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En estos momentos no sabía que es lo que sentía, cuando yo no estaba en casa había alguien a quien cuidaba de mi madre, esta vez decidí pagarle un poco más para que se pudiera quedar porque yo no me veía anímicamente bien para hacerlo. Estaba en mi habitación, sentía que quería llorar... Justo cuando pensaba que Samantha le empezaba a gustar resultó que me estuvo usando durante todo este tiempo, que jamás me vio más que como un amigo... O ni siquiera eso... Como un vecino. Hoy ni siquiera quería trabajar en la computadora, estaba... Cansado de todo en general, sin embargo, cuando escuché el timbre estaba bajando cuando Anna me estaba llamando que alguien estaba en la puerta, bajé lo más rápido que pude y escuché a Samantha.

Por un momento sentí como si me pegaran un tiro en el pecho al recordar ese maldito nombre... Las consecuencias poco a poco comenzaban a aparecer... Aún así, supe utilizar la carta de hacerme la víctima para no acompañarla, seguramente en circunstancias normales incluso sabiendo que sale con alguien seguiría yendo... Pero ahora...

-¿Si? ¿Entonces para esto si me necesitas, cierto? Crees que soy solo alguien que puedes llamar cuando estás en problemas, cuando necesitas a alguien, cuando quieras desahogarte porque sabes que seré tu perrito faldero, ¿No? -Comencé a cerrar la puerta lentamente terminando con unas palabras un poco más cortantes y frías, sobre todo dirigidas a su difunto hermano. –Y aún así no sé porqué te preocupas por ese imbécil, siquiera lo puedes llamar hermano luego de lo que te hizo, adiós.
-Bien.. veo que solo me querías usar tu también como un polvo... Gracias por dejarme claras las cosas.
Ella se estaba marchando, me quería dejar otra vez así. En estos momentos no sabía que hacer, ella iría si o si para la comisaría así que podría tener una coartada si la acompañaba y daba información falsa, si podía hacer que confíe en mí no sería tan evidente, tendría que mentir un poco eso sí. Terminé saliendo de la casa rápidamente y al final fuí caminando con Samantha mientras soltaba un suspiro, con la excusa de que estaba enojado pero debía acompañarla.–
-Si sabes que yo entre todos los chicos soy el único que no te quería usar como un simple polvo, ¿No?...
-Ya no lo tengo tan claro... -Ella suspiró. -Mira.. eres increíble, un gran amigo, pero me gusta Joseph, no te besé por despecho, si me gustabas o eso creía, creo.. no lo sé... Estoy echa un lío... Ojalá solo hubiera una opción... -Volvió a suspirar y en todo el camino, no me miró.
-Odio tener que ser tan egocéntrico pero sinceramente Joseph no me da muy buena espina... Y Desde antes que tú lo conocieras y pasará todo esto ya me... Da igual. –Solté un suspiro y decidí callarme al ver que ella ni siquiera me dirigía la palabra, simplemente seguimos caminando todo el trayecto mientras pensaba sobre mi coartada, que yo sepa... No había nadie a esa hora, nadie que me hubiese visto. La caminata se hacía larga, debía mantenerme sereno para que ella o los oficiales no pudieran sospechar, era claro, ya estaban investigando, era obvio que fue un asesinato o con mucha suerte lo podían categorizar como un suicidio, es por eso que era importante no verme sospechoso. –¿Oh?... ¿No quieres mirarme o no tienes las agallas para hacerlo?
-No quiero hacerlo...
-Si no tuvieras nada que temer entonces podrías verme como siempre... Supongo que en parte sabes que tengo algo de razón, ¿No? –Supongo que ya no podía volver a tocarla así que simplemente me mantuve alejado de ella lo menos que pudiera pero lo suficiente como para que Samantha se diera cuenta y más pronto que tarde llegamos hasta la comisaría donde dejé entrar a Samantha primero. No iba a mentir, sentía una sensación peculiar... Que mi estómago se revolvía y sentía frío en la espalda, debía ocultar lo que sentía en estos momentos para que nadie se diese cuenta, solo estaba a un lado de Samantha para que pudiese poner la denuncia.

-Hola.. veníamos a poner una denuncia.
-Oh claro, ¿Y qué clase de denuncia? ¿Acoso? ¿Ciberbulyng? -preguntó Samantha y la chica empezó a buscar el formulario.
-Desaparición, mi hermano Rubén ha desaparecido. -Le miró con lástima y nos pidió que nos sentara y rellenáramos la información para interponer la denuncia.
Sabía que me estaban mirando un poco raro desde que llegué a la comisaría, tal vez por mi cara... Por suerte pude ocultarla luego de haber tomado aire y sentarme cerca de Samantha. Trataba de mantenerme sereno y sobre todo trataba de no verme sospechoso por lo que pregunté cómo si un tipo cualquier se trataba, debía hablar alto o lo suficiente para que me escucharán y supieran que yo no estaba involucrado. –Pero aún así... ¿Por qué lo buscas? Sabes que era un imbécil... Ese si tiene todas las letras con él. –Me recargaba en la banca, tratando de verme bastante relajado ante la situación mientras miraba como Samantha llenaba las formas, aunque ahora no podía dejar de pensar en ella y Joseph. –No lo entiendo...
-Es un imbécil, pero es mi hermano, si no vas a apoyarme, puedes irte, llamaré a Joseph para que venga. -Sacó su teléfono y buscó en la galería la foto del DNI de Rubén por lo que pude ver desde su pantalla.
-Samantha, desde chico he sabido lo que el te hace y lo mucho que has sufrido, yo te apoyo aunque ya te dije que no quiera pero... Es eso. –No entendía su lógica, ese tipo le hizo la vida imposible durante años y luego de que desapareció lo estaba buscando, yo vi esa noche que la dejó en el suelo y echa mierda, recuerdo ver a mi madre así, verla llorar, me molestaba tanto que fuese así. Decidí guardarme todas esas cosas para mí mientras me recargaba en el banco y miraba hacia el techo, soltando un gran suspiro, aún no entendía la necesidad de eso. –Y si, estoy seguro de que Joseph te ayudaría bastante porque claramente el vive a un lado de tu casa, solo lo dices porque sabes que me duele.
-Que narcisista eres, mi mundo no gira a tu alrededor, solo eres mi amigo, entiéndelo, si vas a seguir hablando mal de mi hermano, por mucho que se lo merezca, es mejor que te largues por que no entiendes lo que se siente esto. -Me doy cuenta de que está apunto de llorar y que empieza a respirar más rápido, como hiperventilando. Me acerqué a ella y le di un beso en la frente para calmarla.
-Si, si lo sé, de hecho, y es por eso que te estoy diciendo todas estas cosas. –Mis palabras fueron cortantes, la conversación entre ella y yo terminó aquí, muerto el perro se acabó la rabia, es una frase bastante fuerte y casi sádica pero es cierta, ese tipo siquiera con una arma en la cabeza quiso cambiar y es más, quería hacerle más daño a Samantha, ella jamás va a entender eso y yo nunca se lo voy a explicar por más que quisiera. Me quedé en silencio total y dejé que ella siguiese rellenando las formas, mientras los policías parecían habernos dejado tranquilos y por suerte mi actuación fue lo suficientemente creíble para que no preguntaran más nada, una simple pelea de intereses. Me preguntaba si había alguna forma... Una forma de hacer que Joseph y Samantha pudieran separarse, ¿Tal vez coquetear un poco con ella? ¿Preocuparme con ella? No quería ser su perrito faldero, no con Joseph a su lado, pero... Ella me seguía gustando, mucho. –Da igual, seguramente esté bien, borracho en algún sitio pero bien, hierba mala nunca muere.
-Cualquier hallazgo avíseme por favor... -ambos nos levantamos y nos dirigimos a la recepción donde entregamos el papel y donde ella, dijo estas palabras. Luego salimos de comisaria

Todos los maté por tiWhere stories live. Discover now