
Entro y me siento en la barra cerca donde atienden, una señora de avanzada edad me atiende y me pregunta lo siguiente:
— Buenas tardes jovencita, que se le ofrecería ordenar— dice sacando una hojita y una pluma para anotar.
— Buenas tardes, voy a querer café negro, por favor.
— Café negro— dijo repitiendo. ¿Algo más? Tenemos las dos en promoción si desea alguna.
— Mmm, está bien, una de chocolate por favor.
— Dona de chocolate— dijo repitiendo. ¿Algo más?
— Nada más— dije sonriendo.
— Excelente enseguida se lo traigo.
— Gracias— dije esto para empezar a observar como se alejaba un poco calentar el agua para el café.

Se escucha la campanilla de la entrada sonar, alguien se sienta a mi lado sigilosamente como un gato, me voltea a ver y nos quedamos mirando unos segundos hasta que la señora que me atendió lo atiende a él. Le hace las mismas preguntas y ordena exactamente lo mismo que yo.
Era obvio reconocerlo, Five Hargreeves, ¿Cómo lo noté? Su atuendo, un uniforme con rombos y color marino. Veo que se acomoda el cabello.
Me sirven el café primero a mi, se le queda mirando a mi café hasta que llega el suyo y le da un trago. Se escucha un suspiro al alejarse la taza.
—Linda día,¿no crees?— exclama de la nada.
— ¿Me hablas?— dije mirándolo mordiendo mi dona.
— ¿Hay alguien más al lado mío?— dijo sarcásticamente. Obvio te hablo a ti niña.
— Oh, pues no soy una niña, tenemos la misma edad, y si, es un lindo día— dije tomando café.
— ¿Cuántos años tienes entonces?— dijo riendo.
— 17, tu?
— 18— dijo "victorioso". Soy mayor.
— Que viejo eres.
— Ja, y tú igual estás tomando café negro, eso es de ancianos.
— Pues, los ancianos saben cómo disfrutar de un lindo mediodía— dije mirando mi taza de café.
— Entonces, ¿Ambos seremos ancianos disfrutando de una linda tarde y un increíble café?— dije sonriendo de una forma extraña.
— Si— dije igual sonriendo moviendo la cabeza para arriba.
[...]
50 años después...

— ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos en este mismo lugar?— dijo Five mirando mis ojos.
— Cómo si hubiera sido ayer, te portaste muy sarcástico y lindo a la vez— dije yo, tomando una taza de café.
— Al parecer hice una buena elección, ese día me escapé de la casa, algo que nunca te conté, hasta que estamos acá, casados y felices— dijo tomando mi mano mientras nuestros ojos se miraban como la primera vez.
— Te amo cafecito— dije mirándolo.
— Y yo a ti donita.

Esos eran nuestros primeros apodos desde que nos conocimos...