Me quedé en ese sitio por unos instantes y solté un gran suspiro, sinceramente, no entendía como aún no se daba cuenta, no sé si yo debía hacerlo, si yo le gustase ella me lo diría, ¿No es así? Negué con la cabeza y volví a mi casa, nuevamente estaba mi madre viendo la televisión, era literalmente lo único que solía hacer, era lo único que parecía mantenerla cuerda.–
-Volví...
Ella no me hizo caso, como siempre, hice la comida poco después y comí yo solo, está situación... Era muy complicada, ¿Tal vez era por esto por lo que nadie se juntaba conmigo, no Subí a mi cuarto y desde la ventana de vez en cuando podía ver la hermosa silueta de Samantha, cambiándose de ropa, tan espectacular como siempre.–
-Mierda...
Amaba verla así, su cuerpo era increíble, cuando ella llevaba nada más que su ropa interior y su camiseta... Lastimosamente siempre las cortinas de su cuarto estaban puestas... Pero su silueta me basta y me volvía loco. Sin embargo noté que ella iba hacia la ventana, esperando que no se haya dado cuenta rápidamente me escondí y pasado unos minutos la cortina ya estaba puesta y Samantha ya no estaba.
-No quiero seguir viendo su silueta... Quiero ver su yo real...
Aun no tenía nada planeado... Pero ya que habían acabado las clases y ella estaba sola... Me cambié de ropa lo más rápido que pude y salí de su casa para tocar la puerta de la de mi vecina, ya tenía un pequeño plan.
-¡Samantha!
-Hola Ethan, ¿Qué necesitas? -me quedé quieto por unos segundos, admirando la belleza de Samantha, con su moño mal echo, sus pantalones holgados de pijama, ella siempre se ve preciosa. -¡Bobert! ¡Ven aquí! Lo lamento mucho... Parece que le caes bien.Al escuchar las patitas de Bobert traqueteando mientras bajaba de la casa rápidamente lo atrapé y abracé para que no pudiera escapar, siendo atacado por lamidas en la mejilla, lentamente se fue relajando cuándo escuchó a su dueña y yo solo sonreí.
-No pasa nada, me alegra bastante que yo le pueda caer bien... -Me distraje unos momentos al mirar su vestimenta, se veía tan linda como siempre, lo único que quería hacer en estos momentos era llevarla lentamente y hacerlo en las escaleras o en cualquier sitio, negué con la cabeza para quitar esos pensamientos y solo me quedé mirando a mi contraria. -P-perdón, decía que tenía pensado acompañarte, no quisiera que te pudiera pasar nada, ya sabes como son las calles de por aquí.
-Claro, pasa, me visto y nos vamos. -Muy pocas veces había estado en casa de Samantha, sobre todo porque nunca había tenido el valor... Y su hermano, el me recordaba bastante a mi padre, lo odiaba bastante por eso, sabía que el maltrataba mucho a Samantha, había visto antes sus moretones, tal vez en parte por eso también fue muy empática la primera vez que nos conocimos, ¿No? Estaba en la sala, esperándola, una parte de mi me decía que subiera con ella y la llevará a la cama pero otra parte me decía que sería mejor esperar, aunque... Tal vez un pequeño vistazo no haría mal a nadie, ¿No? Lentamente me fuí levantando del sofá y caminé lentamente hacia su cuarto donde me asomé ligeramente por la puerta que se había quedado entrecerrada.Soy un puto enfermo... Lo sé... Pero...
-Dios... Ethan... ¿Que me estás haciendo?
Pude ver por primera vez su jodidamente hermoso cuerpo hecho por los mismos dioses sus caderas, su trasero, sus pechos y ese conjunto que llevaba... Era putamente espectacular, ¿Debía entrar? ¿Debía hacerla mía en estos momentos? Si pasaba eso podría quitarme a Joseph del camino... ¿Pero y si ella decía que le gustaba? Cuando escuché su voz, cuando escuché que esa chica decía mi nombre con ese tono, solté un suspiro, mi miembro ya estaba completamente erecto y... No podía evitarlo acariciarlo un poco por encima al ver su cuerpo.
