Inefable

INLEZAAR

Inlezaar

Esperando con esperanza anticipada.

Pov Armando.

Leo la carta una y otra vez, tratando de convencer a mi mente que es real, que mi Betty al fin ha acortado la distancia que nos separa.

De pronto, el nudo en el pecho que cargaba desde hace meses puede salir, no he dejado de llorar desde que empecé a leerla, cada palabra allí escrita me da lo que esperé por tanto tiempo, la certeza de que el amor que nos tenemos es más fuerte que cualquier tormenta.

¡Me ha perdonado Dios mío!, a pesar de todo lo que le hice, de todas las mentiras, de lo canalla que fuí con ella, fué capaz de comprenderme y no solo eso, perdonarme, es la persona con el alma más bella que alguna vez conocí, me devuelve a la vida, me da la paz que necesito para poder continuar.

Y no le basta con haberme perdonado, cree que necesita pedirme perdón a mí... mi dulce Betty... ha sufrido por haber intentado pagarme con la misma moneda, necesito decirle que no tengo nada que perdonarle, que ella solo me ha dado los momentos mas hermosos de mi vida, que es mi mundo entero.

Supongo que darme las gracias por aceptar su necesidad de distancia tienen que ver con un voto de confianza que me está entregando, sabe que al recibir esta carta me voy a desesperar por encontrarla, tiene razón, estoy completamente desquiciado por saber dónde está, pero ella espera que no lo haga, que acepte este pequeño paso que está dando, esta tregua tan necesaria para los dos.

Aunque me cueste la vida deberé aceptarlo, ir poco a poco. Pero necesito que me dé la oportunidad de poder responderle o llamarla, moriría por escuchar su voz.

Es casi increíble que se muestre preocupada por mí, pidiéndome que me alimente y que descanse como tantas veces lo hizo cuando fue mi asistente, se preocupa por mi bienestar antes que nada.
Haberme dejado en claro que piensa en mí, a pesar de todo, es lo que me llena de esperanzas, no todo está acabado, hay una pequeña luz que me dice que tal vez pueda recuperarla.

Necesito hablar con Aura María pero no se su dirección ni su teléfono, no puedo esperar a mañana.

Voy hasta la oficina de Gutiérrez, busco entre los cajones algún lugar en donde pueda estar los datos de los empleados, doy al fin con un fichero, encuentro los datos de Aura María, podría llamarla pero necesito hablar en persona.

Salgo a toda prisa de la empresa, no quiero llegar demasiado tarde a su casa.

-¿Doctor, que hace aquí?- dice apenas me ve parado en su puerta, después de haber timbrado un par de veces.

-Aura María necesito pedirle algo, por favor, es muy importante para mí.

-Si Doctor, dígame.

-Quiero pedirle que por favor le diga a Betty que me llame, necesito hablar con ella.

-Hay doctor es que yo no sé si ella va a aceptar, no se si quiere mantener la comunicación con usted- ni por un instante me había detenido a pesar que tal vez esa carta no era un inicio sino un final, una despedida tal vez.

-Por favor- lágrimas comienzan a caer por mi rostro, me encuentro en una montaña rusa de emociones- necesito decirle muchas cosas, dígale que aunque sea me deje escribirle una vez.