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"Gerbera blanca"

Jisung inhalo profundamente mientras sus manos pasaban de una flor a otra, las tomaba delicadamente de la mesa en donde se entendían y cortaba el tallo antes de acomodarla en el florero. 

Abrió los pétalos de una rosa y la llevó una más cerca de su rostro, amaba el aroma de las rosas, el aroma de las flores en general.

— ¿Aún no terminas? — oyó murmurar a una voz melódica cerca de su oído.
El aliento caliente le estremeció la piel y pronto unos brazos se enredaron por su espalda, a su cintura.

— Ya casi, quiero que sea perfecto. Es importante para mi cliente — respondió Jisung dejándose ser en los brazos cálidos qué le rodeaban. — No sé si poner callunas, no quiero alterar la fragancia de las rosas y peonías, creo que la gipsófila es suficiente. ¿No crees?

— Ya es hermoso, Jisung — el hombre contestó, y Jisung gruñó — Y si le agregas unas gerberas blancas, el significado no se altera y no tienen aroma. — argumento.

Jisung sopesó la respuesta mientras sentía los labios del otro atacar su cuello con parsimonia.

— Supongo que estaría bien — susurró después de un momento.

Él estaba todavía detrás de su espalda y Jisung no quería romper el momento, así que llevo su vista a la mesa y luego a su alrededor, moviéndose solo unos pasos con el hombre aun tras suyo. Alcanzó las gerberas, cortó el tallo y las acomodó estratégicamente en el florero. Lo analizó un momento y decidió que ya era perfecto.

— ¿Harás los de nuestra boda así de hermosos? — curioseo el hombre que aún lo sostenía de la cintura.

Jisung rio y fingió meditarlo un segundo.

— No — contestó por fin — El nuestro solo tendrá peonías.

Se dio la vuelta lentamente y plantó un beso en los labios del otro.

— Te amo — dijo y se observaron a los ojos durante un largo momento.


Jisung parpadeó lentamente, el recuerdo de su sueño aún invadía su mente. Había sido tan feliz y hermoso que despertar supuso una tremenda angustia, como si algo le hubiera sido arrebatado. Suspiró, era la vigésima sexta o séptima vez que lo hacía durante el día. Llevó sus manos a su rostro y alejó su vista de la ventana para prestar por fin atención a su clase.

El día era hermoso, el sol brillaba por fin después de una semana entera de lluvia y la brisa era tan cálida qué le había permitido llevar ropa más ligera. Observó a Seungmin a su costado tomando apuntes de todo lo que decía su maestra, ya se los pediría más tarde. Ese día Felix no había asistido a clases, el día anterior tampoco, cuando le preguntaron simplemente respondió qué tenía algo más que hacer y ambos pensaron que seguramente si algo fuera mal se los diría.

A la hora del almuerzo conversó con Seungmin acerca de uno de sus proyectos, lamentándose de no haber quedado en el mismo equipo. Y el resto del día no hizo más que reflexionar acerca de su sueño, se cuestionaba internamente si no sé habían convertido ya en fantasías, ¿estaba tan fascinado con el extraño de sus sueños que ahora eran voluntarios?. No lo sabía y eso no lo ayudaba a resolver el sentimiento de pérdida qué había posterior a ellos. ¿Estaba acaso recordando su vida pasada?

ELIXIR | minsung ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora