(TN) es una madre divorciada con dos hijos y Levi es un padre viudo con tres hijas.
Ambos se conocen en una desastrosa cita a ciegas en la que ambos sólo sacan una cosa en claro: no desean volver a verse nunca más.
Pero su destino se une en un asom...
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POV NARRADOR
La hora de la comida había llegado y justo como los planes del viaje lo mandaban, decenas de familias se reunían en el gran salón que había por restaurante. Elegante y sofisticado.
Una familia conformada por un hombre de bajo tamaño y tres chicas se hizo presente en en donde comerían. El padre tomaba con cuidado a su hija más pequeña, pues temía que esta se perdiera por su imperatividad.
-¡hola señor Smoth! - comentó su guía moreno con alegría notoria.
-es Smith - le corrigió el padre de familia.
-¡hola..! - el segundo hombre se quedó en silencio pues de nuevo puso cara confusa al ver a las hijas del pelinegro, estas chicas (en especial las mayores) tenían un corte de cabello varonil por lo cual llegaba a confundir a la gente.
-niñas - dijo el ojiazul al ver que volvía a confundir a sus hijas con hombres.
-¿niñas? - respondió no muy seguro de lo que dijo el padre.
-sí, ya van dos - fulmino con la mirada al trabajador del hotel -vámonos niños - se freno al notar que incluso el mismo se equivoco -digo, niñas - volvió a tomar a su pequeña por la mano y la familia se retiro a su mesa.
Al llegar a la mesa que les asignaron se dieron cuenta que tenían que compartir mesa con otra familia. Para su desgracia se veía que era una familia disfuncional, la pareja de mujeres se besaban desenfrenadamente y sin control alguno, a su lado estaba sentado de forma recta un joven de cabello castaño y ojos verdes.
El adolescente se veía sumamente incómodo por la situación de las adultas que intercambiaban saliva entre ellas. El azabache raspo su garganta para ser oído, a lo que inmediatamente la pareja se separó de su fogoso beso.
-¡oh hola! - saludo una de las mujeres, era rubia y de ojos azules.
-nos tocó compartir la mesa - el padre de familia comentó señalando su número de mesa.
-ah si, yo soy Ymir- dijo la castaña de pecas -ella es Historia - señaló a la rubia -y el es nuestro hijo Eren - apuntó al joven castaño.
En ese momento el corazón de cierta pelinegra de bufanda roja comenzó a alborotarse, sentía sus mejillas colorarse con la presencia del castaño.
-sólo soy tu hijo, si Historia fuera mi madre ella tenía que haberse embarazado a los cinco años - miraba serio y con odio a la pareja -ella no es mi mamá -
-ok desahogate con todos - comentó irónicamente la pecosa.
-bueno ya, siéntense niñas - el padre fue guiando a sus hijas para que se sentarán y evitarán más inconvenientes con la familia que compartirían.
