La maldición de Rose.[The Movie]

Capítulo 7: ¡Tu puedes, Sonic!

Luego del supermercado, ya se encontraban todos en el autobús, iban a ir al lago de Green Hill's, mejor dicho a la zona de pesca, la cual quedaba dónde Sonic y Tom se habían reunido, esa vez fueron en coche, pero lamentablemente se descompuso, por qué la visita de Eggman también tuvo consecuencias, una de esas fue que se cargaron el coche de la familia.

ー¡Esto será divertido! ¿A qué si, Sonic?ーgrito Tom con una sonrisa.

ーSi, será divertido.ーpronunció Sonic, con la cero emoción que Tom esperaba.

—Oye, ¿estás b-?

—¡Tom, mira, una especie de pájaro!—grito Tails intentando salvar a Sonic.

Sonic lo agradeció mentalmente, no estaba listo aún para hablar con Tom, aún se encontraba herido, fue por esa misma razón que cambió de puesto y se sentó junto a Amy, Knuckles estaba adelante mientras escuchaba el aburrido tur para turistas, el cual él prestaba atención pues hablaba de peces feroces y de como una vez casi le arracan el dedo a alguien, puras mentiras para atraer al público, algo que el inocente de Knuckles no sabía.

Amy se encontraba algo inquieta, ella aún se encontraba preocupada, al igual que todos, Knuckles no se metía por que si Sonic necesitaba su ayuda él sabia que la tenia siempre, solo se la daría si el lo dijera y en el caso más extremo él mismo se ofrecería a dársela. Tails también estaba preocupado, quería ayudarlo y aconsejarle, pero lamentablemente tenía que ayudarlo primero con Tom, el zorrito siempre ayudaría a Sonic, pero primero quería saber que quería hacer respecto al tema, pero lamentablemente eso no podría hacerlo ahora. Tal vez cuando estén ahí lo intentaría.

—Eh...—Amy intentaba empezar la conversación, pero no sabia como hacerlo.—¿En que piensas, Sonic?—pregunto, llamando la atención del chico.

—¿Eh? Pues...—no podía decirlo, por eso desvío la mirada. Amy tomó su mano, confundiendo al erizo.

—¡Puedes contármelo! C-Claro, si es que quieres, yo te apoyaré en lo que pueda.—Sonic mentiría si no dijera que se veía completamente adorable, le alegro saber que contaba con su apoyo, en verdad necesitaba oir eso.

—Es que... tengo miedo. ¿Que tal si las razones de Tom no me gusten? ¿Qué tal si de verdad no confía en mí? Tengo miedo de que si le pregunto esa sea su respuesta.—reveló el erizo mostrando un rostro devastado, lo cual hizo que el corazón de Amy se entristeciera.

—Entiendo que tengas miedo, yo siempre lo tuve...—murmuro la chica, haciendo que Sonic mostrará una cara de interés por saber a que se refería, Amy la vio y suspiro.—Mi madre y yo vivíamos apartadas, pero aún éramos del pueblo en donde nací. Mamá siempre me decía que nunca saliera de mi cuarto, que nunca hablara con nadie, que tuviera miedo siempre, que el mundo era aterrador y que en casa se estaba a salvo. En mi pueblo también había miedo, miedo de la bestia...—la eriza cerró los ojos, no quería llorar por eso, pero sentía que aunque si llorara ahora, Sonic, ni su familia la juzgarían.—Tal vez mi madre me estaba protegiendo de ella misma, por eso siempre me cuidaba tanto, por eso se iba cada noche...—agrego Amy, para después mirar a Sonic.—Yo creo que Tom trata de protegerte o de prepararte para cuando llegue el momento de decírtelo, pero nunca sabrás nada si sigues teniendo miedo. Cuando supe la verdad, ya era tarde, pero no es tarde para ti, Sonic.—Sonic ahora se dio cuenta, hablar con Amy...

Era sumamente agradable y reconfortante, su hablar tan calmado y melodioso era relajante, era relajante para él.

Sin esperarlo ya se encontraba dándole un fuerte abrazo a la eriza, la eriza se sorprendió pero acepto gustosa.

Pero lamentablemente el abrazo no duró mucho, pues ya habían llegado a su destino, todos se bajaron y se encontraban en la tienda donde se alquilaban las cañas. Tails y Sonic estaban a un lado viendo las fotos de pesca de hace años.

—Eh... Sonic... sobre la lista...—comenzó a hablar Tails.

Sonic solo sonrió, Tails no podía ocultarlo, en verdad estaba preocupado.

—Ya estoy bien, Tails. Decidí hablar con Tom.—pronunció decidido el erizo, Tails sonrió al escucharlo.

—Si quieres puedo decirle a Tom que iremos en el otro bote.—pronunció Tails, Sonic sonrió.

—¿Te perderías una sorprendente y aburrida charla de peces por mi, amigo?—Tails siempre estaba ansioso de conocimiento, que hiciera eso en verdad se apreciaba.

—¡Claro que sí, Sonic! ¡Somos amigos!—respondió Tails.

—No—Tails mostró una cara confundida.—, somos hermanos, Tails.—fue lo que dijo Sonic sacándole una sonrisa enorme al zorrito. Tails fue y hablo todo con Tom sobre el cambio, lo cual Tom extrañado acepto. Así pasaron unos minutos hasta que los botes se encontraban listos.

—Bueno, allá voy. Deseame suerte.—dijo Sonic caminando hacia Tom.

—¡Tu puedes, Sonic!—grito Tails con una sonrisa.

Amy solo mostró un rostro preocupado, esperando que nada malo pasara.