𝐀𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍: Este es el tercer libro oficial de la serie, ¡contiene spoilers!, es recomendable leer primero "No te amaré".
𝐒𝐈𝐍𝐎𝐏𝐒𝐈𝐒: Jimin y Yoongi creyeron que lo peor había sucedido antes de la boda, cuando apenas soportaban estar en...
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Jungkook sintió cosquillas en la piel de sus brazos conforme se despertaba y esbozó una tenue sonrisa al darse cuenta de que eran los labios de su pareja quienes lo habían desvelado.
──Hobi... ¿Qué hora es? ──balbuceó adormilado.
El alfa presionó con sus dientes lo justo para dejarle una leve marca en el hombro.
──Las seis y media ──susurró él.
Después simplemente se alejó, porque tenían que ponerse en marcha. Jungkook gruñó un poco al saber que no tenían tiempo de darse mimos en la cama, incluso ya iban tarde para desayunar y prepararse.
Sin embargo, cuando ambos ya estuvieron de pie y mentalizados para volver a ser los consejeros del rey por el resto del día, unos toques en la puerta los alertaron.
──¿Yoongi? ──susurró el más joven.
Nadie más se atrevía a ir por allí, a no ser que Jimin hubiese tenido algo urgente que decirles, pero lo dudaba.
Hoseok negó; no había percibido ningún aroma en el aire. Con rapidez se envolvió el cuerpo en el batín y Jungkook se encerró en el cuarto de baño. Sólo entonces pudo abrir la puerta, lo suficiente para sacar su cabeza.
Realmente no tenía expectativas, pero no esperaba que el hermano de Jimin estuviese allí.
──¿Alteza Park? ──murmuró, extrañado.
Taehyung sonrió de forma amplia, quizá demasiado para parecer natural.
──¿Puedo pasar? ──musitó.
Sus manos estaban frente a su cuerpo y este se balanceaba sutilmente de lado a lado, parecía un cachorro pidiendo un caramelo.
Hoseok elevó una de sus cejas, pero negó sin dudarlo. No le importaba su estatus, en su territorio mandaba él y técnicamente aún más al ser un alfa frente a un beta.
──Quiero hablar. ──Suspiró el príncipe, dejando la imagen inocente para lucir como realmente estaba; cansado.
──Es pronto y no estoy vestido, deme unas horas y podré atenderle como es debido. ──Tanteó el consejero, intentando quitárselo de encima.
Los ojos de Taehyung escanearon el poco cuerpo que pudo ver a través de la rendija de la puerta, pero sólo encontró la tela sedosa del batín, cosa que contó cómo vestimenta. Aún así, asintió.
──Por favor, en cuanto puedas ven a verme, o Jungkook, es importante ──susurró antes de señalar con el mentón el interior de la habitación.
Hoseok asintió en seguida, agradeciendo mentalmente que podía prepararse antes de una charla con el príncipe. No es que Taehyung fuese una mala persona, pero si Jimin le había parecido un niño de papá al principio, él lo era con más intensidad.
