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Un pequeño viaje

Algunos días después:

Apoleon se encontraba en su habitación escribiendo en algunas hojas sobre el escritorio de madera muy bien tallado y lustrado que estaba junto a la gran ventaja de su cuarto, luego de haber decido un plan basico para el futuro, emanciparse e ir al este, entendiendo que no podía controlar las variables del futuro pues las posibilidades eran demasiado numerosas e intentar alterar o guiar el flujo de la historia era prácticamente imposible, demasiadas personas, demasiadas facciones, demasiadas probabilidades y finales y todo empeora si se toma en cuenta que esto ahora no es como el juego con eventos o decisiones específicas que puedes controlar fácilmente mientras haces saltos temporales de días o meses. En esta realidad las circunstancias se desarrollan de forma diaria, Apoleon decidió que era inútil intentar controlar el futuro o la historia, lo mejor que podía hacer era procurar moverse con la corriente lo mejor posible con sus principales preocupaciones que es conseguir mantener a su familia satisfecha para evitar una desmejora al momento de la emancipación o peor aún ser desheredado. A la vez que procurar no hacer demasiado enemigos importantes, sin embargo sabía que la disputa con ciertos nobles sería inevitable pues siempre estaba el tema de la petulancia y arrogancia de los nobles y sus intentos por demostrar ser superior a otros y las luchas por nuevos dominios. Los Maltus aunque eran una familia noble por ahora estable en términos muy relativos y con un poder militar y económico alto, eran una casa poco desarrollada en comparación a otras, su capacidad comercial era con toda honestidad patético, la producción agrícola es baja en comparación a la mayoría de los otros dominios, su fortaleza radicaba en el gasto militar que consumía bastantes recursos, el rango noble de Ducado y la magia especial de la familia, la magia de sangre, que era económicamente muy valiosa pues permitía a los Maltus actuar como creadores de contratos de sangre que los hacía inviolables, y que junto a su estatus de noble los hicieran requeridos constantemente como un intermediario entre negociaciones de distintas casas nobles (incluida la casa real) o entre una casa noble y algún comerciante importante con el que quisieran pactar, dando garantía y transparencia al proceso al asegurarse de que el contrato y sus efectos no estará viciado en beneficio de una sola de las partes.

Apoleon no dudo en reconocer que fue un uso muy inteligente de la magia fuerte de la familia y como sacarle beneficios y no solo para pelear y matar. Si su magia es de sangre igual que su padre seguro sería sometido a entrenamiento para controlarla y lo harían probarla en seres vivos, pues era la única forma.

Solo pensarlo le da escalofríos a Apoleon, que aún no estaba preparado para matar a nadie o torturar un animal con el fin de probar su magia. El lado horrible y real de este mundo de fantasía que no se mostraba en el juego, sin embargo sabía que una vez llegado el momento tendría que usar, y en realidad era seguro que heredaría la magia de sangre de los Maltus, pues su padre la poseía, igual que su abuelo y el anterior a este, era un gen dominante, e Iván con toda seguridad lo iba a obligar a practicar luego de haber hecho la prueba de manifestación cuando cumpliera 7 años. Además en uno o dos años seguro tendrá que empezar con entrenamiento de combate con armas, en este mundo es importante la autodefensa y más si Apoleon espera sobrevivir a lo que viene.

Un toque en la puerta de entrada a la habitación llamó su atención. Luego la voz del sirviente personal de su padre y jefe del personal de la gran torre, se escuchó desde el otro lado de la puerta —Joven excelencia, su padre me ordenó informarle que debe alistarse para salir y acompañarlo. Viajarán al pueblo de Plesbur para reunirse con Sir Kerry. Una sirvienta vendrá a ayudarlo a vestirse.

—Entendido.— Fue la corta respuesta de Apoleon. Mientras en su mente se quejó —Que fastidio el que tenga que venir alguien a ayudarme a vestir. Me siento inútil pero aún estoy muy pequeño para llegar a donde guinda la ropa en el armario... por otro lado si vamos a ver Sir Kerry, entonces vamos a ver los reportes económicos del dominio.— Luego soltó un suspiro y guardó las hojas donde estaba escribiendo en un estuche de cuero, una de las ventajas en este mundo mágico eran las comodidades de ciertos objetos a la falta de mejor tecnología, por ejemplo a falta de una computadora o máquina de escribir, habían las plumas típicas de las historia de las historias de fantasía medieval pero en vez de mojarse en la tinta, absorbía el contenido del frasco de tinta y luego expulsaba suavemente mientras se escribía como un bolígrafo y además la tinta se secaba al instante en la hoja e impedía un desastre o deterioro de lo escrito. Cuando terminó de guardar escuchó el toque en la puerta y la voz de la sirvienta cortesana pidiendo permiso para entrar, a la que dio autorización para entrar luego de soltar otro suspiro y empezar a vestirse.

