🌷🦋ᖴᗩᖇᖴᗩᒪᒪᗩ🌻🐞

311 25 3
                                    

No sabía exactamente poque había ido a parar ahí. Tal vez no quería verla o solo un buen tiempo solo después de tremenda misión con el pilar del agua. Mojo su cabello negro con puntas azuladas. Volteo a recargarse en una roca dejando ver su bien esculpida espalda.

En el bosque no había agua caliente,era delicioso sentirla y más estar entre la naturaleza. La finca de la vieja servía bien para los cazadores, se sentía en el cielo. Cerró los ojos dejando que su cuerpo se relaje con el temazcal. De pronto, sus sentidos se agudizaron cuando sintió la presencia de dos entes bastantes fuertes.

Se hundió y nado hacia la pared que separaba los baños de temazcal. Salió a la superficie para pegar su oído y poder investigar. Estaba ansioso. El peligro siempre lo ponía así. Alguien entró al agua. Movió la cabeza buscando sus katanas. Sabía que no debía bajar la guardia.

-Con cuidado-

Una voz suave le hizo voltear. Busco alrededor de la pared algún hoyo que permitiera ver quien era del otro lado. Estaba desesperado, quería estar solo. La soledad era seguridad. Unas risas inundaron sus oídos y por fin pudo ver entre dos rocas que no se unieron, el otro lado de su temazcal.

Obanai y Mitsuri se encontraban en medio del agua. La chica de cabello rosa agarraba al moreno por el cuello mientras sonreía. El pilar de la serpiente sonrió con aquella mueca en sus mejillas. Pronto, sus bocas se unieron en un solemne beso.

Los ojos de Inosuke se abrieron y tapo su boca de la impresión. Se comían, joder que se estaban comiendo. Iguro se comería a Mitsuri. Siempre supo que ese de las vendas ocultaba algo. Estaba por actuar cuando una serpiente blanca apareció, en el hoyo, ligeramente enojada, siseo.

Obanai se separo de la pilar para poner atención a su serpiente. Sujeto mejor a la chica para dar vuelta y buscar a su reptil amigo. Mitsuri que observaba callada sabía que pasaba, así que rápidamente escaneo la zona encontrando una colita blanca en la pared.

-Kaburamaru-san- Dijo bajito la peli rosa con respeto a la serpiente- ¿Que sucede? -

El reptil estaba a punto de atacar a Inosuke. Lo sujeto de la cabeza, experiencia previa del bosque, y la hizo retroceder por donde había venido. Sujetando a la serpiente con los dedos para que viera hacia los pilares y solo siseara. No quería ser descubierto, movió la cabeza de Kaburamaru como si diera a entender que nada sin importancia. Más el ser de sangre fría estaba enojandose más y más.

-Seguro vio algún ratón - comentó Obanai.

-Si tienes hambre deje algunas golosinas para ti - Siguió Mitsuri, señaló sus ropas en la esquina del temazcal- Solo debes ir a mi uniforme -

Y la serpiente solo siseo. Ni si. Ni no. Solo un siseo. Ambos pilares de encogieron de hombros y volvieron a abrazarse para gozar del momento. Inosuke atrajo a la serpiente para sujetarla y no diera más problemas. Debería salir y dejar al reptil por ahí. Por poco era descubierto.
Estaba por irse cuando en sus ojos se vio reflejado como los pilares se besaban. Compitiendo por quién tomaba el control. Sus cabellos mojados, aplastados en su cara, dejaban ver bien los movimientos. Entonces las lenguas comenzaron una guerra amistosa entre ellas.

Inosuke, cautivado, se quedó viendo en silencio. No sabía si estaba bien o no, solo le molestaba no estar solo pero, esa escena, era ciertamente ¿entretenida?. Pronto pudo ver como la mano del pilar de la serpiente amasaba los pechos de Mitsuri, que por cierto flotaban en el agua.

Los quejidos de la peli rosa se hicieron escuchar. Adoraba cuando su chico la tocaba tan abiertamente, tan poco tímido que antes. Con sus manos cepillo el cabello de Obanai mientras la levantaba gracias a la flotación, comenzando su trabajo en el seno derecho de la chica.

Succiono y lamio aquel pezon. Mitsuri dejó caer la cabeza, extasiada de las caricias. La mano de Obanai apretaba el botón sin atención, dando masajes en el seno, apretando, jalando, sobando, disfrutando de ese delicioso cuerpo que lo volvía loco.

