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"Betónica"

Una carcajada resonó por toda la habitación, Jisung no había podido contenerse. ¿La persona que más amo en su vida pasada? Él no creía a alguien capaz de recordar su vida pasada. Lo observó a los ojos aun riendo, la mirada del otro era tan sofocante y seria, no parecía estar mintiendo, y eso apagó su risa hasta quedar completamente serio.

— Es un chiste, ¿no? — dijo Jisung después de un largo silencio.

— No — comenzó el pelinegro — aunque quizá sea más complicado de explicar, por ahora consideradme tu guardián.

Jisung lo observó por unos segundos, buscando cualquier atisbo de duda.

— ¿Guardián de qué? — contra qué era una mejor pregunta si recordaba los sucesos ocurridos en la escuela, pero fue cobarde para decirlo — Ni siquiera nos conocemos.

— El Jisung qué yo conocía era más inteligente — Jisung abrió los labios para protestar, pero él continuó — Me presento, soy Lee Minho. Te he rescatado de dos intentos de secuestro, aunque no entiendo el porqué, pero me parece muy cruel dejar a un simple mundano a su suerte. Especialmente sí se trata de ti.

Por fin sabía su nombre, pensó, pero no eran las circunstancias bajo las que le hubiera gustado. Había algo en el tipo frente a él que hacía que quisiera creerle, pero también despertaba sentimientos qué Jisung podría jurar jamás haber conocido. Tenía un brillo en sus ojos, casi como sí esperara que él le reconociera, apartó su mirada de la suya cuando sintió un escalofrío, quizá se habían estado viendo por demasiado tiempo.

— Tú también me has secuestrado — razonó Jisung al cabo de un rato, y en realidad supuso haberlo pensado.

— Mis razones son diferentes, te lo he dicho. Necesitabas ser atendido — aseguró Minho.

Jisung parpadeo lentamente de nuevo mientras mantenía el contacto visual con el pelinegro. Su mente reflexionó sobre las circunstancias, extrañamente no sentía miedo y eso le incomodaba, aunque fuera un poco. Una parte de él, esa que se sentía maravillado con el pelinegro, le decía que debía considerar sus palabras y otra, la más razonable, aún buscaba huecos en la historia. Algo no tenía sentido.

— ¿Dijiste mundano?— preguntó de pronto. No era un término extraño, pero muy poca gente lo usaba. Él había leído suficientes libros de ficción para saber que la distinción era peligrosa.

— Sí. Eres un mundano, Jisung — dijo de nuevo el pelinegro con un tono burlón en la voz, a Minho realmente le divertía verlo tan confundido.

Jisung mantuvo silencio, claro que era mundano, le gustaba llegar a casa y ver televisión, le gustaba leer chismes de la farándula, disfrutar de actos tan mundanos, le volvía uno. Sin embargo, algo en el tono de Minho le hacía creer que había más que solo tener comportamiento y aficiones humanas.

— ¿Y tú no?— preguntó, después de un momento de meditación y no sabiendo si estaba listo para saber la respuesta.

— Yo no — admitió — soy un nosferatu. Aunque debo admitir que peco de pasatiempos mundanos.

De nuevo hubo silencio entre ambos. Jisung volvió a observar sus ojos buscando la mentira, pero no había, Minho no parecía bromear con lo que decía, aun si le divertía la situación. Más importante qué eso era, que Jisung no tenía ni idea de lo que acababa de escuchar, pero no sonaba a ningún tipo de rito satánico que conociera.

—¿Qué eres un qué?— soltó por fin.

— Un nosferatu — empezó Minho de nuevo — aunque en culturas más modernas nos conocen como vampiros, chupasangres, o simples hijos de la noche.

ELIXIR | minsung ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora