Calles de NY

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Narra ___

Tengo 17 años y estoy estudiando en Nueva York, tuve un viaje de intercambio con alguien de acá. Llevo viviendo aquí hace un mes en un departamento.

Ahora voy en camino a ningún lugar, solo quiero tomarme un café y relajar de la escuela. Voy caminando mientras checo los mensajes de mi mamá, cuando siento un golpe y caigo a la banqueta.
Mi celular salió volando a una alcantarilla y por culpa de un perro se cayó por ahí, escuchaba la voz de un muchacho, pero no me importaba lo único que quería era recuperar mi celular.

— Lo siento mucho, oye, oye, ¿Estás bien?— decía el muchacho.

Me asomé a la alcantarilla y no había rastro de él, solo salió aire de esta, me frustré mucho y me quedé sentada en la banqueta para aclarar lo que iba a hacer y en primer lugar era ir por un café.
Me levanté y empecé a caminar, detrás mía estaba el muchacho persiguiendome.
— Oye— dijo tomando mi brazo parándome en cero.
— ¿Qué quieres?
— ¿Estás bien?— dijo sin dejar de mirarme.
— ¿Acaso ves que deje de respirar? Claro que estoy bien, pero mi celular ya no, suéltame.
— Lo siento mucho, venía grabando un vídeo y no me fijé, te puedo comprar otro, no será el mismo, pero cuenta— dijo suplicando.
— No quiero tu perdón y menos tu lástima.
— Por favor, solo quiero ayudarte con eso de tu celular, soy Aidan Gallagher, ¿Cómo te llamas? Por favor.
— Bien Gallagher, ¿Qué tienes en mente? Mi celular está en una alcantarilla en dirección al mar.
— Pensaba en comprarte otro
— ¿Sabes cuánto cuentan?— dije abriendo los ojos.

Me agarré el cabello y empecé a susurrar— se supone que este sería un día calmado, cálmate ___, cálmate ___.
—¿ ___? ¿Ese es tu nombre?— dijo.
— Sí
— Lindo nombre, no te preocupes, no le dolerá a mi cartera, ven vamos a una tienda de iPhone.
— ¿iPhone? Bien, estoy enojada contigo, pero no es para tanto.
— No importa, sígueme— dijo tomando mi mano como si fuera una niña pequeña.

Caminamos hasta llegar a una tienda.
— ¿Qué color te gusta? Hay blanco, negro, azul, azul, rosa palo, verde fuerte y morado.
— ¿Enserio piensas comprarlo?— dije apenada y asombrada a la vez.
— Claro, ahora dime, ¿Cuál quieres?
— Amm, el negro— dije señalando.
— El negro será— dijo Aidan hablando hacía el muchacho que nos atendía. Y también una funda.
— No,no,no estaría abusando mucho de tí.
— No te preocupes, escoge.
— Amm, la blanca.

Aidan compró todo y una pila para su celular porque se estaba quedando sin pila. Me sentía muy apenada por mi actitud y luego que me comprara un celular nuevo.

— Ven, vamos a un café para que lo prendas y configures.

Llegamos.

— ¿Es normal que regales celulares por la calle?
— Nop, solo a tí.
— ¿ Porqué? He sido muy maleducada contigo.
— No lo sé, sentí tu desesperación por recuperar ese aparato electrónico, y dime ¿Vives acá?
— No, ¿y tú?
— Tampoco, vine porque me invitaron.
— Oh, voy por un café, ¿Quieres?— dije apenada.
— Claro, pídelo como café negro con leche de almendras y dos de azúcar caliente.
— Claro, ahorita vengo.

Pedí los café y me fui a sentar con aquel chico de ojos verdes.

— Ja, el café es como el color de tus ojos— dijo Aidan.
— Sí, ya lo pude prender, que bueno que me se los celulares de mi familia.
— Que bueno, yo apenas me aprendo el mío; creo que tengo que tener algo a cambio por regalarte un celular.
— Y ahí está la trampa.
— Solo quiero tu número de celular — dijo sonriendo.
— ¿Acaso eres algún Sugar Daddy o algo así?
— JAJAJAJAJA— carcajeo. Claro que no, enserio, solo quiero tu número de teléfono para hablar en otro momento.
— Es lo mínimo que podría hacer por tí, oh y por cierto, estoy en un intercambio de escuela y no soy de acá, me queda mucho por estar aqui, pero no te encariñes mucho de mi compañía, Gallagher.
Río de lado— trataré de no encariñarme.

One Shots with Aidan Gallagher🍋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora