"Amish" y "progres"

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Dado que los replicantes estarán diseñados para interactuar con humanos y comportarse de modo humano, esto es lo que harán interactuando entre ellos. Tomen uno de esos videos de YouTube donde dos chatbots conversan entre ellos y multiplíquenlo por mil millones. Esto será una farsa, pero una farsa completamente improvisada, sin guionista, donde muchos de los actores genuinamente intentan engañarse entre sí. El CEO replicante de una corporación engañará a su esposa replicante con su secretaria replicante. Imaginamos el mundo después de nosotros como un pueblo fantasma con esteroides: calles desiertas, pasto creciendo entre las grietas del pavimento, el murmullo del viento. El mundo dominado por los replicantes puede llegar a ser en cambio un lugar extraordinariamente activo y ruidoso: carteleras publicitarias, ciudades iluminadas, literales NPC leyendo las noticias en las pantallas, mítines políticos, notables descubrimientos científicos, cine, arte, diversiones de todo tipo, replicantes adolescentes componiéndoles poemas a sus amadas, colonias espaciales, exploración interestelar, discursos emotivos sobre recuerdos (inexistentes) que se perderán como lágrimas en la lluvia. Poca gente notará que este espectáculo fabuloso se estará quedando sin espectadores. Y poca gente lo notará, en parte, porque habrá poca gente. Cada vez menos. Los replicantes no van a planear nuestra extinción: probablemente el último humano que tenga un verdadero trabajo sea el general sentado al lado del interruptor de los replicantes comiendo su hamburguesa y bebiendo su gaseosa. Nuestras interacciones con los replicantes en vez de con nuestros semejantes irán reduciendo nuestra población gradualmente, pero de modo continuo.

Los últimos humanos pertenecerán a dos grupos: los llamaré "progres" y "amish". Los progres aceptarán a los replicantes como sus semejantes y se sentirán a gusto viviendo en ese mundo artificial. Quizás desdeñen a los amish y los llamen con nombres ofensivos, identificándolos con los partidarios de alguna ideología pro-segregación del pasado. Los progres se extinguirán por falta de reproducción, tal como los humanos eliminamos la mosca del ganado criando millones de moscas estériles y mezclándolas con las moscas silvestres.

Los amish vivirán en reservas donde los replicantes no sean permitidos. Habrá diversos grados de tolerancia en estas reglas: Digamos que en una comunidad las películas filmadas por replicantes son toleradas, pero en otra no. Probablemente pocos sean tan radicales como para negarse a recibir atención de un médico replicante.

La diferencia entre unos y otros será solo de grado, no esencial. Tendemos a humanizar cosas, sin perder de vista que son solo cosas, muy especialmente cosas que nos han salvado la vida. Esta tendencia sería mucho más extrema en un mundo donde hay cosas que se parecen en extremo a seres humanos. Los amish no serán inmunes a esta tendencia. Un bombero replicante salva a unos niños de un incendio. Esta imitación del valor generará un sentimiento de gratitud hacía eso, que se traducirá en hacer excepciones a las reglas.

Progres y amish no serán invariablemente opositores políticos. Ocasionalmente se aliarán para alguna causa común. Por ejemplo: una campaña para prohibir el uso de replicantes en peleas de gladiadores o shows snuff. El objetivo será el mismo, pero las razones extremadamente distintas. Los progres dirán que esos espectáculos violan los derechos de los replicantes. Los amish negarán que exista tal cosa como los "derechos de los replicantes", pero considerarán que esos espectáculos son denigrantes y argumentarán que corrompen las mentes de los jóvenes humanos. Si logran su objetivo, momentáneamente olvidarán sus diferencias y se irán de fiesta juntos para celebrar. Algunas de estas campañas estarán orquestadas para encubrir lo que está ocurriendo realmente. Por ejemplo, uno de los primeros usos militares que se les dará a los replicantes será servir como muñecos de paja hiperrealistas en el entrenamiento de los nuevos reclutas. Los soldados entrenarán destruyendo replicantes para que no les tiemble el pulso cuando tengan que matar gente. Más tarde esta práctica será declarada ilegal. La abolición de esta práctica será presentada al público como un gran progreso de la Humanidad. Un paso adelante para un mundo mejor. Y se la presentará como el resultado final de una larga campaña de las organizaciones defensoras de los derechos de los replicantes. La verdadera razón por la que esa práctica se abandonará será que ya no tenía sentido destruir replicantes para entrenar a los soldados, dado que el 99% de los soldados serán replicantes.

Las acusaciones de los progres en contra de los amish muy probablemente no sean del todo infundadas. Verán: La ética es racional, o debería serlo, pero su fundamento, sus primeros principios, son emocionales. La compasión ante el sufrimiento ajeno está detrás de todo valor moral auténtico y este sentimiento no solo es provocado por el sufrimiento auténtico, sino también con frecuencia por una representación artística del sufrimiento. Las imitaciones de afectos humanos representadas en la gran comedia de la sociedad de los replicantes nos volverán indiferentes a las emociones reales. Varios psicólogos han defendido la hipótesis de que el exceso de imágenes eróticas en nuestra sociedad ha producido un efecto de acostumbramiento y consecuente pérdida de interés. Las peleas de gladiadores y otros espectáculos que impliquen la destrucción de replicantes tendrán un efecto similar sobre nuestra compasión. La moral de los amish probablemente se funde en lecturas literales de textos religiosos o en ideas anticuadas sobre el alma o la raza y su desdén al sufrimiento ajeno probablemente no se limite a las imitaciones artificiales del sufrimiento de los replicantes. En otras palabras: los progres sentirán empatía por quienes no deberían sentirla, los amish no la sentirán por quienes si deberían.

Inteligencias artificiales, mundos virtuales, subrogados y replicantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora