𝗕orn To Die | 𝗦𝘁𝗲𝘃𝗲 𝗛𝗮𝗿𝗿𝗶𝗻𝗴𝘁𝗼𝗻.

005 | Losing My Religion.

[ Capitulo cuatro ]
Losing My Religion.

Noviembre 9,1983.
Hawkins, Casa Byers.

En algún momento de la noche caí dormida pero no puedo decir que descanse, cada que cerraba mis ojos la imagen de aquella pelirroja y su rostro triste aparecían en mi cabeza junto a las luces prendiéndose y apagándose.

Sabía que las cosas por aquí no estaban nada fáciles pero no creí que involucrarían situaciones paranormales, todo eso se reforzó en la mañana cuando escuché entre mi mente nublada por el sueño a mamá pronunciar el nombre de mi hermano y por un instante la esperanza llegó a mi pero me quedé en la cama tratando de despertarme adecuadamente para no errar.

— Will?...cariño, ¿me oyes? —

Pronto escuché a Jonathan salir de su cuarto a pasos apresurados así que no dude más, descalza salí de la cama y crucé el pasillo hacia la habitación de mi pequeño hermano que tenía un gran letrero de "No trespassing" abrí pero no entre pues el asombro me detuvo, mamá estaba allí rodeada de todas las lámparas con las que contábamos en la casa.

— Es Will, trata de comunicarse a través de las luces, sólo mira — el llanto resbalaba por sus mejillas y la vi temblar por la ansiedad — Will tu hermano está aquí, enséñale lo que a mi, bebé.

Jonathan se mantuvo quieto y prestó atención a lo que nuestra madre trataba de enseñarle, uno de los focos alumbró por un instante de forma casi imperceptible pero yo si lo note y me hizo brincar en mi lugar, lo de ayer no había sido mi imaginación y mamá también lo estaba viendo, no estaba loca y Will se encontraba allí pero ¿cómo?

— Es la electricidad, madre, está averiada y es lo mismo que quemó el teléfono. — Mi hermano no le daba crédito a eso pues el estaba convencido de que mamá perdía la cordura y yo de no haber vivido lo anoche también creería lo mismo pues su estado no demostraba otra cosa, se veía sucia, deshecha y cansada.

— ¡NO, NO! ¡ALGO MÁS ESTÁ PASANDO AQUÍ! — comenzó a alterarse y a gritar — Ayer fue la pared y hoy las luces.

Jonathan parecía estar a punto de perder la paciencia así que era mi turno de intervenir, entré y fui directo hacia ella poniéndome enfrente mientras tomaba su cara entre mis manos acariciandola.

—  ¿Amybelle? Hija, bebé ¿qué haces aquí? — claramente estaba desconcertada.

— Es una larga historia, mami y prometo que te la contaré si tú me prometes que vas a ir a descansar un poco, yo te ayudaré en la casa y Jonathan irá a pegar más carteles al salir de la escuela.