POV: Allison Elliott
Esa voz no era la primera vez que la escuchaba.
-Daniela eres una cagada tía.
Daniela estaba ahí, tres filas más abajo sino calculaba mal, cada vez me sorprendía más esta chica, toda la sala estaba repleta de chicos y ahí estaba ella toda valiente.
Creo que estaba con Marilyn, Georgia y Julia que eran sus mejores amigas desde que llegó aquí.
Mi hermana nunca se juntaba con ellas porque decía que eran unas penquitas que daban pena aunque yo no pensaba lo mismo, siempre discutíamos por ese tema y digamos que ella se iba con las "populares" del internado como lo era Theresa -la rubia de cuarto-, Ann, Lauren y alguna más que se me escape.
Todavía no había tomado medidas acerca de lo que le hicieron a Daniela, Noa y Jonh, pero no iba a dejarlo estancado durante mucho tiempo.
En toda la película pude escuchar los chilliditos y risas de Daniela con sus amigas, hasta que vi que se iba.
-Eh tío ¿Donde vas?- Dijo Andrew.
-Al baño, ahora vuelvo.
Fui despacio para que no notase que iba detrás suya.
-SERVICIOS DE MUJERES-
-Mierda- se había metido en los baños.
-Me asomé, pero aún no había salido.-
Me quedé apoyado contra la pared hasta que escuché el sonido de la puerta.
-¿Qué haces? ¿Peinarte no?
-Pegó un chillido de cojones.-
-¡Allison! ¿Qué haces tú aquí tío?
-Lo mismo que tú, ir al servicio.-dije riendo.
-Gilipollas este es el de mujer.
-Ooh no me digas ¿Es que no puedo entrar o qué?
-No, no puedes.
-Era gracioso ya que nos separaban tan solo cinco metros de distancia-
-¿Has visto como puedo?- entré al baño.
-Vete antes de que venga alguien.
-Me da igual la gente y lo sabes.
-La miré de arriba a abajo- iba con una falda rosa fucsia, una camiseta de tirantes a rayas metida por dentro que se le hacían marcar todas sus curvas y finalmente sus convers blancas.
-Eh, ¿Qué miras tanto?
-Lo guapa que vienes.
-Venga, déjate de cumplidos y vete de aquí ya.
-No me pienso ir hasta que no te vayas tú.
-Entonces ya te puedes ir sentando.
-Venga no seas así que sé que lo estás deseando.
¿Deseando el qué?
-No te hagas la mosquita muerta.
-Allison no sé de que me estás hablando.
-Sabes que mañana quieres venir conmigo a la playa, pero no sabes como decírmelo.
-Ya te dije que no, que iba con otra persona, y ahora me voy que me estoy perdiendo la película.
-Daniela.
-Vi como se iba de nuevo-
No me quedó otro remedio que irme de nuevo a la sala, Daniela ya me había dejado bien claro que iba con otra persona.
Sería el primer año que iría solo o quizás me buscaría a otra.
Esperé a que ella fuera delante aunque la conocía y sabía que iría corriendo para que no la alcanzase.
Estuve toda la película intentado escucharla hablar o cualquier otra cosa en vez de ver la peli.
Cuando salimos mis amigos estaban comentando todo el tiempo la película.
-Vaya mierda, eso era una mariconada de cojones no daba miedo ni nada.- dijo Harrison.
Los demás asentían a la vez.
Yo escuchaba todos sus comentarios y me limitaba a callar ya que no había visto la película como para opinar.
Para la cena nos dirijimos de nuevo al comedor.
A la salida todos hablaban del mismo tema.
-Yo mañana voy con Julia- dijo Andrew.
-Yo con Theresa..pf que buena que está -dijo Alex.
-¿Y tú Elliott ya has encontrado pareja? -dijo Harrison.
-No, supongo que iré solo.
-Venga ya, ¿solo? Te estás quedando con nosotros.
-En serio, sino me lo dice nadie iré solo.
-Pero ¿tú eres tonto? Tendrás que decírselo tú- dijo Alex.
-Ya lo hice muchas veces.
-No jodas que te han dado calabazas- dijo Harrison.
-No, lo que pasa es que ya tenía pareja y pues..nada.
-No nos engañas, ¿quién es esa chica que tanto se te resiste? Tiene que ser guapa eh-Dijo Andrew.
-Nadie, nadie bueno mejor me voy, mañana nos vemos.- les choqué la mano-
Me fui a mi habitación porque no tenía ganas de seguir hablando sobre el tema.
Mañana sería el día que llevaba tanto tiempo esperando, pero no me serviría de nada, no iría con Daniela, ella iría con otro
¿Pero con quién?
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Un ángel me cambió la vida
Genç KurguDaniela Stevens, una adolescente como otra cualquiera de quince años, se adentra a un mundo adverso al suyo, en el que va a ir conociendo cosas que desconocía, en el que una especie de ángel que se cruza por su camino le cambiará la vida.