¡E-ella!.... ¿Dijo mi nombre? ¿Qué que le estaba haciendo? Mierda... Debo entrar... Pero si se da cuenta que la estaba espiando...
En estos momentos no sabía que hacer pero debía mover mi ficha, me hice el tonto y simule como que subía y abrí la puerta "sin darme cuenta" excusandome de qué tal vez le había pasado algo.
-Samantha estabas tardando un poco, ¿Estas bie-?
A pesar de ya haberla visto antes... Verla así... Era completamente diferente.
Cogió una camiseta y se tapó con ella. Pero eso no evitaba tener en mi cabeza la imagen de Samantha en ropa interior, casi desnuda delante de mis narices.
-¡ETHAN! ¡SAL FUERA!
Su cuerpo... Su cuerpo era putamente espectacular, incluso haciendo eso los rayos del sol de la tarde tras la ventana hacia que todo su cuerpo casi tuviera brillo propio, se veía increíble, sus piernas largas, su rostro sonrojado. En este punto tenía solo dos opciones o irme o seguir, he estado esperando años por un momento como este y cuando finalmente tengo la oportunidad, cuando finalmente puedo saber un poco de lo que Samantha piensa de mi... Irme sería algo bochornoso incluso para ella, ¿No? Me acerqué lentamente y con cuidado tapé su boca, yo también estaba muy avergonzado ¿Y como no estarlo? La chica que me gustaba estaba semidesnuda frente mía, yo tapándole la boca y lo suficientemente cerca el uno del otro. Cuando lo hice pude ver mejor sus cicatrices y moretones, fruncí el ceño levemente.
-P-perdón, es que si piensan que yo entre igual y llaman a la policías y solo será más complicado... Estás... ¿Son tus cicatrices? -No era un secreto, no entre nosotros de los que le pasó al otro, ambos sufrimos o en su caso sigue sufriendo abusos, sabíamos quién era, mi mano suavemente paso por una de sus cicatrices que estaban por su cadera y solté un suspiro. -Perdón por tocar... Es solo... -Su cabello cayó, como una hermosa cascada. Sus ojos estaban preciosos, con sus mejillas sonrosadas, era toda una diosa. Al verla así, al ver su hermoso rostro tan cerca del mío... No tenía pensado que ese imbécil de Joseph tuviera tan siquiera una oportunidad, le sonreí levemente para tranquilizarla y poco a poco comencé a besar su cuello con mucha lentitud. En estos momentos siquiera podía creer lo que estaba pasando... Samantha, la chica que me ha gustado desde siempre estaba de pie junto a mí mientras yo besaba su cuello. Mis manos sin quedarse atrás se colocaron en sus caderas y suavemente fueron subiendo y bajando, separándome de su cuello fuí apegando mi frente con la suya, nuestros labios estaban a escasos centímetros, yo le pregunté.–
-¿Debería parar?... ¿Volver a la sala e ir al veterinario? -Ella estaba paralizada. No me quedaba de otra más que aceptar pero... Estaba loco por ella, ahora mismo estaba ansioso, necesitaba probar más de ella, necesitaba un poco, solo un poco más, sin embargo, decidí respetar, sin embargo al imbécil de Joseph no se lo dejaría tan fácil. Besé una última vez su cuello y en la parte baja, en una que no estuviera a simple dejé una pequeña mordida y luego de eso me separé y solté un pequeño suspiro para ahora dirigirme hacia abajo para esperar a que pudiera cambiarse. –Las cosas no van a quedarse así... –Fue lo último que le susurré antes de irme para bajar a la sala, para tratar de volver a cómo estábamos antes, ahora, solo jugaba con Bobert mientras esperaba a Samantha.
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Todos los maté por ti
RomanceUn amor enfermizo. Un amor loco. Un amor sádico. Un amor... ¿Acaso no se confunde el amor con la obsesión? ¿Él estaba enamorado de ella? ¿O solo era una obsesión muy oscura?