II

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El tiempo ha pasado rápido, sin darse cuenta ha pasado más de un año desde que regresó a Japón. Consiguió un empleo en una importante constructora y alquiló un pequeño departamento, no le va mal, tiene una vida medianamente normal.

Pero, a pesar de todo eso, no se ha detenido en la búsqueda de su destinado.

Debe admitir que después de la visita a la casa de los Bakugo estuvo triste y deprimido, pero a pesar de eso, no desistió, está dispuesto a encontrar a su destinado sin importar qué.

En cuanto estuvo establecido y tuvo una estabilidad en sus ingresos económicos, contactó a diferentes investigadores privados, con la esperanza de encontrar pronto al rubio, pero ninguno de ellos logró darle una respuesta positiva.

Mezo Shoji es el actual investigador al que contrató, muchos le hablaron sobre él y lo increíble que es para localizar personas, Izuku confía en él, tanto como lo ha hecho con los investigadores anteriores.

Por eso es que se dirige a la oficina de ese hombre con tanta felicidad.

Han pasado solo dos semanas desde que contrató al señor Shoji y este ya lo ha llamado para hablar, el reservado hombre no le especificó nada y sólo le pidió ser puntual en su visita.

Se adentró en el edificio de oficinas y tocó la puerta que tenía una placa dorada con el nombre del investigador.

—Pase — fue la respuesta que recibió.

Sin perder tiempo, Izuku abrió la puerta e ingresó a la pequeña oficina del investigador, el lugar no era muy grande, por lo que no contaba con mucho mobiliario, había una pequeña ventana y las paredes estaban pintadas de color crema.

—Buen día — saludó mientras caminaba para tomar asiento frente al escritorio de Shoji. Se sentó en uno de los dos sillones individuales de piel color chocolate.

El enorme y corpulento hombre no contestó, pero hizo una pequeña reverencia con su cabeza, Mezo Shoji no era un hombre de muchas palabras.

—Quería hablar con usted sobre su destinado — habló con su profunda y tranquila voz.

El cuerpo de Izuku comenzó a sudar, se sentía ansioso y temeroso por partes iguales. A pesar de su estado, logró asentir con su cabeza a las palabras dichas por el investigador.

—Comencé la búsqueda dentro de Musutafu, pero lamento informarle que no encontré nada aquí ni en toda la prefectura de Shizuoka — comenzó a explicar.

Izuku se desanimó, eso era exactamente lo mismo que los otros investigadores habían dicho.

—Tengo algunas amistades dentro de la policía, normalmente acudo a ellos cuando se presentan este tipo de casos. No es normal que las personas desaparezcan sin dejar rastro y cuando lo hacen, generalmente tienen un registro en la estación — habló con tranquilidad.

Los ojos de Midoriya volvieron a brillar ante esa nueva esperanza.

—Hablé con algunos amigos y pregunté por algún registro o archivo de Bakugo Katsuki — guardó silencio por unos segundos, parecía perdido en sus pensamientos —La respuesta fue casi inmediata, no había nada —

Izuku sintió su corazón oprimirse ante esas palabras, volvió a perder las esperanzas.

—No se desanime — su voz sonó tranquila pero en esta ocasión no sonó inexpresiva, parecía que realmente quería darle ánimos. Suspiró antes de continuar —La respuesta llegó demasiado rápido, normalmente tardan semanas en investigar y darme una respuesta —

El pecoso parpadeó confundido, pensando en las palabras del investigador, sus ojos de abrieron con asombro al llegar a una conclusión esperanzadora —Eso quiere decir ... —

Shoji asintió antes de que el pecoso terminara de hablar —Me mintieron. Efectivamente debe haber un registro —

Los ojos de Midoriya volvieron a brillar con esperanza, había esperanza de encontrar a su destinado, pero aún así había una duda en su cabeza —¿Por qué le mintieron? — preguntó con genuina curiosidad.

—Para ser honesto, no lo sé — explicó —No es algo que haya pasado antes, no es normal que la policía oculte tan celosamente la información de alguien en específico — no era la primera vez que el detective pedía información sobre alguna persona y siempre había sido apoyado, no tenía idea de qué era diferente está vez.

La cabeza de Izuku pensó diferentes escenarios y llegó a múltiples conclusiones.

Shoji carraspeó para llamar la atención del pecoso —Volviendo al tema de interés, traté de buscar información sobre su destinado en otras ciudades y prefecturas, pero no llegué a nada — Cerró sus ojos y suspiró —Realmente estaba a punto de rendirme — confesó, haciendo entristecer al contrario.

Si Mezo Shoji no puede ayudarlo, duda que alguien más pueda hacerlo.

—Así era, hasta que encontré esto — habló mientras colocaba una hoja sobre el escritorio, justo frente a Midoriya.

Izuku tomó la hoja entre sus manos y la leyó con curiosidad —¿Una factura? — preguntó desconcertado.

Shoji asintió —Los padres de mi prometida son dueños de una florería, es normal que reciban envíos de diferentes partes del país. Hace unos días, Ibara, mi prometida, me pidió ayudarla a organizar algunas facturas. La factura que se encuentra entre sus manos es una copia firmada tanto por el receptor como por el remitente — explicó.

—Entiendo, pero ¿Qué tiene que ver la florería Akatani con Katsuki? — preguntó confundido mientras volvía a colocar la hoja sobre el escritorio.

Shoji buscó entre sus papeles y sacó otra hoja, dejándola al lado de la factura.

Era una copia de la primera identificación de Katsuki, la única que pudo conseguir el investigador.

—Aquí — dijo mientras señalaba la firma de la factura —y aquí — dijo señalando la firma de la identificación.

Izuku las observó y abrió sus ojos con asombro.

—S-Son la misma — dijo mientras tomaba ambas hojas y las observaba más de cerca.

Shoji asintió —La florería Akatani está ubicada en Yokohama, un pueblo perteneciente a la prefectura de Aomori, a pesar de ser un pueblo pequeño, es un gran proveedor de flores — explicó —Revisé facturas anteriores de ese local y la firma no siempre fue la misma, hace medio año comenzó a ser la firma que se parece a la del señor Bakugo, antes era firmada por otra persona —

Izuku no podía creer la información que se le estaba dando, a pesar de no haber un nombre, estaba seguro de que esa era la firma de su Kacchan.

—Lo llamé aquí porque no tengo manera de seguir investigando, con lo que usted me ha pagado, mi investigación termina aquí, movilizarme hasta Aomori e investigar tendría un costo adicional por los gastos de traslado —

Izuku asintió, su cabeza volvía a llenarse de pensamientos, tantas ideas revoloteaba en su mente.

Suspiró para tratar de silenciar sus propios pensamientos —¿Puede proporcionarme la dirección de la florería Akatani? — preguntó con aparente tranquilidad.

Shoji cerró sus ojos y sonrió de medio lado, ya presentía esa respuesta —Sí — fue la simple respuesta que dio mientras asentía.

Reencuentro [DekuKatsu (Omegaverse)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora