Seis💝

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Habian transcurrido dos semanas y Sakura tuvo que aceptar las locas ideas de Ino como amante, pero a decir verdad la pelirosa la estaba disfrutando también.

Había olvidado lo bien que se sentía estar en sus brazos. Esa mañana Sakura se había propuesto olvidar el pasado y darse otra oportunidad con Ino.

Había descubierto que su amor por esa belleza rubia nunca desapareció y era mucho más fuerte de lo que había imaginado. Además aún tenía las imagenes de la candente cena de la noche anterior en su mente.

Había tenido que recostarse sobre una pequeña mesa desnuda completamente mientras la rubia colocaba sobre su piel la comida para luego ir degustandola.

Fue algo incómodo pero en exceso erótico que la pelirosa disfrutó en grande. Pudo ver más que lujuria en los ojos de Ino. Vio amor mezclado con el deseo al sentir sus manos en su propio cuerpo junto a sus labios.

Vaya si no lo disfrutó, practicamente se cenaron mutuamente, ambas disfrutando aquello en grande. Reían y se hacían bromas tal como solía suceder cuando aún eran pareja.

Sakura había vuelto a tomar el control siendo una vez más la dominante en la relación. Aquello siempre fascinó a Ino. Luego se ducharon juntas amamdose bajo el agua tibia.

— Vaya Sakura, me alegra que hayas vuelto mi amor — le dijo Ino en el dormitorio de ella — Tuve que inventar éstas vacaciones y obligarte a venir conmigo para hacerte saber lo loca que estoy por tí.

Aquello la había dejado en una pieza a la pelirosa. En verdad no se la esperaba. La miró a esos intensos ojos celestes en silencio unos instantes. Pero su cuerpo si que reaccionó ya que sus senos se endurecieron y su vagina se humedeció.

Sakura acarició su dorada cabellera mientras el muro que había construído entre ambas terminaba de derrumbarse. En verdad amaba intensamente a esa belleza dorada.

Precisamente por amarla tanto fue que le dolió su infidelidad y para protegerse a sí misma fue que decidió dejarlo todo y tomar el primer avión llendose a Uzu. La distancia evitaría que enloquezca de dolor. Por suerte aún no estaban casadas.

Pero ahora, años después parecía que Ino se arrepintió de serle infiel ya que estaba sola, sin pareja alguna y le pedía otra oportunidad. Muy a su manera por supuesto.

Ambas se besaron con pasión infinita antes de desearse dulces y humedos sueños.

Ahora mientras se higienizaba, Sakura recordaba aquello sintiendose muy feliz. Se colocó un vestido rosa mini falda, zapatos rosados tacos altos. Cuando se dió el visto bueno en el espejo salió del dormitorio. Estaba deseosa de ver a Ino y contarle su decisión.

Fue al living a buscar su notebok ya que el día anterior la había dejado allí cargandose. Pero al entrar las vio. Otra vez juntas. Ino y Karin besandose. Esa odiosa peliroja abrazaba posesivamente a Ino, quien nada decia. Más bien parecía estar disfrutandolo.

Sakura se sintió tan estupida como hace seis años. Solo que en ésta ocasión no era dolor lo que sentía sino furia.

Mucha furia con ella misma por haber caído una vez más en los encantos y las mentiras de Ino. Vio que ambas se apartaban y a Karin reír como una hiena.

Cuando la vieron la peliroja sonrió con mayor crueldad mientras decia:
— Oh Sakura, que sorpresa

Ino se hizo soltar con brusquedad. Si Sakura hubiese prestado más atención a los detalles se habría percatado que algo no andaba bien en esa escena. Ino tenía los ojos rojos y las lágrimas aún humedecían su rostro.

Pero la pelirosa estaba demasiado furiosa y dolida como para darse cuenta de que algo no estaba bien. Como en el pasado.

Hace seis años ella vio a Ino y Karin desnudas en la cama de la rubia. Pero la pelirosa no se percato del detalle de que la rubia estaba dormida, demadiado inmóvil como para estar en pleno acto sexual. Sakura siempre fue ingenua en eso, dejandose llevar por las apariencias. Como en éste instante.

— Sigan con lo suyo, vine solo por mi computadora  ya que regreso a casa — dijo ella tomamdo su notebook.
— Oh pero que considerada — comentó burlista Karin — Seguiré tu consejo entonces Sakura.
— ¡No! ¡Sakura no te vayas! — exclamó Ino con desesperación — Quien tiene que irse es Karin no tú.

Pero la pelirosa la ignoró y salió del living para regresar al dormitorio donde empezó a preparar las valijas.

Volvería a Uzu inmediatamente. Haber vuelto a Konoha fue un error. Aquello invadía su mente en esos momentos.

En el living Karin reía como loca mientras sujetaba a Ino de ambos brazos con fuerza mientras le decía.

— Lo hiciste muy pero muy bien Ino. Ese beso fue único. Ahora cuando tu amada Sakura te abandone por segunda vez te devolveré a tu hijo. Esto te enseñará a no volver a despreciarme maldita perra.

— Sueltame Karin y entregame a Yako.
— Un hermoso niño solo que es demasiado llorón, como tú.
— ¡Maldita! ¡Dejanos en paz!
— Oh lo haré. Luego de ésto si que lo haré. Mi venganza está completa.

Karin siempre había pretenido a Ino pero la rubia solo tenía y tiene ojos para Sakura. Cuando supo que ambas se casarian, hace seis años, la peliroja enloqueció de envidia y celos.

Fue cuando planeo separarlas. Drogo a Ino, la desnudo y la colocó en la cama. Sabía que Sakura iría a verla por eso, se desvistió y se acosto cobre de la rubia fingiendo que estaban haciendo el amor las dos.

Su plan habia sido perfecto y la celosa de Sakura se creyó la mentira y abandonó a Ino, quien nunca se enteró de nada. Había podido seguir con su vida pero supo que esa rosada estaba de vuelta y planeaba recuperar a Ino, además sabia que la rubia se hizo inseminación artificial eligiendo un esperma del clan Haruno para tener un hijo de Sakura hace seis años atrás.

Por supuesto que Salura no sabia nada sobre la existencia de Yako, su hijo también. Fue cuando a Karin se le ocurrió secuestrarlo y pedirle a Ino que la bese frente a Sakura. Su intención era alejarla de su gran amor rosado para siempre.

Ahora que la ingenua de Sakura se iba de la empresa y de la vida de Ino por segunda vez, abandonado a quien era capaz de morir por ella, recién Karin le devolvía al pequeño Yako quien era la viva imagen de Sakura pero en versión masculina.

Madre e hijo se abrazaron, Ino lo sostuvo en sus brazos y el pequeñito le rodeó el cuello con sus brazitos. Karin se iba felíz tras haber conseguido lo que quería.

Ino besaba a su hijo con desesperacion. Aún no podia creer lo ingenua que Sakura podia llegar a ser.

Habia planeado contarle sobre la existencia de Yako y presentarselo esa mañana en el desayuno ya que la noche anterior habia visto el amor en sus ojos. Pero Karin tuvo que arruinarlo todo. Y Sakura cayó en la trampa de esa odiosa peliroja.

Ahora Ino y Yako volvían a estar solos como siempre lo estuvieron. Quizas sea mejor así, después de todo si Sakura era incapaz de mirar más allá de las apariencias significaba que no amaba con la suficiente intensidad.

Al menos Ino tenía algo de esa terca rosada. Algo que conservaría su amor eterno.



Irresistible ~ SakuIno ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora