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Después de la plática de ambos alfa, Mikumo se llevó a Izuku del Ryokan, aunque antes de eso, Izuku se disculpó mil veces con la dueña por causar molestias, la amable mujer aceptó las disculpas y ofreció un reembolso del 50% al pecoso por solo haber ocupado dos días de la semana que había reservado originalmente.

Izuku aceptó, era mejor que perder todo el dinero invertido.

Mikumo le había ofrecido quedarse en su casa durante su estadía, por esa razón es que ambos se dirigían a la casa del Alfa mayor.

El camino, a pesar de ser corto, fue bastante silencioso, pues Izuku aún no sabía cómo sentirse cerca del otro alfa.

—Ya llegamos — habló Mikumo mientras apagaba el motor del auto que conducía.

Izuku asintió y observó la casa de dos pisos frente a ellos, la casa resaltaba bastante por su diseño, pues, a diferencia de las demás casas en el vecindario, está tenía un diseño occidental, bastante parecía a las estructuras norteamericanas.

—Linda casa — dijo mientras bajaba del auto.

Mikumo hizo una mueca mientras terminaba de bajar las maletas del pecoso —No está mal, pero detesto que destaque tanto de las demás — sinceró.

Izuku miró al mayor con confusión mientras se acercaba para tomar su equipaje —¿Por qué la compraste entonces? — preguntó curioso.

Mikumo rodó los ojos con fastidio —Era de mis padres, ellos aman la cultura norteamericana, tanto que se mudaron a Estados Unidos, yo no quise irme con ellos y me dejaron viviendo aquí — explicó lo más resumido posible.

La boca de Izuku formó una 'o' con sus labios al comprender la situación.

—Mis padres también viven en Norteamérica, esa fue la razón por la cual tuve que mudarme de Japón hace muchos años — explicó con un toque de tristeza.

Él jamás quiso irse del país, pero se había ido para poder estudiar y conseguir un buen empleo en el futuro, su meta siempre fue darle una vida digna a la familia que formaría con Kacchan.

—¿Hace cuánto fue eso? — preguntó en un tono desinteresado mientras comenzaba a caminar hacia la entrada de la casa, no quería que el pecoso se diera cuenta de la genuina curiosidad que tenía.

Izuku siguió al mayor mientras contaba mentalmente los años transcurridos —Me fui hace unos 9 años — comentó pensativo.

Las manos de Mikumo tiemblan al escuchar aquello, él sabe prácticamente nada sobre el destinado de Gogo, pues el Omega nunca quiso hablar sobre él, sabía que Gogo conoció a su destinado y se habían separado, pero no sabía cuándo, cómo o por qué.

—Eso fue hace mucho — dijo tratando de disimular su asombro.

Un aura de tristeza parece rodear al alfa menor —Sí — es lo único que logra decir, con su cabeza agachada y un aroma agrio.

Mikumo bufa frustrado, él es realmente pésimo ayudando a la gente desanimada —Oye imbecil — intenta llamar la atención del otro.

Izuku alza su mirada y observa al mayor, el cual parecía estar a punto de abrir la puerta de entrada.

—Lo que importa es que ahora ya estás aquí, no cualquiera regresaría por su destinado, pudiste formar una vida allá en Norteamérica, conocer otro Omega, formalizar una relación, formar una familia allá — se encoge de hombros —Cualquier cosa — parece pensar sus próximas palabras antes de hablar —Pero decidiste regresar por Gogo, no cualquiera tiene el valor para hacer eso — después de decir aquello abre la puerta de la casa —Bienvenido a casa o lo que sea — dice mientras entra en su hogar.

Reencuentro [DekuKatsu (Omegaverse)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora