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Llegada a la capital

Nuevo cap, recuerden, letras en negrita pensamiento e imágenes referenciales si tengo alguna al final.

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Apoleón P.O.V.
Por fin la capital se vislumbró en la distancia, el enorme centro urbano que representaba el corazón politico y económico del país abarcaba kilómetros y kilómetros de área, el gran castillo del rey se alzaba en el centro de la ciudad como el punto de origen de la capital, además de otros edificios enormes o prominentes sobresalían del resto y pude reconocer a varios de ellos del juego, el gran templo hospitalario, residencia del patriarca de la organización, y sede administrativa de las academia y templos hospitalarios a lo largo y ancho del país; la gran reserva Real, centro de almacenamiento de las riquezas reales, Iván también me dijo que ahí era donde se formaban a los supervisores de la moneda, que hacían control de calidad de la monedas emitidas por la alta nobleza; también estaba la gran academia de la nobleza donde se desarrollaba la primera parte del juego; y varios edificios de gremios, habían varios gremios de cada rama, incluso de los alquimistas que trabajaban minerales mágicos para hacer piedras de poder, como las usadas para comunicación instantánea o magia de soporte. Pero el principal era el gremio de los portales con auspicio real, encargados mantener los portales reales, cobrar los peajes por su uso y repararlos o renovarlos. Eran especialistas, no eran los únicos que podían hacerlos pero eran los mejores luego de siglos de trabajo.

En nuestro camino para acercarnos a la gran capital nuestra caravana se había encontrado con otras que tenían el mismo destino y propósito que el nuestro, la aglomeración de carretas, carruajes y gente era enorme en la Ruta Real se hizo enorme. Por suerte y según me explicaron mis padres, aparentemente había un protocolo para la llegada de los nobles, las caravanas se organizarian a las afueras de la ciudad en campamentos y luego según el orden de llegada serían recibidos en la ciudad y recibirían la bienvenida real con una marcha triunfal, luego se les asignaría el sitio donde serían hospedados y por quien. Por cuestión de espacio la marcha triunfal de recepción se debía hacer sobre una montura y no con los carruajes además de una escolta limitada, como mi padre tenía el caballo más grande además de ser el Duque, y yo su heredero, estaría con él, montados sobre Ariete. Vidian iría con un cortesano y mamá en otro caballo, todos los animales eran negros así que sería espectáculo visual. Se haría junto a los vasallos y unos pocos caballeros de escolta, todos en ropajes finos aunque no eran los de la gala.

Estábamos entre los primeros en llegar, así que cuando llegamos a las afueras de la capital no fue demasiado difícil conseguir el espacio para montar el campamento relativamente cerca de la entrada de la ciudad, el rey había previsto la afluencia así que preparó áreas para que los nobles pudieran montar los campamentos. Sin embargo, tuvimos suerte porque las caravanas no dejaban de llegar después de nosotros, pude divisar el símbolo Aikaza entre aquella multitud de blasones, aunque tampoco fueron difíciles de ver, iban montados en un gigantesco Pentacuerno, que hacía de gran carruaje -recuerdo esas unidades del juego, eran difíciles de matar por su gran tamaño, se necesitaba armamento pesado o unidades con magia muy poderosa y solo podías tener unas pocas porque costaban una fortuna-. Vi maravillado a aquel enorme animal por un buen rato igual que el resto de los presentes hasta que los Aikaza montaron su campamento y el enorme animal se acostó de panza al suelo, y no fue el último exótico animal en llegar otros nobles llevaron bestias grandiosas.

Fueron la quinta caravana en llegar después de nosotros y su campamento estaba bastante cerca, las armaduras de sus fuerzas eran una peculiar mezcla entre una armadura samurái y armaduras europeas, sus tropas auxiliares usaban armaduras lamelar como los nuestros, pero tenían diseño asiático, daban remembranza de los japoneses aunque usaban botas en vez de sandalias, y las hombreras eran parecidas a los que usaban nuestros soldados, usaban cota de malla como capas de armadura. Y los caballeros usaban armaduras de placas similares a las usadas por los samuráis en sus últimos años pero más completas, con muchas más partes, al estilo europeo.