Un ángel me cambió la vida

La mentira no es más que un secreto.

POV: Allison Elliott

Los rudios aumentaban, me empezaba a inquietar, llegué a escuchar voces al otro lado, pero no las entendía, escuchaba a alguien gritar descontroládamente y tras eso, golpes y cosas estamparse contra la pared.- ¿Quién iba a estar ahí?-
Se suponía que a esta biblioteca no venía casi nadie, pero ahí dentro pasaba algo.

Cuando salí de allí volví a la realidad que me atormentaba, Daniela, su desaparición misteriosa, tenía que encontrarla, ya había pasado un día desde su ausencia y tenía que ir a denunciar.

Cuando llegué al despacho del director le comenté lo sudecido y el me escuchó atentamente y fue ahí cuando informó a todo el internado por los grandes altavoces.

*Chicos y chicas, tenía que comunicarles una mala noticia, esta mañana una alumna de aquí ha sido desaparecida sin motivo alguno, les ruego que si encuentran algo, lo que sea, alguna pista que nos lleve a su paradero, nos informen a mí y al equipo directivo*

El corazón me iba a mil, el hecho de que Daniela no estuviese aquí conmigo y no le estuviera picando y ella estuviera siendo borde conmigo, lo echaba de menos. No sé por qué hablaba de esa forma de ella, pero había algo que me tocaba y me parecía una chica bastante ¿..interesante?.

Con mi hermana Noa no pude hablar del tema y no sé bien el por qué, pero necesitaba desahogarme con alguien, contarle lo que sentía por dentro en esos momentos y ella no me ayudaba, siempre me hacía cambiar de tema, pero yo no quería.

Daniela estaba desaparecida a saber con quien y en qué lugar, no podía estar tranquilo, no, hasta que la encontrase, hasta que la viera reírse hasta llorar de la risa, había algo en ella que me hacía sentir de esta forma, me llamaba la atención y no sabía exactamente el qué.

...

Me había quedado dormido, no podía ser, estaba demasiado cansado, aunque no había podido dormir mucho, era un nuevo día, pero Daniela no estaba.

Aunque tendría que asistir a clases, aún en cabeza tenía ir a la biblioteca, ya que esos ruidos que llegaron a mí eran un tanto extraños- no podía quedarme con la curiosidad-

Salí del pabellón de los chicos, aún con cara de zombi tras acabar de levantarme, corrí hacia el edifico, a ver si así intentaba despertarme un poco.

Era Jueves por lo que no había nadie allí, puse el código antes de entrar, simplemente había que poner "La mentira no es más que un secreto" llevaba aquí bastantes años, pero aún no sabía por qué el código era ese.

Entré despacio y corrí escaleras abajo, hasta llegar a la planta menos tres.

Algo se despertó en mí, la puerta estaba entornada, estaba seguro de que alguien antes había entrado aquí, y era de extrañar ya que en estos momentos todos estaban en sus correspondientes aulas.

Sigilosamente empecé a abrir la puerta con cuidado, aunque no con mucho éxito, ya que la puerta chirriaba de cojones.

Ya dentro, no vi ninguna sospecha,  todo estaba como lo dejé la última vez que estuve aquí, antes de hacer nada empecé a buscar libros que me sirviesen de utilidad.