Camila era exactamente como la había descrito André; pasaba de ser una chica desvalida a transformarse en una bomba sexual. Lauren tenía que admitir que era una combinación embriagadora, pero mientras que André no se había podido resistir, ella tenía la confianza de que se controlaría. Camila Cabello era todo lo contrario de lo que ella buscaba en una pareja. Se había resistido a muchas personas que se ponían preciosas con la esperanza de conseguir una esposa rica. Durante la mayor parte de su vida, había estado rodeado de ellas.
-Yo no soy como mi hermano, señora Cabello -La informó fríamente-Mis gustos son un poco más exquisitos.
-Puedo hacer que se coma esas palabras, las dos lo sabemos. Vi cómo me miró cuando abrí la puerta-Le mencionó Camila, deseando abofetearle.
-Admito que estaba un poco intrigada por ver lo que había hecho que mi hermano actuara tan imprudentemente-Su mirada se posó sobre el pecho de Camila-Pero le aseguro que no me atraen las mujeres superficiales como usted.
-Supongo que este acuerdo matrimonial que propone la deja libre para tener relaciones sentimentales con quien quiera cuando quiera-Dijo Camila.
-Si la necesidad se presenta, haré todo lo que pueda para ser discreta.
-¿Y yo qué? -Preguntó Camila-¿Puedo hacer lo mismo?
Lauren no respondió inmediatamente y estuvo un rato considerándolo.
-Y entonces... -Pidió Camila que continuará.
-No.
-¿No?-Su ceño se frunció con molestia, para luego pasar a la indignación.
-Rotundamente no -Negó Lauren, negando con la cabeza.
-No puede hablar en serio-Se quejó incrédula, no podía creer la estupidez de su negación.
-Estoy hablando totalmente en serio-Declaró Lauren.
-¿No esperará que acceda a este doble rasero?-Preguntó con incredulidad Camila-¿Qué es lo que se supone que saco yo de este trato?
-Usted se queda con su hija y saca la ventaja de una esposa rica.
-Creía que los hombres eran los machistas, no alguien como usted, otra mujer como yo-Escupió mirándola de arriba abajo con desprecio-Tan machista, de esas que se extinguieron con los dinosaurios.
-Yo no soy de naturaleza machista-Peleó con indignación ante la acusación-Pero estoy segura de que le vendrá bien ser casta por un tiempo, para concentrarse en sus responsabilidades como madre.
Sin poder evitarlo, a Camila se le escapó una carcajada irónica. Al contrario que su hermana, que perdió la virginidad cuando tenía catorce años, ella todavía era virgen. Pero no iba a sacarle de su error, una parte de ella estaba disfrutando con todo aquello.
-¿Le divierte la posibilidad de ser responsable?-Indagó Lauren con desprecio.
-Es usted tan graciosa, señora Jauregui-Bromeó ella-Todo este asunto de ser casta es divertidísimo-Su sonrisa burlona hizo a Lauren apretar los puños-No he sido casta durante diez años y no voy a empezar a serlo por usted.
Lauren la miró con enfado y Camila se dio cuenta de cómo retenía las manos para no tocarla. Un hormigueo inesperado surgió entre los muslos de Camila cuando pensó en la posibilidad de que Lauren la tocara. La miró y se humedeció los labios al pensar cómo sabría su boca, sintiendo un cosquilleo por sus pechos. Lauren sintió que el deseo le golpeaba en el estómago. Trató de controlarse, enfadada consigo misma porque había estado muy segura de ser capaz de resistirse a ella. Pero algo de ella le impresionó profundamente. Irradiaba sexo y su piel se erizaba con sólo pensar que ella la tocara.
ESTÁS LEYENDO
Soy otra mujer
FanfictionLa alocada hermana gemela de Camila se había quedado embarazada para atrapar a un rico playboy. Pero su amante murió repentinamente, y dejó a Camila al cuidado del bebé. Ahora Lauren Jauregui quiere recuperar a la hija de su hermano. Y la preciosism...