-Iguro~ mmmg~ - Mitsuri se deshacía en los brazos de su amado, combinando su humedad con la del manantial. Pronto sus ojos se abrieron como platos al sentir como la hombría de su chico se abría paso en ella, de una sola - ¡Iguro! -

-Lo lamento mi princesa, no puedo más-

El agua hacia pequeñas olas, Obanai manejaba a Mitsuri bajo el agua de forma estupenda. Inosuke no sabia que pasaba, solo veía a la chica sonrojada y jadeando, el pilar estaba en suma concentración, mucho muy diferente a una respiración, era más extasiante.

La serpiente mordió a Inosuke. La soltó de inmediato para que subiera al hoyo donde espiaba y se enroscara sumamente enojada. La maldijo un par de veces y decidió salir. Estaba tan confundido porque en medio de toda esa escena, la protagonista era... Aoi con él.

...

Trono suavemente su cuello. Solo debía dar de comer a Nezuko. En la bandeja estaban algunos onigiris y un vaso de sangre donada que la señora Tamayo había mandado en la mañana con un perro que se esfumó en el aire.

Tocó suavemente la puerta donde habían puesto a la chica demonio. Alejada de la luz, incluso de la luna. Hacía frío pero suponía que a ella no le afectaba. Salió a recibir un chico rubio con una suave sonrisa.

-Zenitsu-San - Aoi hizo media reverencia-Solo venía a entregar algo de comer a Nezuko-chan -

La chica se asomo, y aún con el bambú, sonrió agradeciendo. Zenitsu tomó la bandeja y agradeció a Aoi el gesto que tenía hacia Nezuko que solo murmuraba por lo bajo en busca de hacerse entender.

-Yo le ayudo, apuesto que aún le es difícil beber... Eso-El rubio no era fan de la sangre ni nada asqueroso en general. Gracias al cielo el líquido estaba guardado en un vaso grande de bambú.

-Va aprendiendo, solo que no sea demasiado rápido que lo beba. Igualmente le traje algo de jugo de frutillas si quiere mezclarlo-

-Eres un sol, señorita Aoi. Siempre estaré agradecido de sus atenciones a Nezuko-chan-

-No es nada - Aoi negó sumisamente y puso las manos tras su espalda - El joven Kamado estará ocupado, tal vez venga hasta media noche a verla Nezuko-chan-

La chica asintió. Parecía que tenían conexión cuando, de manera discreta, señaló a Zenitsu y a sí misma para luego señalar la ventana. Una especie de ¿A que hora mi hermano vendrá? Aoi comprendía perfectamente. Dio media vuelta y comenzó a caminar.

Zenitsu se metió al cuarto, dejando la bandeja en el suelo. Sentándose para esperar a Nezuko incarse frente de sí. Aoi regreso sus pasos al ver que habían dejado la puerta medio abierta, nada de malo pasaba si la puerta estaba medio abierta. Se asomo curiosa de ver como Nezuko comía en compañía de Zenitsu.

-Nezuko-chan...- Comenzó el rubio tomando tímidamente las manos de la chica que solo le veía curiosa-crees que puedas, ya sabes - los colores se le subieron en un momento.

Nezuko miro hacia la ventana, tapada por maderas, de forma evaluativa. Aoi hizo lo mismo, por el corredor una ventana daba hacia el patio. Su mirada fue hacia la menguante que adornaba el cielo, entendió de inmediato, si la luna estuviera llena, tal vez ni si quiera toleraria a Zenitsu cerca.

La chica asintió, haciendo un dulce "mhhb", a lo que Zenitsu de emociono y subió ambas manos para poder quitar el bambú entre los labiales ajenos, bajándolo poco a poco, notando algo de salvia que no deshacía la unión. El rubio se acercó dulcemente tomando la barbilla ajena para pegar sus labios a la boca de Nezuko, quien de forma instintiva, se acercó para conservar el beso.

Aoi movió la cabeza para ver hacia el suelo. Mordió su propio labio y luego lo acarició. Un beso. ¿Que se sentiría un beso? Se imagino a sí misma dando un beso a Inosuke, uno dulce y suave. Negó con la cabeza para alejar los pensamientos y se fue de ese cuarto para ir a la cocina.

...

Espero les guste nwn
Cuento con su apoyo~
:(

Diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora