Reencuentro [DekuKatsu (Omegaverse)]

VI

Antes de comenzar.

¿Tienen alguna idea de quién es el padre del hijo de Kacchan?

Sería interesante saber sus teorías antes de que lean el capítulo, ya que tal vez al final tengan una pista de quién es.

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Sus manos temblaban mientas intentaba evitar que la tetera que sostenía cayera.

Después de la emoción del momento, Katsuki se separó de Izuku y lo llevó a la pequeña cocineta que estaba en la parte trasera de la florería, había preparado un poco de té y galletas.

Había aprendido a combatir su ansiedad con la cocina.

Pero al verse solo con el alfa pecoso, la cabeza de Katsuki volvió a ser llenada de pensamiento intrusivos.

¿Era correcto volver a Izuku después de haber desaparecido tantos años?

¿Podía estar con Izuku después de haber Sido tocado por otro Alfa?

¿Izuku de verdad podía perdonarlo?

¿Qué pasaría con su cachorro?

¿Deku pensaba igual que Kirishima?

Y lo más importante...

Si Izuku logró encontrarlo, ¿Eso quiere decir que él también lo puede encontrar?

Sus manos temblaron de nuevo y la tetera resbaló, haciéndose pedazos al contacto con el suelo.

La respiración de Katsuki se cortó y con movimiento nerviosos y veloces comenzó a levantar los pedazos de porcelana.

—Lo siento, lo siento, lo siento — decía una y otra vez.

Izuku observó a su destinado, hincado sobre sus rodillas, con la voz rota y comenzando a soltar feromonas cargadas de pánico.

Su corazón se oprimió.

Con movimiento sutiles, para no alterar al rubio, se acercó y se puso a la altura de Katsuki, tomó con suavidad las manos del Omega y detuvo sus acciones.

—Por favor no hagas eso — llevó las manos de Katsuki a sus labios y depositó un beso en cada una —Podrías lastimarte y no me perdonaría si eso pasa —

Katsuki observó a Izuku, tenía tanto miedo que su respiración era errática, pero el rostro del alfa reflejaba tanta calma que poco a poco comenzó a regular su respiración.

Izuku sonrió al ver como el omega comenzaba calmarse, con cuidado y delicadeza ayudó al rubio a ponerse de pie, lo llevó hasta una silla y lo dejó sentarse ahí, después de eso buscó una escoba y comenzó a barrer los pedazos de la tetera.

—N-No es necesario, yo puedo — habló Katsuki pero fue interrumpido por el pecoso.

Izuku negó con su cabeza —No te preocupes, Kacchan — sonrió hacia el rubio.

Katsuki sintió a su corazón agitarse dentro de su pecho, sentía que había olvidado lo amable que era su destinado.

—No te merezco — susurró para sí mismo.