ELIXIR | minsung ♡

9

"Margarita"

La mañana siguiente, Jisung despertó confundido y asustado. En su pecho aún se albergaba un profundo sentimiento de pérdida debido al sueño que bien podría llamar pesadilla. Lo peor de todo era que estaba completamente seguro que el hombre vio en sus sueños era Lee Minho.

Jisung soñó con él incluso antes de conocerlo, no podía decir a ciencia cierta qué lo atraía a Minho, pero estaba convencido de que más que sueños eran recuerdos. Recuerdos de una vida que no vivió y con un hombre que nunca conoció, pese a todo sabía que Minho no era humano, él realmente había "muerto", lo imposible era que Jisung supiera cómo y cuándo pasó.

Jisung tenía solo diecinueve años y por como Minho se expresaba debía tener al menos un siglo. Sus vidas acababan de coincidir y se repitió una y otra vez en el transcurso del día. Si no podía convencerse a sí mismo, no habría quien lo hiciera.

El día parecía tranquilo, tanto como podía ser después de describir que uno de sus mejores amigos era una criatura sobrenatural. Salió de casa sin complicaciones, y aunque la sensación de que lo acechaban persistía, nada le pasó en el transcurso.

Para su sorpresa, Seungmin había faltado a la primera y segunda clase y después de media día pensó que jamás llegaría, por lo que verlo en la cafetería discutiendo en susurros con Felix no estaba en sus planes. Considero muy seriamente darse la vuelta y volver al salón de clases, cuando por fin tomó la decisión, Seungmin levantó la vista del rubio y le hizo señas para que se acercara.

— ¿Por qué tardaste tanto? — preguntó el pelirrojo, tan pronto Jisung se acercó a la mesa.

— Todavía no termino mi proyecto en grupo — respondió Jisung mientras tomaba asiento.

Observó de reojo a Felix que le sonreía amablemente, pero por su mirada y la Seungmin sabía que alguien saldría regañado.

— Felix me dijo que sabes todo y eso me facilita las cosas, la abuela lleva semanas diciendo que quiere verte — soltó Seungmin después de un suspiro — No estoy seguro de que va a decirte, pero ahora no tengo por qué suavizar el asunto.

— Quizá quiera enseñarle magia, por los ataques que ha recibido es necesario que se pueda defender — sugirió Felix.

Jisung los observó con cuidado, la risa temblaba en el borde de sus labios, pero no se atrevía. Ayer se había reído de una imposibilidad que terminó por ser cierta.

— ¿Magia?, ¿cómo hechizos y posiciones? — tentó Jisung.

— Yo no los llamaría hechizos, eso es muy avanzado incluso para mí, pero quizá sí una barrera de protección o algo para despistar — le respondió el pelirrojo de manera muy casual — Las maldiciones de sangre son sencillas.

— ¿Estás hablando en serio Seungmin? — preguntó de nuevo Jisung y esta vez un ligero pánico tiño su voz.

Seungmin lo contempló un momento antes de contestar.

— Felix dijo que lo sabías, pero actúas como si no — dirigió su mirada al rubio y continuó — ¿Qué le dijiste de mí exactamente?

El australiano pensó durante un instante antes de contestar

— Definitivamente, le dije que eras un brujo.

Seungmin regresó la vista a Jisung y actuó confundido.

— Lo dijo, pero no creí que se refiriera a que lanzas conjuros y haces posiciones, yo creí que se refería a que eres intuitivo — exclamó Jisung con un deje de pánico — Ayer las criaturas sobrenaturales eran un mito y hoy me entero de que vivo en un mundo del que no conozco nada.