Inefable

INMARCESIBLE

Inmarcesible

Que no puede marchitarse

Pov Beatriz

Hoy será un día largo, no pude conciliar el sueño en toda la noche y me espera un día de trabajo bastante ocupado, debo pasar por ambos restaurantes para liberar el pago de los empleados, por la tarde me reuniré en el nuevo local para firmar el contrato y comenzar a preparar el lanzamiento del tercer restaurante.

Saber que Don Armado va a responder a mi carta me inquieta demasiado, no se en que pensaba cuando decidí escribirle, tal vez solo trataba de confirmar que él sería indiferente, me ayudaría a seguir adelante sin él, pero todo a cambiado, ahora deberé enfrentarme a su verdad.

Supongo que para las últimas horas del día la carta debería llegar, no soy capaz de pensar en la forma en la que voy a reaccionar con esto.

Termino de desayunar y comienzo con mi día, tomo un taxi hasta el restaurante, casi en piloto automático paso toda la mañana allí, firmando cheques, presupuestos de proveedores. Michelle me ha dado absoluta independencia para trabajar, aunque muchas veces debo llamarlo para confirmar que las decisiones que tomo son las correctas.

He descubierto que a pesar de que la gastronomía no es mi ámbito, así como no lo era la moda, los números son el punto de conexión y lo que me lleva a sentirme cómoda en cualquier trabajo, cuando hago presupuestos, balances, informes económicos no importa si tiene que ver con telas, vestidos, mariscos o verduras. Siempre me dan la paz y la serenidad que necesito para desconectarme del mundo.

Pasando el mediodía llego al segundo restaurante, almuerzo algo rápido y continúo trabajando por un par de horas más.

Los empleados son excelentes, trabajar en la orilla de la playa genera un ambiente de trabajo muy relajado. Es un estilo de vida totalmente diferente al de Bogotá.

Tomo un café y continúo mi jornada laboral, me reúno con el agente inmobiliario en el local, es un lugar muy lindo, en pleno centro de Santa Marta, la idea de Michelle es hacer un lugar más moderno, que se encuentre a la vanguardia para así poder atraer a mayor cantidad de público.

Firmo el contrato, a partir de mañana comenzarán con la obra, equipar la cocina con todo lo necesario, la pintura y arreglos necesarios. Cuando eso esté terminado, Michelle pasará unos días aquí para elegir el inmobiliario y la decoración acorde a sus ideas.

Al fin puedo comenzar el regreso, necesito darme un ducha y descansar, no había vuelto a pensar en Don Armando, no lo había hecho hasta que abrí la puerta y un sobre yacía en el sueño, esperándome.

Ha pasado una hora y todavía sostengo en mi mano la carta de don Armando, no puedo hacer otra cosa más que llorar, tengo miedo, es demasiado dolor...

Una simple carta significa tanto para mí, puedo recordar cada una de las palabras escritas en esas tarjetas, palabras que no salían de su corazón, me imagino que estaban en algún libro barato que Calderón usaba para conquistar mujeres, siento tanto asco, tanta impotencia.

Otra vez una carta podría cambiar mi vida, otra vez una carta en dónde las palabras podrían volver a matarme.
Un simple pedazo de papel que da vueltas mi mundo, hasta puedo sentir su olor impregnado allí, ese perfume que nublaba mi mente cada vez que se acercaba, el olor que dejaba en mi piel después de besarme.