5: Es Sólo Un Golpecito.

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Dos meses han pasado desde el día del castigo y hasta la fecha, Wen Xu y Wen Chao no se atreven a ver directamente a los guardias del Palacio del Sol ¿La razón? Simple, Wen Ruohan a la mañana siguiente les dijo que los guardias tuvieron que cargarlos a cada uno hasta su respectiva habitación.
Aún no superan la vergüenza que les causa esa mentira.

Wen Chao ahora pasa una gran parte del día a día entrenando su núcleo y para sorpresa del Líder Wen él está a punto de formarlo, lo cual fue un proceso que para el Wen Chao original tardó 4 años más.

Wen Ying se ha estado adaptando bien y aunque el Líder lo niegue, usa a su esposa para consentirlo de más. El niño ahora no parece un niño de 5 años y ya no habla como un bebé, un gran avance en sólo dos meses. Por desgracia... Su rápida adaptación ha hecho que los guardias ya no pueden soportar sus "pequeñas" e "inocentes" bromas y los maestros ya no encuentren formas de mantenerlo quieto o que aprenda a meditar y Ruohan, él sólo disfruta de ese pequeño caos.

— ¡Da-Ge, Er-Ge! ¡Vamos a jugar! — apareció Wen Ying en el jardín personal de Madame Wen, donde se encontraba Wen Chao y Wen Xu tomando el té con ella.

— ¿A-Ying, no deberías estar en las clases de etiqueta? — le pregunta Madame Wen.

— El maestro se desmayó y me dejó libre — respondió con una sonrisa inocente encogiendose de hombros.

— ¿Por qué se desmayó? — preguntó Wen Xu con curiosidad.

— De casualidad encontró una rata en su escritorio...— murmuró un poco bajo — Y un golpe de calor — respondió balanceándose sobre sus pies.

— Aún no termina el invierno — le recordó Wen Chao.

— ¿Un golpe de frío, tal vez? — sonrió algo nervioso.

Madame Wen y sus damas de compañía no pudieron aguantar la risa, contagiando también a los hermanos. Cuando dejaron de reír Wen Xu y Wen Chao la miraron significativamente y ella con una sonrisa suave asintió.

— Está bien, pueden ir. Pero no olviden volver en una hora, la comitiva de los Lan llegará pronto y Chao-er tiene que estar presente.

— Sí, Muqin/Niang — respondieron los tres hermanos haciendo una reverencia.

En la salida del palacio ya los esperaba con una reverencia Zhao Zhuliu y Wen Hang, quién ahora debe seguir a Wen Chao como una fiel sombra para su propio disgusto.

— Zhao Zhuliu, creí que esperarías la comitiva Lan hoy. — le comentó Wen Xu mientras avanzaban en dirección al mercado de Qishan.

— Mi deber es escoltar a los jóvenes maestros herederos a donde vayan — respondió con simplicidad.

— ¿Por qué? — preguntó Wen Ying.

— Es mi deuda con el clan Wen, Wen-San-Gongzi.

— ¿Qué deuda? Aún puedes ir con Madame Lan y quedarte en Gusu — intervino Wen Chao — No hay necesidad de llegar a estos extremos.

— Mi deuda con ustedes va más allá de simplemente salvar mi vida, Wen-Er-Gongzi. Involucra la libertad de mi hermana y eso es algo que no podré pagarles sólo con mi servicio.

— Sólo no arriesgues tu vida en el proceso. Sería una carga de consciencia para nosotros.

— ¿Desde cuando eres tan considerado, Chao-er? — se burló Wen Xu mientras Zhuliu dibujaba una pequeña sonrisa en su rostro.

— Cállate, baboso — Wen Chao le dio un golpe en el brazo y Wen Ying se dedicó a reír.

Wen Hang trataba de mantenerse al margen siempre, quedándose lo más callado y alejado posible del grupo, intentando no saltar sobre Wen Chao y golpearlo hasta saciarse.

Sistema de Autosalvación de Wen ChaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora