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"Heliotropo"

El sudor escurrió desde el nacimiento de su cabello, pasó por su cara y murió en el pecho al ser absorbido por la camisa; se encontraba corriendo en un valle lleno de pasto, que juraba, era un parque, pero la verdad es que no sabía dónde estaba, y extrañamente se sentía en calma. Alguien lo perseguía vagamente haciéndolo reír y cuando por fin lo alcanzó ambos tropezaron rodando por todo el lugar, entre risas ambos se sentaron bajo un árbol lleno de flores mientras hablaban.

— ¿Sabes en qué se parecen un lirio, un iris y una peonía? — dijo mientras se acomodaba entre las piernas del hombre recargado en el árbol. Las palabras salían por si solas de su boca, casi como si fuese un recuerdo.

— Mm... todas son flores, cariño — escuchó decir al más alto y dio un resoplido.

Se giró lo suficiente para ver su rostro también lleno de sudor, pero adornado con una hermosa sonrisa que lo hizo sonreír instintivamente.

— No... bueno, sí, pero todas significan lo mismo. Amor eterno... como el nuestro — susurró por fin completamente apenado.

Él, quién era más alto, tomó su barbilla suavemente y plantó un beso en sus labios.

— Me gustan más las peonias, hagámosla nuestra flor eterna, Jisung — el castaño rio y asintió dulcemente antes de abrazarlo.

Internamente, deseo que el tiempo se detuviera y entonces todo a su alrededor comenzó a perder color.

— ¡¿Quién eres?! — gritó con pánico, como ya lo había hecho en innumerables ocasiones.

La respuesta, como siempre, lo dejó confundido.

"Tu Amor Eterno, Jisung"

Y despertó, porque solo en sus sueños deseaba tener pareja y estar enamorado.

La confusión posterior a ese sueño, la había perdido hace meses; la primera vez que lo soñó, pensó que quizá era la escena de una película y que el motivo de recordarlo era porque internamente lo deseaba; sin embargo, las noches siguieron pasando y cada vez que soñaba lo hacía con más detalle, como si un recuerdo estuviera siendo desbloqueado lentamente. El problema era que no se trataba de su propio recuerdo, pues a sus escasos 19 años jamás se había enamorado y antes tan solo había salido con una persona, además no era como que la universidad le diera el tiempo de hacerlo.

Se levantó de la cama y miró la hora en el despertador, faltaban dos horas exactas para su primera clase. La primera clase de un nuevo semestre, decir que le entusiasmaba, era una mentira, pero inevitablemente extrañaba a sus dos únicos amigos. Ambos chicos habían desaparecido casi en su totalidad, Kim Seungmin había dicho que estaba en casa de su abuela, lo que era igual a olvidarse de su teléfono, pero Lee Felix simplemente se había esfumado una semana antes de que terminará el semestre pasado.

Cuando salió de la ducha y se vistió, aún tenía una hora para salir de casa. Bajo por las escaleras hasta la cocina solo para encontrar una nota de su madre frente al microondas "El desayuno está dentro, cierra con llave y no llegues tarde, te ama mamá". Sonrió y escribió al reverso de la hoja "tu hijo también te ama", dejándola después en el mismo sitio.

Su madre era su única compañía en esa casa, una mujer maravillosa que se hizo cargo de él completamente sola, su mejor amiga que últimamente solo pasa tiempo en la oficina rodeada de papeles que debe revisar y firmar. Rio al recordar el viaje fallido de la semana pasada, como casi renuncia cuando la hicieron volver a la oficina, como si la jefa pudiera renunciar.

ELIXIR | minsung ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora