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Amybelle Byers era elegante, tenía un andar suave y una sonrisa gentil, siempre que paseaba por Hawkins los habitantes la miraban embelesados, los hombres (de todas las edades cabe decir) caían enamorados de su actitud amable y las mujeres la miraban con cierta hostilidad es por ello que su abuela paterna decidió sacarla de allí, como si sintiera el peligro alrededor de la tierna joven.

Josephine Byers la envió a Le Cadeu, un internado para gente talentosa, gente con dinero también y Amybelle solo tenía un gran talento, bailar.

A la edad de 5 años Jonathan descubrió que le gustaba tomar fotografías y Amybelle descubrió que le gustaba ver a las mujeres de la pequeña academia "Queen Isabelle" mientras ellas hacían giros y estiramientos complicados, Joyce lo noto y comenzó a llevarla a clases así fue que Belle dejó de ser una niña y se convirtió en una joven bailarina, me atrevería a decir que la mejor bailarina que Hawkins pudo criar.

Y aún que eso suena encantador, no todo lo era.

Otra de las virtudes de Amybelle era su ser tan comprensivo, ella podía entender cualquier tipo de situación.

Comprendió cuando su papá la abandonó.

— Papá, no te vayas , te prometo que dejaré de ir tantos días a ballet y aprenderé a jugar baseball para que pasemos más tiempo juntos. —

Exclamaba una Belle de 10 años al ver que su padre, Lonnie (quien cada vez parecía más desaliñado), guardaba sus pertenencias en una bolsa negra que era más bien para basura y se abría camino a la puerta de su aquel entonces hogar.

— Hija, tu mamá está muy loca, ya no soporto más. — Murmuró el hombre y dejó un beso en la cabeza de su pequeña.

El se fue.

Ella comprendió cuando su mamá empezó a descuidarla a para estar al pendiente de Will.

— Mamá necesito que me acompañes a comprar cosas, ya sabes...de mujeres.

Amybelle había tenido su primer período y esperaba que su madre la llevara a comprar provisiones ahora que eso ocurriría regularmente, era la única que podía hacer eso con ella y anhelaba pasar tiempo con Joyce aún que fuera por algo tan vergonzoso.

— Lo lamentó, cariño. — Dijo sin siquiera mirarla pues estaba juntando algunos juguetes regados del más pequeño del hogar. — Hoy no puedo, tengo que ir a la escuela de Will, pídele a Jonathan que te lleve.

Y sin mirarla se dirigió a otro lugar de la casa, Belle se abrazó a si misma y sonrió, tan pequeño no podía hacerla enojar.

Su madre tenía que ocuparse sola de muchas cosas.

Comprendió cuando Nancy, aquella chica que se había convertido en su mejor amiga gracias a que compartían el mejor promedio en todos los grados, le dejó de hablar en preparatoria.

— Espero que lo entiendas, Amy — La chica dijo en la puerta de su casa. — Es momento de cambiar un poco y conocer más gente.

Eso le rompió el corazón a la joven Amybelle, aún así lo entendió.

Nancy siempre había deseado más que ser una chica estudiosa y bien portada.

Lo más extraño para Belle fue tener que observar a Steve Harrington, su amor platónico, amoldarse a el estigma del chico popular y volverse un auténtico idiota.

Oh dulce Amybelle, todo eso te enseño a no expresar tu sentir y vivir en dolor silenciado.

Ella solo se sentía protegida por Jonathan y aún que Will fuera tan pequeño y frágil, también por el.

Sus hermanos siempre habían cuidado de ella y le habían permitido expresar sus emociones reales casi como un secreto bien guardado.

"So you got to let me know
Should I stay or should I go?"

Los hermanos Byers estaban sentados en la cama del cuarto desordenado de Jonathan mientras le mostraban "The Clash" a Will que movía su cabeza al ritmo de la música.

— Escúchame Will, puedes quedártela tiene grabada la mejor música Joey Division, Bowie, Television, The Smiths...cambiará tu vida.

La chica dijo al pequeño quien la miro con una sonrisa que pronto decayó al escuchar afuera a su madre peleando al teléfono con Lonnie, Jonathan se levantó y cerró la puerta causando un estruendo mientras que Amy abrazaba a Will.

Esto siempre era difícil.

— ¿El no va a venir cierto? —La tristeza se reflejaba en los ojos del niño y eso le dolía de sobre manera a los mayores quienes ya estaban acostumbrados al rechazo de su padre.

— ¿Al menos te gusta el baseball? —La pelinegra cuestiono para de aligerar el ambiente.

— No pero no se...aveces es divertido.

— Vamos, ¿alguna vez han hecho algo juntos que de verdad te guste? — Preguntó Jonathan.

— Si, algo como ¿ir a los videojuegos o algo parecido? — Intervino Belle acariciando el cabello de Will.

— No lo se. — levantó sus hombros con desgano.

— No, nunca lo hacen, el te quiere obligar a que te gusten las cosas normales pero uno nunca debe escoger algo por que la gente te lo dice.

— Exacto y menos por el, pequeño hongo. — Sonrió en su dirección— Pero ¿si te gusta The Clash? ¿En verdad?

— En verdad y no me llames así Amy. —

Los hermanos siguieron toda la tarde escuchando música y bailando por todo el cuarto, fue un momento tan...feliz.

Sin duda Amybelle haría cualquier cosa por las personas que amaba, incluso morir.






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𖧧 Estoy muy feliz de por fin publicar el primer apartado de Born To Die, espero que les guste mucho leerla tanto como a mi escribirla.

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𝗕orn To Die | 𝗦𝘁𝗲𝘃𝗲 𝗛𝗮𝗿𝗿𝗶𝗻𝗴𝘁𝗼𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora