Hair Clip [Varios x Takemichi]

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-A l g o  r o j o

...

—Aquí— Takemichi se animó, dándose la vuelta lo suficiente como para mantener sus manos y platos mojados en el fregadero y lo suficiente para mirar a su abuela —. La forma— añadió Chiyo.

—¡Oh! ¿Me estás permitiendo ir?— preguntó a regañadientes, no queriendo sonar grosero mientras seguía mirando a la mujer.

—No veo por qué no. Es solo una semana  así que sobrevivirás ahí fuera solo evita a las personas  solo evita a las personas que fuman— Chiyo llevó la taza marrón de café a sus labios, manteniendo sus ojos fijos en el chico rubio para hacerle saber que todavía tiene algo que decir. Ella habló tan pronto como terminó de tomar un largo sorbo—, y evita a las personas que siguen dejándote atrás. No es bueno para tu salud mental.

Ella salió del área de la cocina-comedor sin decir una palabra, dejándose desplomar en el cómodo y mullido sofá negro que tenían sentado en el lado derecho de la sala de estar donde la ventana de celosía está detrás del asiento. Compró dos sofás idénticos buenos para dos personas frente a frente en la sala de estar, y el más largo del mismo diseño y color para sentarse en el lado de la sala de estar frente a la televisión de pantalla plana.

El chico se quedó boquiabierto en el área de la cocina-comedor. Aunque simplemente se encontró lavando los platos de la cena en silencio, las palabras de la mujer rasonaron en su mente.

"Evita a los que siguen dejándote atrás". Se ha sentido excluido antes y sigue sintiendo esa cosa poco saludable hasta ahora. Quería evitar a Mikey y a los demás, pero realmente tiene miedo de estar solo.

Inesperadamente, un timbre salió de sus pensamientos. terminó de enjuagar el jabón y colocó los platos en el escurreplatos para dejarlo secar allí—¡Lo conseguiré!

Simplemente secó los platos. Chiyo gritó desde la sala de estar, aunque solo están a 10 pasos el uno del otro.

Él solo asintió antes de tomar los platos y tazones recién enjuagados y agarrar un paño limpio y seco para limpiar la humedad de los utensilios de cocina usados. Preguntó qué es.

—Ya pagué en línea... si... oh— Chiyo se adelantó un poco para poner su cartel en el aparato que le entregó el repartidor—,¿Terminamos?

—¡Sí, señora! ¡Muchas gracias y que tenga un buen día!— el repartidor se inclinó rápidamente con una sonrisa y entró en su furgoneta de reparto y se fue.

Chiyo cerró la puerta y caminó dentro de la casa, cargando dos cajas rectangulares—¿Ya terminaste?— se acerca a la mesa del comedor y deja las cajas

—S-sí—pero de una manera más educada tartamudea Takemichi, mirando la caja con una pequeña cautela—, ¿qué hay dentro? —preguntó cortésmente.