Normalmente en las casas nobles, el Sir o noble inferior iría a la casa del Land Lord pero a Lord Maltus le gusta ir hasta allá con su escolta de caballeros armados y su carruajes como una forma de intimidar, un recordatorio de que tiene el poder para aplastar a cualquier campesino que atreva a cuestionar sus órdenes. Apoleón hasta ahora solo había ido un par de veces al pueblo acompañando a su padre y era obvio el miedo que le tenían al Lord, siempre bajaban la cabeza cuando pasaba aunque también el desprecio que sentían estaba en sus facciones tensas y contraídas, por lo que sabían que si miraban de forma indiscreta el carruaje o a la caravana podría tomarse como acto de rebeldía y recibir algún maltrato de parte de los soldados, así que se alejaban como si fuera una caravana de la peste. En ese aspecto su padre en este mundo le recordó mucho al emperador Romano Caligula y su célebre frase "Que me odien con tal que me teman". El problema era que ese odio con el tiempo supera el miedo y el resultado es bastante malo. Un simple desbalance de poder es suficiente para que el miedo sea sobrepasado. Y eso efectivamente es lo que pasa en el juego, dos o tres años luego de que terminas la parte de la academia, en el salto temporal cuando se empieza a mostrar la introducción a la nueva parte te muestran parte de los acontecimientos e inestabilidad en la que empezó a entrar el reino. Grandes bandas de saqueadores, rebeliones, traiciones, los Maltus son derrocados y linchados en esa época, y en la segunda parte del juego empiezan a cocerse los conflictos entre las casas restantes lo que estalla la guerra civil que deja al país en ruina y a merced de las fuerzas del "villano".

Luego de unos minutos que para Apoleon fueron eternos, el menor estuvo listo para ir con su nuevo padre que ya lo estaba esperando en el carruaje y al cual saludó con respeto pero también con el entusiasmo que había demostrado en los últimos 6 años de vida, hacerlo de otra forma se vería sospechoso, además Lord Maltus a pesar de ser estricto con respecto a la formación de carácter de Apoleon tendía a complacerlo en sus caprichos materiales, le inculcaba a su heredero que todo era de él, todo lo que quisiera de estas tierras le pertenecía y podía tomarlo incluso por la fuerza si hacía falta, lo cual mezclado con esa ideología de dominio a través de la intimidación era un recetario para un sociópata que jugaría con la vida de sus súbditos y aquellos por debajo de él, e intentar destruir a aquellos por encima para escalar posiciones o conseguir favores. Apoleón entendía que debía jugar a estar del lado bueno de su padre en todo momento, eso le permitiría tener fácil acceso a la mayoría de cosas que pudiera necesitar mientras no se hubiera emancipado. —Hola, papá. Me alegra poder acompañarte a hacer tu trabajo.

El mayor de los Maltus ordenó a la caravana iniciar el viaje antes de responder —Me alegra ver que estás entusiasmado por aprender respecto a los deberes de un lord. Es importante que aprendas sobre estas cosas desde ahora y puedas entender perfectamente cómo dirigir este dominio cuando estés al mando. Por otro lado me han informado que pasas mucho tiempo en tu cuarto y en la biblioteca leyendo montones de libros y que además pides constantemente una gran cantidad de papel, lo cual en cierta forma me alegra pero también me preocupa, no es normal que un niño esté tan adentrado en los libros y mucho menos tu que hasta ahora te preocupaba más por jugar ¿Por qué el cambio repentino?

Aquella última pregunta tomó desprevenido al menor, que sintió una punzada de nerviosismo pues debía escoger bien las palabras que diría o generaría más sospechas —Luego de ese extraño malestar de estos días, entendí que el tiempo es valioso y que debía aprovecharlo de mejor manera que jugando en un cuarto. No puedo ser un buen Maltus si dedico mi tiempo a jugar.

El jefe de la casa levantó ligeramente las cejas con curiosidad y luego me dio una ligera sonrisa —Me alegra ver que eres tan maduro Apoleon. Ciertamente el tiempo es valioso y debes aprovecharlo lo más posible.

—Sí, papá.— fue la breve pero firme respuesta de Apoleon a su padre, luego de la cual el viaje transcurrió en silencio entre los dos salvo el ruidos de los cascos de los caballos y las ruedas del carruaje.